Desde este lunes, los usuarios del transporte preferido de los madrileños ya pueden usar los nuevos 8.400, siete trenes de los treinta que entrarán en servicio en la Circular a lo largo de 2011 y que constituyen la última generación de convoyes del ferrocarril suburbano.
La presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón
hicieron este lunes el recorrido inaugural ante la sorpresa de los viajeros por encontrarse con los políticos y su corte de técnicos y periodistas. Desde las cocheras de Laguna hasta la estación de Arganzuela-Planetario (recorriendo las estaciones de Carpetana, Oporto, Opañel, Plaza Elíptica, Usera y Legazpi) ambos dirigentes, junto a al consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría Metro y el Consorcio Regional, además de la presidenta de la Asamblea y ex responsable de Transportes, Elvira Rodríguez, disfrutaron de la calidad y las innovaciones del nuevo material móvil suministrado por la empresa vasca CAF (vea aquí la cadena de montaje de la compañía en Zaragoza).
Exteriormente, los trenes apenas se diferencian de los del modelo 8.000 ya implantados en otras líneas en la banda roja que los recorre de lado a lado en su parte superior, en la nueva compuerta que da acceso al mecanismo que une un tren con otro y en una ligera diferencia en el diseño de la cabecera del convoy. El color negro y el diseño a base de puntos, ha quedado finalmente aparcado, al igual que la polémica de las banderas. Finalmente, ésta se ha saldado con la Comunidad desistiendo de su intención de colocar insignias de gran tamaño bajo cada ventana de cada convoy. Sí destacan en las puertas delanteras los rótulos bien visibles que anuncian que los nuevos trenes disponen de rampa para minusválidos y de un lugar de uso exclusivo para los usuarios que quieran transportar su bicicleta en Metro.
Los cambios más notables están en el interior. Los coches de la serie 8.400 disponen de nuevos colores (amarillo brillante para los asideros y rojo vivo para el suelo) adaptados a las personas con deficiencias visuales, planos renovados (en realidad, una versión del modelo RaRo tan criticado por las asociaciones de amigos del Metro) y los llamativos asideros lobulares, además de un botón de llamada que permitirá a cualquier pasajero en silla de ruedas avisar al conductor de que debe desplegar la rampa de subida y bajada. Sus usuarios también gozarán, como ha ocurrido con sus antecesores, de climatización y videoentretenimiento.
Además de todas sus ventajas, la tecnología de los 8.400 permitirá aumentar la capacidad de la línea 6 en un 30%, pasando de 26.000 viajeros transportados por sentido y hora a los 34.000. Esto no se hará a costa de aumentar la capacidad de los trenes, ya que Metro mantiene su compromiso de dedicar un metro cuadrado por cada 3,5 pasajeros en un día laborable en hora punta, sino gracias a los sistemas de comunicación, conducción automática y control, que favorecerán el aumento de las frecuencias de paso.
Fabricados por la empresa CAF, los primero 30 trenes están llamados a sustituir a los viejos 5.000 de la línea 6, que a su vez eran los más antiguos del parque móvil de Metro. Después, y hasta llegar a 300 coches, se implantarán progresivamente en las líneas 2, 3, 8, 10 y 11. La renovación supondrá una inversión de 1.000 millones de euros a pagar al 50% entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital (como miembro destacado del Consorcio Regional de Transportes y primer beneficiario de la red de Metro). Esta cantidad incluye la adquisición de los trenes mediante la fórmula de 'renting' por un período de 17 años, incluyendo en este montante los gastos financieros de la operación y todo lo que tenga que ver con el mantenimiento.(Fuente y fotos: MadridDiario.es)