La Ciudad de Buenos Aires fue pionera en Sudámerica en la construcción de subterráneos: la línea A comenzó a construirse un siglo atrás, en 1909. Sin embargo, los porteños hoy cuentan con tan sólo la mitad de los kilómetros trazados bajo tierra que tiene Santiago de Chile; y con un servicio de transporte totalmente deficitario.
Una buena noticia sería sin dudas la concreción de la Línea G: que uniría Retiro con Villa del Parque, correría prácticamente en línea recta por debajo de las avenidas Córdoba y Estado de Israel y tendría combinaciones con la línea D y B.
Al respecto, existe una propuesta de una empresa oriental, la China Railway International, para construir la línea en cinco años, por un precio que ronda los 1.650 millones de dólares. La oferta incluye la apertura de todas las estaciones y los vagones de las formaciones.
En esta caso, como ocurrió con Ingalterra a principios de Siglo, China aparece como un socio oportuno. Ellos ofrecen no sólo hacer la obra, sino financiarla y ponerla operativa en 5 años. El préstamo se pagaría recién una vez concluida.
¿Porqué tanta generosidad? China necesita que sus empresas de infraestructura salgan a competir en el mundo y Buenos Aires -una de las grandes capitales del globo- les sirve como ejemplo de lo que son capaces de hacer.
Se trata de una pieza de una jugada estratégica y de largo alcance de la potencia asiática, que sólo en el 2010 destino a sus empresas de infraestructura unos 50.000 millones de dólares para que salgan a cazar proyectos por todo el mundo. Y esa es la urgencia. Si Buenos Aires no cierra el acuerdo antes de fin de año, podría perder el financiamiento, ya que hay otras ciudades en la lista.
En virtud de esta posibilidad, el ministro porteño de Hacienda, Néstor Grindetti, partirá el lunes hacia China, en compañía del director de Crédito Público, Abel Fernández. Allí, el miércoles se reunirán con las autoridades del Export-Import Bank of China que ofrece un préstamo de 1.400 millones (el 85 por ciento del total) a pagar en 15 años y con los primeros seis “de gracia”.
El asunto puntual que va a discutirse es la tasa de interés que deberá pagar la Ciudad. Fuentes extra-oficiales informaron a LPO que la entidad crediticia exige un 20 por ciento anual y que la intención de los titulares de Hacienda es reducir esa cifra en, al menos, cinco puntos. “Si cerramos en 15, firmo”, cuentan que habría dicho el Jefe de Gobierno sobre este acuerdo que despierta los reparos del ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain.
En caso de que la negociación prospere, el Ejecutivo deberá presentar un proyecto en la Legislatura porteña para autorizar la obra. Fuentes del oficialismo descuentan que tendrán apoyo de los legisladores de la oposición y recuerdan que el año pasado varios diputados de distintos bloques partieron en comitiva a China para ver en persona cómo sería el servicio que se implementaría en Buenos Aires.
Un dato importante, y sobre el que ya habría acuerdo, es que la empresa asiática aceptaría contratar trabajadores argentinos y que por este tema ya se habrían iniciado conversaciones con los titulares del gremio de la UOCRA. En una primer instancia, se había dicho que la empresa traería obreros chinos para realizar los túneles.
Otro tema que se negoció es que las estaciones no sean todas centrales y con los andenes a los costados -como la de Pueyrredón-, sistema que utiliza esta constructora.
Por el momento, los funcionarios de la Ciudad esperarán con especial atención los resultados de este viaje de Grindetti, a sabiendas de que más allá de la realización de esta obra, este acuerdo serviría para que Buenos Aires abra una alianza estratégica con el gigante asiático.
Es que si el cuerdo se cierra los chinos ya tienen en carpeta la contrucción d ela línea F que correría por debajo de la avenida Callao. Buenos Aires empezaría a así a recuperar las décadas perdidas en materia de subterráneos.(Fuente: Lapolíticaonline)
“Si cerramos en 15, firmo” no te estas comprando un auto querido.
ResponderEliminarpor favor no se les ocurra votar a macri el año que viene , es como volver a las 90 , nos quedamos sin trenes y subtes
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