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Entre dos y cuatro
personas alcoholizadas protagonizaron un serio incidente dentro de un furgón
hasta que la formación fue detenida con el freno de emergencia ante el miedo
generalizado
Una feroz pelea en un
vagón fue el motivo de un nuevo sobresalto para los pasajeros del tren
Sarmiento. Gritos, botellas que volaron en la confusión, corridas generalizadas
y algún arma punzante como amenazadora faca a la vista pusieron a prueba los nervios
de quienes viajaban ayer a las 15.15 en esa formación ferroviaria que estaba a
pocos minutos de llegar a la estación de Once procedente de Moreno.
El incidente se generó en
el tercer vagón, cuya característica es compartir en mitades iguales las propiedades
de un furgón y un coche de pasajeros. En ese lugar, apenas lanzada la formación
desde la estación Caballito con rumbo a Once, empezó un tumulto por la refriega
de dos o cuatro personas, según diferentes testimonios, que elevó su
peligrosidad cuando se apeló al uso de botellas rotas como armas.
Estación CABALLITO Línea Sarmiento
Esa situación detonó el
desbande hacia los vagones posteriores de quienes estaban en los asientos. Y en
segundos todos imitaron la corrida.
En el tercer vagón la
pelea continuaba mientras el resto del pasaje veía la irrupción de personas que
procuraban escapar sin saber bien de qué. En ese momento aparecieron las
versiones sobre disparos en el tren, pero el incidente no llegó a ese nivel y
no pasó del uso de vidrios como elementos de corte, según confirmaron testigos
que viajaron en esa formación, datos ratificados por fuentes policiales y de la
concesionaria del servicio Unidad de Gestión Operativa Mitre y Sarmiento (UGOMS)
Entre el nerviosismo
general, alguien activó el freno de emergencia y el tren detuvo su marcha
pasada la avenida Acoyte. Varios minutos quedó allí varado el tren, momentos
que aprovecharon quienes participaron de la reyerta para bajar a las vías y
escapar. Los testimonios tomados por policías en la estación Once señalaron que
tanto los atacantes como los agredidos formarían parte de un mismo grupo de
pasajeros que, por razones que no pudieron determinar, empezaron una
violentísima pelea a bordo.
Los testigos también
coincidieron en relatar que todos los protagonistas de la gresca estaban alcoholizados
y, presuntamente, habrían consumido además alguna otra sustancia psicoactiva.
En la estación de Once se
había dispuesto un fuerte operativo policial en la llegada de esa formación,
pero esas personas ya habían descendido del tren, sin provocar heridas a otros
pasajeros, más allá del susto para la mayoría.
"Se oyeron gritos y
apareció una estampida de personas muy asustadas, no se sabía entonces qué
pasaba. Fue una pelea de borrachos y quedaron a la vista las botellas rotas en
el furgón", comentó Mónica Schlottauer, delegada gremial de la línea
Sarmiento que estaba a bordo en el momento del incidente.
Por su parte, en Ugofe
también se reconoció el problema dentro de ese convoy al señalarse que
"fue una pelea entre pasajeros, con un momento de fuerte tensión cuando se
rompieron varias botellas sin que se registrasen heridos".
Poca seguridad
Más allá de la gresca en
sí misma, esa trifulca mostró una vez más que hay poca seguridad real dentro de
las formaciones ferroviarias. Los trabajadores que controlan los tickets de los
pasajeros y la apertura y cierre de las puertas afirman que su jornada es muy
compleja al no contar con respaldos de fuerzas de seguridad a bordo del tren.
En caso de un incidente de las características del sufrido ayer, es imposible
que esos operarios puedan intervenir sin poner en riesgo sus vidas.
También de esa manera
resulta más fácil la operación de los carteristas que aprovechan los horarios
de mayor movimiento de pasajeros. La formación detenida ayer de emergencia por
el miedo de los pasajeros también estaba completa.
Otra queja de pasajeros y
trabajadores tiene que ver con la escasa presencia policial en las estaciones,
aunque en los últimos días se aprobó un aumento del pago de salario adicional
para policías, gendarmes y prefectos que trabajan en la zona ferroviaria.
Cada agente cumple esa
función en sus horas extras, después de cumplir con las ocho horas de servicio,
como forma de sumar recursos a su economía personal. El acuerdo alcanzado este
mes con el Ministerio del Interior y Transporte pasó el valor del módulo de
cuatro horas adicionales de 162
a 196 pesos. Lo mismo recibe el policía que cumple horas
extras en la custodia de subterráneos. Por ahora no serán reasignados a dar
seguridad dentro de los vagones.LaNación