EXTERIOR
Francia
renunciará a construir nuevas líneas de Trenes de Gran Velocidad (TGV) como
medida de ahorro para equilibrar las finanzas públicas, declaró hoy el ministro
delegado de Presupuesto, Jérôme Cahuzac.
Según el
funcionario, durante el anterior gobierno se planearon multitud de proyectos
sin tener la más mínima financiación.
Los planes de
infraestructura del transporte hechos durante la presidencia de Nicolás Sarkozy
tienen un costo de 260 mil millones de euros, un tercio de los cuales deberán
ser asumidos por el Estado.
De acuerdo
con Cahuzac, la nueva administración dirigirá sus esfuerzos hacia el
mantenimiento de las redes secundarias del transporte ferroviario.
La primera
línea de TGV fue inaugurada en Francia en 1981 para enlazar a París y Lyon.
En la
actualidad esta red conecta a la capital francesa con las principales ciudades
y con la mayoría de los países vecinos.
El TGV es uno
de los trenes más veloces del mundo y en algunos tramos supera los 320 kilómetros por
hora.PrensaLatina