ACTUALIDAD
Fue un
proyecto con el que Jaque y los intendentes de Luján, San Martín y Maipú se
ilusionaron. Hoy, la gestión Pérez se desentiende. Cuestionan a la Nación.
Entre las
desventuras de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi en la Secretaría de
Transporte de la Nación
se perdió el Tren del vino, un proyecto público compartido por Luján, Maipú y
San Martín. La Nación
aseguró que lo financiaría, los intendentes lo militaron en todos los espacios
que tenían y el gobernador Celso Jaque lo prometió cada vez que pudo en
público. Pero entre las denuncias de corrupción y los problemas del sistema
ferroviario del Gran Buenos Aires, sucumbió el Tren del vino.
El
emprendimiento mendocino no pudo zafar de las esquirlas que minaron las
gestiones de Jaime y Schiavi, quien antes de ser secretario de Transporte se
desempeñó al frente de la
Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del
Estado (ADIF), es decir, fue el interlocutor de la gestiones por el Tren del
vino desde la concepción del proyecto.
Foto gentileza Tren Histórico Bariloche
El intendente
de San Martín, Jorge Giménez, blanqueó la situación sin rodeos: "Los
municipios hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance pero, sin la inversión
de la Nación y
el impulso de la provincia, el proyecto perdió la prioridad". Adolfo
Bermejo, ex intendente de Maipú y actual senador nacional, corroboró que
"le faltó impulso nacional para terminar de concretarse". La misma
idea expresó Omar Parisi, ex intendente de Luján e impulsor ferviente del
proyecto hasta sus últimos días en la comuna, en diciembre de 2011.
En la
provincia, la secretaría de Transporte, que comanda Diego Martínez Palau, se
sacó el problema de encima y derivó la responsabilidad de impulsar el proyecto
al Ministerio de Turismo, aunque el Tren del vino fue "prioritario"
para la cartera de Infraestructura (que manejaba el Transporte antes de que se
creara la Secretaría ,
en diciembre de 2011), que comandaba el gobernador Francisco Pérez cuando era
ministro de la gestión de Jaque. El mandatario provincial siguió mencionando el
proyecto ferroviario de San Martín, Maipú y Luján entre las realizaciones que
se propone concretar en su gestión. "Ésa es la única señal que tenemos
para no perder la esperanza", alentó Giménez.
El proyecto
venía gestándose desde 2007, cuando los intendentes de los tres departamentos:
Parisi, de Luján; Giménez, de San Martín y Alejandro Bermejo, de Maipú, le
dieron el visto bueno con la idea de reactivar el turismo en la zona y usarlo
también como transporte de carga. "La idea es que el tren pase por los
tres departamentos y se suban, especialmente, turistas para recorrer bodegas y
demás atractivos de la zona", explicó en su momento Parisi.
El proyecto
contempla que formaciones ferroviarias recorran viñedos con conexiones
turísticas con las bodegas. La idea se complementaba con una ciclovía desde
Agrelo al centro de Luján, para explotar el turismo en bicicletas por entre los
viñedos (muy atractivo para los extranjeros) y volver en tren.
No obstante,
el proyecto del Tren del Vino no estaba concebido meramente como atracción
turística sino que, en el imaginario de los intendentes, era clave para
vincular la zona productiva de los tres departamentos, ya que se trataba de un
transporte de cargas y de pasajeros. La veta de transportar cargas en un convoy
en el núcleo de la producción de uva del oasis Norte de la provincia, entusiasmaba
a los intendentes.
Perdió fuerza en el camino
En noviembre
de 2007, Parisi, Bermejo y Giménez se reunieron en la Casa Rosada con los
subsecretarios de Economía, Oscar Tangelson y de Transporte, Ricardo Jaime, y
de ese cónclave salió un gran anuncio: en 2008 el tren del vino estaría
surcando los departamentos mendocinos.
En julio de
2008, Jaque y el ministro de Infraestructura, Francisco Pérez, se reunieron con
el director Nacional de Transporte Ferroviario, Juan Roccatagliata, quien
profetizó: "En un año el Tren del Vino estará funcionando". En 2010
la misma escena se repitió con funcionarios municipales, provinciales y
nacionales.
En medio de
ese derrotero, la Nación
otorgó el financiamiento a los municipios para estudiar no sólo la construcción
del tren sino también la creación del Instituto de Desarrollo Regional del
Turismo del Vino. Los fondos serían girados por el BID como parte del plan
Enoturismo en la
Microrregión Centro de Mendoza, según fue anunciado en el
Primer Foro Internacional Vitivinícola.
Lo último que se pierde
La tríada
Parisi, Giménez, Bermejo (esta vez Alejandro, sucesor de su hermano en la Intendencia de Maipú)
volvió a entusiasmarse con el compromiso de la Secretaría de
Transporte para financiar el proyecto en 2011, asumido por el propio Schiavi en
Mendoza.
Sin embargo
lo que estaba a la vuelta de la esquina eran las denuncias y contradenuncias de
corrupción que apuntaron a Ricardo Jaime y después contra Schiavi, quienes
tuvieron que dejar cada uno a su turno la Secretaría de Transportes de la Nación , llevándose puesto
el ambicioso proyecto ferroviario.
"¿El
tren de qué?", preguntaron sorprendidos muchos de los entonces
protagonistas ante la consulta de este diario. Adolfo Bermejo se mostró más
entusiasmado y optimista, en cambio, con la puesta en marcha de un
emprendimiento privado que prevé un tren turístico que pasará a 5 kilómetros de
distancia del recorrido del Tren del Vino, pero sólo incluye a Luján y Maipú.
Para Giménez,
"los municipios hicimos el trabajo técnico y los relevamientos, pero lo
más importante y costoso es el cambio de las vías y sin el apoyo y la inversión
de la Nación
es imposible".
Para
reparación de rieles y obras complementarias se necesitaban $ 8 millones que al
principio habían comprometido los gobiernos provinciales y el nacional.
En la Secretaría de
Transporte no se mostraron acoplados al proyecto. "Será Turismo el que
está interesado. Nosotros no tenemos que ver con ese proyecto", señalaron
voceros de la repartición al ser consultados por los avances.Los Ándes