30 de marzo de 2022

Paro de trenes: Las claves de la interna gremial y la falta de reflejos del Gobierno para solucionar la crisis

Actualidad

El Gobierno de Alberto Fernández parece encaprichado en tirarse tiros en los pies. El paro de trenes que realizó La Fraternidad este martes fue una mezcla de inoperancia, falta de compromiso, desidia, internas gremiales, reclamos cruzados y pases de facturas, entre otros males que afectan el desarrollo de la Argentina.

El 21 de este mes, el gremio liderado por Omar Maturano declaró el estado de alerta y movilización y advirtió sobre medidas de fuerza de alance nacional tras el fallo judicial que paralizó el servicio Buenos Aires (Constitución)- Bahía Blanca, por el descarrilamiento de una formación, y la exigencia de implementar las medidas de seguridad correspondiente.

Ante la falta de respuesta de las autoridades nacionales, el sindicato dispuso un paro nacional con tiempo suficiente para que se los convoque a una mesa de negociación. Sin embargo, el ministerio de Trabajo no dictó la conciliación obligatoria -al considerar que no había un conflicto laboral- y el ministerio de Transporte pareció estar en otra sintonía. Los platos rotos los terminaron pagando los miles de usuarios que tuvieron que hacer malabares para llegar a sus trabajos y obligaciones.

Lo cierto es que ambas carteras no cumplieron sus roles, que es evitar que una demanda rápidamente solucionable llegue a explotarle a un Presidente que tiene problemas mucho más difíciles de resolver. En los pasillos de la Casa Rosada volvió a sonar la frase de "funcionarios que no funcionan" en medio de la interna (apenas calmada) entre kircheristas y albertistas.

Soluciones que llegan tarde

El lunes por la noche circuló la posibilidad de dictar la conciliación obligatoria, pero desde La Fraternidad ya habían anunciado que no la iban a acatar. Aplicarla iba a profundizar aún más el conflicto. Ahí apareció (tarde) la figura del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, quien convocó a Maturano a una reunión para el martes a la mañana. El encuentro duró apenas unos minutos, tras los cuales el cese de actividades fue levantado. Una muestra más de que la solución estaba al alcance de la mano.

En el oficialismo había cierto malestar con Maturano porque consideraban que la huelga estaba enmarcada en una disputa gremial tras la renovación de autoridades de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Algo de eso hay. Sin embargo, desde La Fraternidad sostienen que "nuestro deber es defender unos 100 puestos de trabajo que estaban en peligro" y subrayaron que "no se trató de una medida de fuerza sorpresiva, sino que se anunció hace más de una semana".

Cómo es la división en los gremios de transporte

La fractura de los sindicatos del transporte se dio cuando el titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia consiguió el respaldo del Camionero Pablo Moyano para convertirse como secretario General de la CATT. El acuerdo incluyó al anterior jefe de la citada Confederación, Juan Carlos Schmid.

Maturano soñaba con quedarse con el sillón principal o, en su defecto, como segundo. Ni una cosa ni la otra. Por eso anunció su salida junto con su socio, Roberto Fernández, secretario General de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la conformación de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT) sumando gremios del barrionuevismo como Carga y Descarga y Estaciones de Servicio, que lidera otro de los cotitulares de la CGT, Carlos Acuña, dirigente de aceitados vínculos con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

La UGATT será presentada oficialmente el 5 de abril. Los maliciosos sostienen que el paro de este martes fue una muestra del poder de fuego que tiene la organización. Un llamado de atención al Gobierno para que no lo dejen afuera de la ronda de negociaciones, justamente en tiempos donde se cuestionan los subsidios, que son esenciales para sostener el transporte de colectivos.

Críticas a jueces, gobernadores e intendentes

No es un dato menor que La Fraternidad haya cargado las tintas sobre el poder judicial. En un documento afirmó que "no dudamos en defender a la industria ferroviaria y los puestos de trabajo, vulnerados por la decisión judicial de suspender los servicios entre Buenos Aires y Bahía Blanca por un descarrilamiento".

Subrayó que la industria ferroviaria "es de forma permanente atacada, en este caso por la justicia", y añadió que el gremio también rechaza "las irregularidades producidas en la compra fantasma de pasajes en servicios de la actividad, que agotan las disponibilidades y transfieren pasajeros al sector del autotransporte".

"El ferrocarril está siendo atacado y, prueba de ello, es lo que ocurrió durante el asfaltado de vías y ante la negativa de algunos intendentes a que los servicios se detengan en sus localidades, como ocurre en Chascomús, por ejemplo", afirmó.

El malestar también se relaciona con "las conductas de algunos gobiernos provinciales que, violentando la ley, se adueñan de territorios ferroviarios propiedad de la Nación y utilizan terrenos para variados fines y no para construir viviendas para el personal, que no tiene casa propia en un 60 por ciento".

"Algunas comunas de forma irregular asfaltaron vías en los pasos a nivel, lo que impide que los trenes paren en las estaciones de esas localidades. Existe una embestida contra la actividad. A ello se suma la compra fantasma de pasajes, lo que agota las comodidades para derivar pasajeros al autotransporte", denunció.Fuente: IProfesional.com

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