EXTERIOR
Ya nada resulta raro en el mundo de lo extremo. Fijate lo
que hacen estos pibes.
En Johannesburgo, Sudáfrica, no hay mar, así que los
jóvenes pobres de la ciudad de Soweto se divierten "surfeando" en
trenes que van a toda velocidad. Este peligroso pasatiempo se ha llevado varias
vidas, y a pesar de las iniciativas para detenerlo, el surf en tren mantiene su
popularidad.
Se considera que Sudáfrica es el lugar donde nació el
"train surfing", o surf en tren, que data de los primeros años 80,
cuando la gente empezó a hacer pruebas en coches de trenes en movimiento. De
ahí en adelante, este hobby extremo se expandió hasta llegar a Brasil, Alemania
y Rusia, pero Johannesburgo es única por la variedad de estilos.
La forma más común y menos peligrosa de surfear en tren es
subirse al techo de un coche y saltar de él cuando comienza a moverse para
luego volver a subir cuando el tren está en movimiento. Luego está el surf de
costado, cuando los aspirantes a dobles de películas corren al lado del tren
estando sobre el andén mientras sus compañeros mantienen la puerta abierta, o
balancearse fuera de la puerta cuando el tren pasa por un túnel, corriendo por
las paredes.
Otra variante consiste en que los intrépidos
"deportistas" se metan debajo del tren mientras está en movimiento,
pateando el piso, lo cual no recomendamos practicar. Pero la más letal de todas
es surfear en el techo del tren mientras tratan de esquivar cables de electricidad
y puentes. Todos los movimientos tienen nombres como "Matrix",
"2020", "Gravul" o "Svandals".DarioVeloz.com
N. de la R.: A principio de la Década de los 90 en nuestro país algunos de estos muchachos hacían lo mismo en la Línea Roca. Recordamos que estando en la estación Temperley un sábado de tarde escuchamos una explosión, y era que uno de estos "surfistas" tocó la catanaria y ya sabemos cuál fue el final. Menos mal que esta terrible "moda" fue extirpada de lleno desde hace años de nuestros ferrocarriles.