Al principio fue aceptado como una lucha digna. El abuso de los cortes hizo que el método fuera perdiendo la tolerancia de sus comienzos. Fueron y son la consecuencia de las políticas neoliberales de ajustes iniciada por la dictadura y profundizada por Menem y continuada por De la Rúa.
DE ORGULLOSOS Y DIGNOS FERROVIARIOS A TERCERIZADOS
En nuestro país, a diferencia de los países desarrollados, se ha venido desinvirtiendo a los ferrocarriles. El proceso se inició al comienzo de los años ’60 con Arturo Frondizi y por recomendación del Banco Mundial (por eso decíamos en nuestro artículo anterior que difícilmente este organismo nos aconseje bien sobre lo que nos conviene). Era el llamado Plan Larkin (apellido de un general norteamericano que asesoraba al Banco Mundial), frenado por la resistencia de los trabajadores ferroviarios de entonces. El plan se basaba en la idea de que los servicios públicos deben ser objeto de lucro y no servicio público.
Pero, 15 años después ese plan es retomado por la dictadura cívico-militar de Martínez de Hoz-Videla.
1976-1980: 58.000 DESPEDIDOS
Según la Nueva Historia del Ferrocarril en la Argentina de Mario López y Jorge Waddell, se abandonaron unas 560 estaciones, se redujeron trenes interurbanos y locales en un 30% y se cerraron unas 5.500 líneas secundarias. Como consecuencia empezaron a “morirse” unos 700 pueblos.
Lejos de revertir la situación y aplicar inversiones que lo modernizaran y lo hicieran más eficiente, el gobierno del Dr. Alfonsín elaboró un plan que contemplaba el despido de unos 65.000 agentes. La oposición sindical y la derrota electoral de l987 congelaron el plan. El precursor de las privatizaciones se llama Rodolfo Terragno.
EL “ÉXITO” MENEMISTA: EL DESGUACE Y EL DESMANTELAMIENTO
Saul Menem promulgó en 1989 la Ley 23.696 de Reforma del Estado que sirvió de sustento al remate sin base de los bienes del Estado.
En 1989 Menem recibió los ferrocarriles con 93.445 empleados. En 1992 quedaban 36.557 (según estadísticas de Ferrocarriles Argentinos).
La Unión Ferroviaria resistió durante 45 días de paros. Fue cuando Menem lanza la famosa frase: “ramal que para, ramal que cierra”. Fue duro e inflexible……con los trabajadores y con quienes defendían el interés nacional. Con Bunge y Born, Alzogaray, el almirante Rojas, las multinacionales y los Estados Unidos, desparramaba sonrisas y simpatía.
DE LOS PIQUETEROS A LOS TERCERIZADOS
Los 56.888 ferroviarios despedidos, solo en la etapa menemista, recibieron al principio un buen dinero. Pero al no producirse la Revolución Productiva, se les fue terminando. Poco tiempo después, despedidos ferroviarios, de YPF. y de otras empresas del Estado, recurrieron a los cortes de rutas para hacerse escuchar.
Muchos de los que hoy condenan el fenómeno piquetero, seguramente son los mismos que aplaudieron las políticas supuestamente modernizadoras y de primer mundo aplicadas por el menemismo.
Hoy, los llamados tercerizados son todavía una rémora de las políticas “flexibilizadotas” del neoliberalismo. Como un afiliado a la Unión Ferroviaria debe ganar unos $ 7.500 (chofer), lo despiden y una Cooperativa lo toma para hacer el mismo trabajo por $ 2.500. Y lo peor, entonces y hoy, con la complicidad de dirigentes gremiales convertidos en empresarios.(Fuente: Corrientes Opina)
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