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El tren que parte desde el pequeño pueblo puntano hacia Buenos Aires es una experiencia digna de vivir y que -a pesar de todavía tener que superar algunos inconvenientes de infraestructura- significa el regreso de un medio de transporte inigualable. Los detalles de un viaje sobre rieles
"La vuelta del tren es una gran alegría para todos nosotros”. Esas son las palabras de Blanca, jubilada de Justo Daract, un pequeño pueblo en San Luis -casi al límite con Córdoba- que tras 30 años de interrupción, volvió a ver al tren de pasajeros llegar a la vieja estación. Si bien la noticia de que las vías del ferrocarril San Martín fueron puestas en valor para conectar esta pequeña localidad con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue dada a conocer casi dos meses atrás, recién este 21 de agosto quien escribe pudo experimentar la travesía que implica y -¿por qué no?- emular una posible conexión con Mendoza para fin de año.
Unos 380 kilómetros al oeste de Justo Daract existe lo que es quizás el anhelo de miles: la habilitación de la unión entre la capital del país y Mendoza. Lo que empezó siendo un sueño fue tomando forma poco a poco. Desde proyectos legislativos y estudios presentados, hasta señales claras del Ministerio de Transporte de la Nación. El guante quedó en las autoridades de Trenes Argentinos y el Gobierno de Mendoza, quienes tienen que pulir los detalles necesarios para la concreción del plan.
Pero, ¿cómo es viajar en tren desde Justo Daract a Buenos Aires? Muchos argentinos -especialmente mendocinos- se preguntaron esto al notar que el regreso del tren de pasajeros es una realidad en el interior del país. Existen numerosas dudas; tanto para quienes desean que llegue a la capital del vino como para aquellos que no se ven entusiasmados por algunas desventajas que presenta.
En primera instancia es fundamental diferenciar el origen del recorrido. No implica el mismo desgaste tener como punto de partida Justo Daract, Villa Mercedes o el centro de San Luis. En este caso, el comienzo del viaje es desde Mendoza, teniendo en cuenta que aún no hay certezas de la habilitación del tramo hasta Buenos Aires.
Para llegar a Justo Daract es necesario comprar un boleto de colectivo que ronda los $3.000. La duración de este primer tramo es de 6 horas. Las empresas de transporte suelen establecer cronogramas de viaje a partir de los 8 de la mañana, lo cual resulta una ventaja para quienes quieran combinar con el tren, que parte todos los domingos a las 18:50.
El viaje hasta la Estación Retiro del centro porteño se caracteriza por sus precios extremadamente baratos. El interior de la unidad se divide en: camarote, que cuesta $2.500 para dos personas; pullman en $800 y primera clase $600: valores casi imposible de hallar en el mercado.
Cómo “sobrevivir” a tantas horas de viaje
La duración del viaje es lo que muchas personas critican. El mal estado de la vía, producto del deterioro por falta de mantenimiento por años genera que las unidades no puedan ir a más de 40 km/h . De esta manera el tren llega a Retiro en 14 horas. Desde Justo Daract hasta Junín, provincia de Buenos Aires, la velocidad de la formación no es la ideal. Pero a partir de esta última localidad, puede alcanzarse una velocidad de 60 km/h.
El viejo edificio de la estación de Justo Daract "se llena de gente cada vez que viene el tren", según comentan los habitantes locales. Incluso, algunas personas simplemente van a mirar. Los más ancianos buscar revivir recuerdos y lo más chicos crearlos. La fila se organiza por dos entradas al andén, para que luego el staff se encargue de guiar a los pasajeros según la ubicación correspondiente.
En el interior hay diversas comodidades para “matar el tiempo”. La ventaja del tren es que brinda la posibilidad al pasajero de caminar por la formación, considerando que se trata de muchas horas para permanecer sentado. Además, incluye la opción de un coche comedor para comprar gaseosas, sánguches y golosinas a precios moderados.
También contiene numerosos baños y ante baños que están distribuidos por todos los vagones y que, por cierto, funcionan en óptimas condiciones. Además, tienen una buena limpieza, un aspecto fundamental.
Catorce horas es mucho tiempo, por supuesto, pero las comodidades ayudan a pasar el momento. De todos modos, la duración del viaje pasa a ser secundaria si se compara el precio del tren con el de un colectivo o avión, donde el gasto puede llegar a ser hasta 8 veces mayor.
El hecho de que cueste $600 el ticket más barato resulta ser un motivo de alegría para muchas familias. “Estamos muy contentos. No solamente yo, sino que toda la gente del lugar. Nos han abaratado los costos a los que menos ganamos. Y más a los jubilados, para así poder viajar y visitar a nuestros familiares”, señaló a MDZ Blanca, jubilada de Justo Daract que aguardaba con emoción por la señal para subir al tren.
Cerca de las 9 horas del día lunes, la formación ingresó al Conurbano bonaerense. Muchos de los pasajeros descendieron en las estaciones Pilar y José C Paz, las últimas antes del final del recorrido. Al llegar a Retiro, el procedimiento es como en cualquier otro transporte de pasajeros.
Una particularidad es que hay personas que viajan con sus bicicletas a bordo y sin ningún costo extra. Allí, un grupo de amigas descendió de los vagones y le contó a MDZ: "Esto es muy práctico. Subir la bici es gratis, como si fuese una valija. La bici subió al furgón y las alforjas con objetos personales las llevé conmigo. El tren tiene un servicio excelente. Es muy esperanzador para todos". Y sobre la idea de realizar este tipo de viajes afirmó que "es muy placentero conocer un pueblo pedaleando porque es otra energía. Es muy diferente a ir en auto o en algún otro vehículo que no es de tracción propia".
¿El tren llegará a Mendoza? Aún no hay anuncios oficiales, pero se estima que se concretarán reuniones clave en los próximos meses. De momento, se celebra la puesta en funcionamiento de un servicio que le otorga dignidad a pueblos que prácticamente desaparecieron tras el cierre del ferrocarril en 1993. MDZ.com