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El sindicato La Fraternidad (Conductores de trenes), se pronunció contra la medida de fuerza que por 96 horas decretaron las entidades de la Mesa de Enlace contra el incremento de retenciones. Para el titular de ese organización de trabajadores del transporte, Omar Maturano, “no existe la menor duda que si otros trabajadores de la actividad que fuere decidieran 4 días de huelga se les aplicaría la conciliación obligatoria o bien la ley de Abastecimiento. Ahora en este caso parece que no”.
Profesionales y asesores de La Fraternidad elaboraron un documento con perfiles técnicos para resumir que en el caso de los conductores que transportan cereales su labor se ve afectada “con riesgo de pérdida de puestos de trabajo” y calificando de “lockout patronal” la medida de fuerza que llevan adelante Coninagro, la Sociedad Rural, la CRA y Federación Agraria. También estimaron como desproporcionada la reacción a la suba definida a los derechos de exportación a la soja.
Establecieron en sus críticas desde el gremio ferroviario que la postura de esas entidades “adolece de responsabilidad social empresaria”. Consideran incluso que el campo privilegia en forma ilegítima el interés individual por sobre el bien común “en una nación al borde del default por causa de la política social/económica del Gobierno de Mauricio Macri” acotando que “el escenario nacional es diferente al que existió durante la sanción de la Resolución 125/2008”.
La conducción de La Fraternidad recordó que la suba dispuesta por decreto 230/2020 está delimitada dentro del artículo 52 de la ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, en el marco de emergencia pública que faculta al Ejecutivo Nacional a fijar derechos de exportación cuya alícuota no podrá superar los límites allí previstos.
Maturano consignó que “los trabajadores con responsabilidad social seguimos realizando apoyo solidario con el aporte jubilatorio y sostenimiento de las obras sociales, destinamos para ello el 18% de nuestros salarios. Desde cada consumo aportamos con el IVA y no nos olvidados el mal llamado impuesto a las ganancias que todos conocemos como el impuesto al sueldo”, ironizó el dirigente.BAENegocios.com
El sindicato La Fraternidad (Conductores de trenes), se pronunció contra la medida de fuerza que por 96 horas decretaron las entidades de la Mesa de Enlace contra el incremento de retenciones. Para el titular de ese organización de trabajadores del transporte, Omar Maturano, “no existe la menor duda que si otros trabajadores de la actividad que fuere decidieran 4 días de huelga se les aplicaría la conciliación obligatoria o bien la ley de Abastecimiento. Ahora en este caso parece que no”.
Profesionales y asesores de La Fraternidad elaboraron un documento con perfiles técnicos para resumir que en el caso de los conductores que transportan cereales su labor se ve afectada “con riesgo de pérdida de puestos de trabajo” y calificando de “lockout patronal” la medida de fuerza que llevan adelante Coninagro, la Sociedad Rural, la CRA y Federación Agraria. También estimaron como desproporcionada la reacción a la suba definida a los derechos de exportación a la soja.
Establecieron en sus críticas desde el gremio ferroviario que la postura de esas entidades “adolece de responsabilidad social empresaria”. Consideran incluso que el campo privilegia en forma ilegítima el interés individual por sobre el bien común “en una nación al borde del default por causa de la política social/económica del Gobierno de Mauricio Macri” acotando que “el escenario nacional es diferente al que existió durante la sanción de la Resolución 125/2008”.
La conducción de La Fraternidad recordó que la suba dispuesta por decreto 230/2020 está delimitada dentro del artículo 52 de la ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, en el marco de emergencia pública que faculta al Ejecutivo Nacional a fijar derechos de exportación cuya alícuota no podrá superar los límites allí previstos.
Maturano consignó que “los trabajadores con responsabilidad social seguimos realizando apoyo solidario con el aporte jubilatorio y sostenimiento de las obras sociales, destinamos para ello el 18% de nuestros salarios. Desde cada consumo aportamos con el IVA y no nos olvidados el mal llamado impuesto a las ganancias que todos conocemos como el impuesto al sueldo”, ironizó el dirigente.BAENegocios.com