Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
Como ferromodelista y apasionado de los ferrocarriles, leer Crónica
Ferroviaria me demuestra que nuestro querido ferrocarril no ha muerto.
Cuando uno contempla en alguna página de la web la cantidad de vagones
que arrastran dos, tres ó más locomotoras sin entorpecer el tránsito,
reduciendo el consumo de combustible y de contaminación, pienso cómo los
argentinos hemos dejado que se destruya, no sólo el factor multiplicador del
trabajo, sino la comunicación entre los pueblos. Felicitaciones y adelante.
José Ladelfa
Alejandro dijo...
ResponderEliminarQuerido ferruca. El ferrocarril no murió ni fué entregado por el pueblo. La entrega del patrimonio como en este caso el ferrocarril. La entrega fue consolidada por el que en su momento el sr. Pedraza junto al gobierno de Saul Menem. Se encargarón de fundir y venderlo. Este sr. Pedraza que se jactaba de ser un ferroviario. Vendió hasta el Hospital de Retiro. La historia es larga. Pero me emociona ver al Belgrano Cargas ir y volver las formaciones llevando y trayendo y mas. De ver los trenes volver a funcionar. Un abrazo ferruca!
NO SOLO EL FERROCARRIL DEJAMOS QUE SE DESTRUYA, SINO EL PAIS COMPLETO, MIENTRAS LOS CORRUPTOS SE ROBABAN Y ACTUALMENTE SE ROBAN TODO LOS ARGENTINOS ESTAMOS EN OTRA, PENSANDO EN EL PRÓXIMO PARTIDO DE FUTBOL, CUANDO VUELVE TINELLI, CAMBIAR EL AUTO Y CUANDO DARLE DE COMER AL PERRO/GATO
ResponderEliminarAmigo ferrófilo: vale hacer un ejercicio personal de memoria y pensar, situarse en aquellos momentos donde más se destruyó la red. Entre 1977 y 1978, plena dictadura militar de Videla y con Martinez de Hoz como ministro de Economía, se produjeron clausuras con levante a las que nadie, por obvios motivos, se opuso. Entre 1989 y 1990, con el contexto de la crisis de la deuda externa como colorario y el Menemato "de las patillas" como gobierno, comenzaron las clausuras (Mantilla-Goya, en Corrientes, por ejemplo) y los cierres de talleres ferroviarios. Seguramente la opinión pública se ilusionaba con el Mundial de Italia y poco le importaba un ramal secundario en una provincia remota. En 1992 ya con Cavallo como ministro de Economía -alumno dilecto de Martínez de Hoz- comenzaron los diagramas de emergencia. Así se viajaba en trenes deslucidos, con coches de luces mortecinas, sobre vías ya mal mantenidas por falta de materiales. Y luego del Informe del Banco Mundial, que recomendaba la conservación de algunos ramales y servicios que aún así terminaron abandonados y desmantelados, como el Panamericano, llego el decreto de la provincialización de los ramales. Así cada provincia se debía hacer cargo de la explotación de los servicios. Una verdadera canallada, porque el Estado Nacional era el que financiaba a las provincias y éstas apenas si podían bancar sus burocrácias.
ResponderEliminarPero la opinión pública (la "gente" como dice algún periodismo), estaba embelesada con el hecho de poder ir al extranjero con el 1 a 1 o comprar un televisor en cuotas. Poco le importó el Ferrocidio. Si total ya podía ir en auto o pagarse un micro.
Recien en 2012 y con la espantosa Tragedia de Once la opinión público se desayunó con el degradamiento de nuestros ferrocarriles. Pero en cuanto asuma un nuevo gobierno que inaugure una autopista donde ahora está el ramal Victoria-Pergamino y minimice los accidentes con trenes chinos, la "gente" volverá a Tinelli, el Futbol y los chimentos....
Miguel Angel Ghiglino dijo...
ResponderEliminarEl gran causante de esto esta vivo y cobra el sueldo de presidente y mas aun el de senador y todavia no lo castigaron por el gran daño ocacionado al Estado,deberia tener una ..................... en plaza de mayo
Roberto Huber dijo...
ResponderEliminarLos argentinos dejamos que se destruya el ferrocarril porque somos un pueblo acomodaticio y sumiso, sólo unos pocos siguen peleando por la vuelta del tren pero en una gran mayoría, y eso es lo lamentable; donde se mezclan funcionarios, sindicalistas y los cagatinas de escritorio de siempre sigue mirando para otro lado.
Oscar Eduardo Sierra dijo...
ResponderEliminarCoincido en la apreciaciòn de que el argentino es un pueblo acomodaticio y sumiso en su gran mayorìa, vota y apoya a quièn le garantice cobrar con el mìnimo sudor, trabajar parecerìa mala palabra. Tantos Planes Populares, feriados a rolete, proliferaciòn de funcionarios municipales, provinciales y nacionales que se van pisando y pasando la pelota entre ellos con la excusa de "a mì no me corresponde".
Pablo Francovig dijo...
ResponderEliminarLa sociedad. los gremios. cómplices !!!
Votando a Carlos Saúl Menehem.
ResponderEliminarCierto lo que dice un comentario anterior- Al grueso de la población le interesa que venga Tinelli, que haya futbol y que se murió ahora un modisto famoso.¿Como va a mejorar nuestro país? Lo comenta Armando Alberto Gutiérrez.
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