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La empresa francesa Keolis desistió de participar en el proceso licitatorio. Metrovías está desde 1993 a cargo de la red.
Metrovías, que opera el servicio de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires desde 1993, es la única oferente para quedarse otra vez con la concesión por entre 12 y 15 años. El Grupo Roggio se quedó sin competencia luego del abandono de la francesa Keolis.
En la Legislatura porteña existen cinco proyectos de ley vigentes a la fecha, que fueron presentados por varios bloques opositores, que proponen, con variantes, trasladar la operación de la red al Estado.
“El transporte subterráneo de la ciudad no puede ser visto como un negocio, sino como un servicio que respete derechos fundamentales que el Estado debe garantizar, como la seguridad”, dijo a Télam Lorena Pokoik, coautora del proyecto presentado por el FdT en noviembre de 2018, que propone una “reestatización bajo el control de los trabajadores y usuarios”.
En esta propuesta, Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) sería la operadora del servicio y tendría un directorio conformado por 10 miembros: cinco del Poder Ejecutivo porteño, dos representantes de los trabajadores, dos de los usuarios y uno designado por la Legislatura de la Ciudad.
Inés Gorbea, de la UCR, es autora de otro proyecto que fue presentado en mayo de 2019 y plantea que la operación y el mantenimiento del subte sean prestados “exclusivamente por el Poder Ejecutivo a través de Sbase”.
El Frente de Izquierda presentó en mayo un proyecto de ley para que el subte sea controlado y gestionado por sus trabajadores y usuarios a través de un nuevo organismo: Subterráneos del Estado de Buenos Aires (SEBA), que reemplazaría a Sbase.
En un sentido similar, la legisladora Marta Martínez, de Autodeterminación y Libertad, presentó en agosto de 2019 un proyecto para un “subte público dirigido por trabajadores y usuarios” en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad y con tres expertos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
El legislador Sergio Abrevaya, del GEN, presentó por su parte un proyecto de ley que otorga la concesión del subte a la empresa Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), cuyo accionista principal es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que administra, desde 2009, la red de autopistas porteñas y los puentes de conexión con la provincia.
La empresa francesa Keolis comunicó que se baja de la licitación pública nacional e internacional para concesionar el subte porteño por hasta 15 años. De este modo, la única firma en competencia es el Grupo Roggio (Metrovías), que gestiona el servicio desde 1994.
Keolis le informó oficialmente este viernes 31 de enero a la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y a sus socios en el consorcio, Helport y Transport for London, que “no continuará como oferente en la licitación por la operación y mantenimiento” del subte y premetro de la Ciudad.
Keolis agradece en un comunicado a sus socios Helport y Transport for London por la excelencia de sus equipos y “espera poder volver a trabajar con ellos en el futuro”. También valoran “el profesionalismo de SBASE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de todo el proceso”.
Los ejes de su presentación habían sido “la innovación tecnológica y la capacitación” para asegurar a los usuarios una mejora en el servicio, según el titular de Keolis, Clement Michel, consigna Perfil. “Tenemos acceso a trenes de velocidad, a innovaciones de internet y capacidad para acceder a los avances de la división de investigación y desarrollo”, había argumentado en su presentación Michel.
Que Metrovías sea la única empresa en competencia por la licitación fue recibido de forma negativa por la oposición porteña.
“Ahora con el retiro de Keolis -la segunda empresa que se retira a esta licitación- parece quedar nuevamente el camino allanado para Metrovías para que siga gestionando de manera ineficiente”, advirtió la legisladora del Frente de Todos, Claudia Neira.
La legisladora Laura Velazco (FDT) indicó que el hecho de “que Metrovias haya quedado como única oferente del servicio por un período de 12 años -prorrogable a 15- nos preocupa porque en 24 años han sido muchos los incumplimientos en inversión, eficiencia y seguridad en el servicio. Tenemos una red de subterráneos que creció poco en ampliación y frecuencia. Líneas de la zona sur donde se padece cotidianamente el viaje en hora pico, equipamiento para renovar los trenes que se compró sin adecuar a las vías o con peligrosidad de contaminación por asbesto como en la línea B”.
La legisladora del FIT Alejandrina Barry remarcó que “queda nuevamente en esta licitación una empresa enormemente cuestionada. Roggio esta comprobado que recibía coimas, han impuesto un tarifazo que nosotros logramos frenar por un tiempo mediante una medida judicial, pero que luego la justicia falló a favor. Mientras tanto, no se invierte y el pueblo trabajador sigue viajando como ganado”, consigna Página 12. “La denuncia de los trabajadores sobre la presencia de asbesto sería una causa para que no se le pueda volver a dar la concesión. Con Myriam Bregman impulsamos en la legislatura un proyecto para que el subte sea estatizado y controlado por sus trabajadores”, advirtió.PuraCiudad.com
La empresa francesa Keolis desistió de participar en el proceso licitatorio. Metrovías está desde 1993 a cargo de la red.
