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"Basta de demoliciones" y "Amigos del Riel" lamentaron que no se haya conservado el edificio patrimonial, al igual que los galpones junto al río.
Ni su arquitectura con tejas francesas de valor patrimonial, ni las historias al compás del ferrocarril con las que la traza que pasó por allí ligó a Rosario y a Santa Fe a finales del 1800, ni el haber sido testigo de la revolución armada encabezada por Hipólito Irigoyen en 1905 salvaron este lunes a la Estación Sorrento de la demolición.
"Matan al perro en vez de intentar curarlo" se leyó en un Twitter de este lunes tras conocerse la triste noticia a través de las redes. "Y eso que es radical el intendente", fue otro comentario.
La resolución N° 422 del Ejecutivo municipal rubricada por el intendente Pablo Javkin permitió tirar abajo el edificio de patrimonio histórico ubicado en Darragueira y República de Siria, barrio Sarmiento al noroeste de la ciudad.
"AUTORIZASE la demolición de la ex estación Sorrento para la liberación de todo riesgo del área", se lee en el documento firmado el 1° de junio pasado.
Dos especialistas en favor de la preservación en diálogo con La Capital lamentaron y criticaron duramente que el destino de este edificio no haya sido el mismo que el de las estaciones de Fisherton, Funes, Roldán, Oliveros y Cañada de Gómez.
Para el arquitecto Pablo Mercado, integrante de "Basta de demoliciones" y "Rosario secreta" la decisión es "una frustración", porque mientras se conservan galpones de 1902 al lado del río, cerca del centro, "se tira abajo una construcción anterior en el noroeste, como si los barrios no tuvieran historia".
Para él el municipio tiene un Programa Municipal Patrimonio que depende de Planeamiento y una comisión asesora de ese programa, integrada por los colegios de Arquitectos, Ingenieros, los maestros mayores de obra, el Museo de la Ciudad y la Facultad de Arquitectura. "Pero ambos espacios parecen inactivos. Claro que era importante que la estructura de Sorrento no se cayera encima de nadie, pero demoler la casona no era la solución, porque además es una salida tan costosa como la de recuperar el edificio. ¿No se podían conservar las tejas y ladrillos de fábrica? Se podrían haber usado chapas como en otras estaciones que quedaron como producto de la ciudad", dijo Mercado.
En tanto, Priotti agregó: "El edificio no tenía un tamaño desmedido como para repararlo, pero nunca hubo voluntad política de preservarlo. Esta ciudad le da la espalda al patrimonio ferroviarios sin darse cuenta de que esa es la historia sobre la que creció Rosario. A pocas cuadras de allí, también en Sorrento, estaba el hipódromo de Alberdi, precursor del actual que se abrió luego en el parque Independencia, pero además esa casa fue testigo y huella de la historia de la ciudad y la historia del partido Radical" .
El amante de los ferrocarriles se refirió a uno de los alzamientos que se dieron con el objetivo de terminar con el fraude electoral de los conservadores encolumnados con el ex presidente Miguel Juarez Celman y que dio nacimiento a la Unión Cívica Radical.
La decisión de la demolición la rubricó el intendente Pablo Javkin por pedido de los vecinos quienes este año reiteraron la necesidad de "demolición urgente" de la construcción alegando "peligro de derrumbe", usurpaciones constantes por parte de personas que corren riesgo al alojarse bajo la estructura y estado de abandono; una situación que acompañaron con fotografías. El Concejo pidió inspección y el municipio procedió.
Todo hace suponer que tras la picota el lugar que ocupó la casona será parte del actual espacio verde. En años no se pudo revivir: ni los Amigos del Riel ni los proyectos de Preservación de Patrimonio del municipio, ni los planes de los ex concejales Alberto Cortés y Eduardo Toniolli (quienes habían ilusionado transformarla en edificio de la vecinal o espacio socio comunitario) le pudieron dar más y mejor oxígeno al inmueble, que aún conservaba en su frontis la palabra "Sorrento".
Hoy los vestigios de la estación son parte de la plazoleta ubicada frente al club de barrio Sarmiento. El espacio verde posee una arboleda centenaria y aloja el mural dedicado a un joven muerto en Malvinas y vecino del barrio, el “Cabo Oscar Manuel Alvarez”, nombre con el que se bautizó la plaza.
Semblanzas de lo que fue
Tras hablar con vecinos y funcionarios municipales, hace dos años La Capital retrató el estado ruinoso de la estructura de estación. Pero desde ese momento a la actualidad nada mejoró. Por el contrario.
La Estación Sorrento fue inaugurada en 1888 por los capitales franceses de Ferrocarril de Santa Fe y prestó servicio de carga hasta 1930. El ramal conectada a Rosario y a Santa Fe, pasando por esta estación, la Terminal de Omnibus y Empalme Graneros.
Hasta hace poco tiempo se sostenían como restos la entrada, cuatro habitaciones con marcos de roble, algunas baldosas rojas y azulejos y tirantes con unas pocas tejas marsellanas con el sello de fábrica: Sacoman.
Un vecino treintiañero, Pablo Muñoz, quien vivió toda su infancia frente a la estación, aseguró que el lugar "siempre" estuvo usurpado por gente en situación de calle. Y estaba lleno de "basura y mugre".
En 2005 el Presupuesto Participativo del municipio había asignado un monto de 42 mil pesos para parquización de los alrededores de la Estación, pero no se activaron las obras de la casona. Y la vecinal Barrio Sarmiento nunca se mudó allí como se había proyectado.
Desde los considerandos del reciente decreto se comprueba que desde 1995 están activadas las idas y vueltas para recuperar la Estación, pero las intenciones no llegaron a buen puerto.
"Aún con organismos de preservación creados no logramos accionar entre lo público y lo privado para evitar estas demoliciones que son costosas también en todo sentido", remarcó Mercado.
Mientras, como hombre ligado a la historia del ferrocarril, Priotti insistió. "Desde 1996 hay una ordenanza que ordena crear el Museo Ferroviario y nada ha pasado aún, no sorprende que se haya tirado abajo esta estación, parte de la historia de la ciudad. Lamentable".LaCapitaldeRosario.com