Accidentes Ferroviarios
Un día como hoy, pero de 1982, Quilmes fue escenario de uno de los accidentes ferroviarios más graves en la historia argentina. La colisión entre dos formaciones de la Línea Roca, ocurrida el 17 de octubre —un lluvioso domingo en el que se celebraba el Día de la Madre— dejó un saldo trágico que nunca pudo determinarse con exactitud, y marcó para siempre la memoria colectiva de la ciudad.
Todo sucedió en horas de la tarde, cuando un tren que se dirigía desde Ranelagh hacia Constitución se detuvo esperando la señal de paso. En ese momento, otra formación que venía desde La Plata dobló en la curva de Triunvirato, en Quilmes, y no logró frenar a tiempo. El impacto por detrás fue devastador: los primeros vagones quedaron completamente destruidos y decenas de pasajeros atrapados entre los hierros retorcidos.
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Según publicó el medio local El Quilmero, los informes oficiales de aquella jornada ofrecieron cifras dispares. Cerca de la medianoche, la policía y las autoridades sanitarias informaron que había 32 fallecidos y más de 60 heridos, a los que los bomberos sumaron cinco cuerpos más que aún estaban atrapados en el vagón más dañado. Al día siguiente, Defensa Civil redujo el número de víctimas fatales a 19 y Ferrocarriles Argentinos a 17. Las diferencias notorias entre los reportes, sumadas al desconocimiento sobre la evolución de los 63 heridos en los días posteriores, hicieron que el número final de muertos quedara indeterminado.
Las responsabilidades del siniestro recayeron en los señaleros, aunque nunca hubo una conclusión pública definitiva que esclareciera por completo las causas. La magnitud de la tragedia movilizó a bomberos de todo el conurbano bonaerense, que trabajaron junto al cuerpo de Quilmes en tareas de rescate y remoción de escombros durante largas horas bajo la lluvia. El accidente ferroviario del 17 de octubre de 1982 es recordado como el más grave en la historia de Quilmes y uno de los más impactantes del sistema ferroviario argentino.InfoQuilmes.com