Uno de los aspectos clave del tren y el factor fundamental por el que un pasajero escoge viajar en AVE y no en cualquier otro medio de transporte es la rapidez. ¿Qué velocidad podrá alcanzar el AVE que permitirá que estemos, en tan sólo hora y media, disfrutando de un musical en la Gran Vía madrileña o visitando el Museo del Prado?
El AVE S-112, también conocido como Pato o Pico de Pato debido a la peculiar forma de su cabeza tractora, es una evolución del S-102, que es el que se viene utilizando hasta ahora en la mayoría de las líneas de alta velocidad españolas.
El actual modelo ofrece mayor capacidad que su predecesor, cambios en la distribución de las plazas y amplía las zonas destinadas a los pasajeros con movilidad reducida.
Este modelo, fabricado por la empresa española Talgo y la canadiense Bombardier, además, ha llegado a alcanzar durante los periodos de pruebas una velocidad de 363 kilómetros por hora, pero tiene establecida una velocidad comercial máxima de 330 kilómetros por hora. Este tren de última tecnología tiene un alto porcentaje de ejes de tracción que permite capacidad de tracción de alta calidad y un deterioro mínimo de los propios ejes. Está diseñado para circular por las vías de ancho internacional, no puede ir por las de ancho ibérico.
La forma futurista de la cabeza tractora de este tren fue desarrollada en un túnel de viento. Su especial diseño minimiza las olas de presión que se producen cuando un tren atraviesa los túneles. Además, su forma ayuda a reducir de manera significativa el efecto del viento lateral.
Otro elemento clave en el rendimiento global del S-112 es el bogie ligero de la cabeza motriz desarrollado por Bombardier. El pequeño espacio entre los ejes permite desarrollar una gran estabilidad en el conjunto y alcanzar rendimientos superiores tanto en el frenado como en la tracción.
Estas características únicas han sido aplicadas al AVE S-112 para lograr una mejor eficacia aerodinámica y un alto nivel de rendimiento global del tren en términos de velocidad, seguridad y reducción del ruido, apuntan los fabricantes.
El S-112, además, ayuda a la empresa operadora, en este caso Renfe, a que su explotación sea más rentable debido a su sistema de recuperación de energía, por la ligereza de los materiales que ocasiona un menor consumo de electricidad y porque dispone de un mayor número de plazas para pasajeros, 49 más que el anterior modelo, el S-102, lo cual abarata el coste de mantenimiento y permite obtener mayor rentabilidad.
La estructura de los trenes ha sido desarrollada con una aleación de aluminio de gran ligereza y con un cuidado diseño aerodinámico lo que facilita, a su vez, un menor consumo energético. Concretamente dispone de un sistema, llamado Mitrac, que le permite ahorrar un 30% de energía eléctrica: recupera y almacena la electricidad que genera el convoy al frenar y la aplica en la aceleración.
12 vagones, 365 plazas y tres millones de pasajeros al año
El AVE S-112 presenta una docena de coches por cada tren en los que se ofrecen 294 plazas en clase Turista (incluidas dos para personas con movilidad reducida) y 71 en primera clase, denominada Club. En total dispone de 365 asientos.
Todo ello supone que el tren constará de ocho coches de clase Turista y cuatro de clase Club y su longitud será de poco más de 200 metros.
Buscando el mayor confort, al mismo tiempo que la tecnología de última generación, todas las plazas poseen una conexión eléctrica de 220 voltios para que el pasajero, ora viaje en clase Club ora en Turista, pueda enchufar a la red eléctrica un ordenador portátil o recargar un móvil. Todos los asientos son abatibles y disponen de reposapiés. Al mismo tiempo, incluyen luces individuales, una mesa abatible, canales de vídeo, audio y frecuencia de radio.
El tren ofrece todas las comodidades para aquellos pasajeros que necesiten llevar a cabo actividades laborales a través de soportes electrónicos durante el viaje. Y sobre todo oferta algo esencial en los viajes, aunque solamente duren hora y media: los asientos son bastante espaciosos para personas corpulentas, tanto los de la clase Club como los de la Turista.
La tapicería de los asientos de la clase Turista es de tono azul acerado con pequeños cuadros grisáceos que motean tanto desde la base hasta el respaldo. Llaman la atención por su delgadez, pero no son incómodos.
En la clase Club los asientos son de cuero negro, amplios, cómodos, especialmente anchos, con sensación envolvente y con mucha holgura entre las filas.
Es novedoso el cambio de aire ofrecido al interior del tren. Los diseñadores han utilizados el color gris claro en las moquetas del suelo en los coches. Una combinación de colores crema y amarillo pálido determina el acceso a los vagones. También dispone de una zona con las paredes paneladas en tonos de madera, combinados con planchas de aluminio mate.
La zona Club, además, dispone de un compartimento en el que alrededor de media docena de pasajeros pueden viajar más resguardados de las miradas de los demás. Está destinado, en especial, a grupos de trabajo que pueden aprovechar el trayecto para celebrar reuniones.
La alta velocidad también traerá consigo ventajas medioambientales. La nueva línea ferroviaria entre Madrid y Valencia facilitará que el transporte disminuya sus emisiones contaminantes en 80.000 toneladas de CO2 anuales. Al mismo tiempo, se ahorrarán 30.000 toneladas de petróleo por año si tenemos en cuenta que la línea trasladará tres millones de pasajeros, según los cálculos sobre los que trabaja Renfe. Eso supone, de acuerdo con las cuentas del Ministerio de Fomento, que la línea de alta velocidad evitará 950.000 desplazamientos de coches y más de 6.000 vuelos de avión anuales.
Por su parte, Bombardier Transportation asegura que una de sus prioridades es el reciclaje. Lo consigue usando materiales reciclables en la mayor medida posible, evitando la mezcla de elementos y marcando los polímeros y las baterías. La multinacional de origen canadiense asume el compromiso de que el 90% de los componentes empleados en la fabricación de sus vehículos ferroviarios sean reciclables.
La fabricación del nuevo AVE S-112 se ha llevado a cabo en el Taller Central de Reparaciones de la división Integria de Renfe, en el malagueño barrio de Los Prados (como parte del acuerdo firmado en 2005 por Bombardier-Talgo y Renfe para la producción conjunta),y en los talleres de Talgo situados en Las Matas, en la localidad madrileña de Las Rozas. Fue en 2005 cuando Fomento adjudicó la construcción de 30 unidades del S-112 por 665 millones.(Fuente y foto: Las Provincias)