Metrovías, que opera el servicio de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires desde 1993, es la única oferente para quedarse otra vez con la concesión por entre 12 y 15 años. El Grupo Roggio se quedó sin competencia luego del abandono de la francesa Keolis.
En la Legislatura porteña existen cinco proyectos de ley vigentes a la fecha, que fueron presentados por varios bloques opositores, que proponen, con variantes, trasladar la operación de la red al Estado.
“El transporte subterráneo de la ciudad no puede ser visto como un negocio, sino como un servicio que respete derechos fundamentales que el Estado debe garantizar, como la seguridad”, dijo a Télam Lorena Pokoik, coautora del proyecto presentado por el FdT en noviembre de 2018, que propone una “reestatización bajo el control de los trabajadores y usuarios”.
En esta propuesta, Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) sería la operadora del servicio y tendría un directorio conformado por 10 miembros: cinco del Poder Ejecutivo porteño, dos representantes de los trabajadores, dos de los usuarios y uno designado por la Legislatura de la Ciudad.
Inés Gorbea, de la UCR, es autora de otro proyecto que fue presentado en mayo de 2019 y plantea que la operación y el mantenimiento del subte sean prestados “exclusivamente por el Poder Ejecutivo a través de Sbase”.
El Frente de Izquierda presentó en mayo un proyecto de ley para que el subte sea controlado y gestionado por sus trabajadores y usuarios a través de un nuevo organismo: Subterráneos del Estado de Buenos Aires (SEBA), que reemplazaría a Sbase.
En un sentido similar, la legisladora Marta Martínez, de Autodeterminación y Libertad, presentó en agosto de 2019 un proyecto para un “subte público dirigido por trabajadores y usuarios” en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad y con tres expertos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
El legislador Sergio Abrevaya, del GEN, presentó por su parte un proyecto de ley que otorga la concesión del subte a la empresa Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), cuyo accionista principal es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que administra, desde 2009, la red de autopistas porteñas y los puentes de conexión con la provincia.
La empresa francesa Keolis comunicó que se baja de la licitación pública nacional e internacional para concesionar el subte porteño por hasta 15 años. De este modo, la única firma en competencia es el Grupo Roggio (Metrovías), que gestiona el servicio desde 1994.
Keolis le informó oficialmente este viernes 31 de enero a la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y a sus socios en el consorcio, Helport y Transport for London, que “no continuará como oferente en la licitación por la operación y mantenimiento” del subte y premetro de la Ciudad.
Keolis agradece en un comunicado a sus socios Helport y Transport for London por la excelencia de sus equipos y “espera poder volver a trabajar con ellos en el futuro”. También valoran “el profesionalismo de SBASE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de todo el proceso”.
Los ejes de su presentación habían sido “la innovación tecnológica y la capacitación” para asegurar a los usuarios una mejora en el servicio, según el titular de Keolis, Clement Michel, consigna Perfil. “Tenemos acceso a trenes de velocidad, a innovaciones de internet y capacidad para acceder a los avances de la división de investigación y desarrollo”, había argumentado en su presentación Michel.
Que Metrovías sea la única empresa en competencia por la licitación fue recibido de forma negativa por la oposición porteña.
“Ahora con el retiro de Keolis -la segunda empresa que se retira a esta licitación- parece quedar nuevamente el camino allanado para Metrovías para que siga gestionando de manera ineficiente”, advirtió la legisladora del Frente de Todos, Claudia Neira.
La legisladora Laura Velazco (FDT) indicó que el hecho de “que Metrovias haya quedado como única oferente del servicio por un período de 12 años -prorrogable a 15- nos preocupa porque en 24 años han sido muchos los incumplimientos en inversión, eficiencia y seguridad en el servicio. Tenemos una red de subterráneos que creció poco en ampliación y frecuencia. Líneas de la zona sur donde se padece cotidianamente el viaje en hora pico, equipamiento para renovar los trenes que se compró sin adecuar a las vías o con peligrosidad de contaminación por asbesto como en la línea B”.
La legisladora del FIT Alejandrina Barry remarcó que “queda nuevamente en esta licitación una empresa enormemente cuestionada. Roggio esta comprobado que recibía coimas, han impuesto un tarifazo que nosotros logramos frenar por un tiempo mediante una medida judicial, pero que luego la justicia falló a favor. Mientras tanto, no se invierte y el pueblo trabajador sigue viajando como ganado”, consigna Página 12. “La denuncia de los trabajadores sobre la presencia de asbesto sería una causa para que no se le pueda volver a dar la concesión. Con Myriam Bregman impulsamos en la legislatura un proyecto para que el subte sea estatizado y controlado por sus trabajadores”, advirtió.PuraCiudad.com