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Por primera
vez en Neuquén La
Fraternidad capacita a 15 jóvenes para ayudantes de
conductores de trenes.
Cuando
Sebastián Díaz finalice sus estudios dará cuerpo a la cuarta generación de
ferroviarios en su familia. Su bisabuelo fue jefe de estación al igual que su
abuelo y su padre fue maquinista. Sus historias y anécdotas de juventud están
relacionadas con el tren y las vías. Sabe que su bisabuelo llegó desde San
Antonio cuando todavía existía el tren de pasajeros. Entiende que la
privatización el ferrocarril en los ‘90 dejó a muchos compañeros de su padre
sin trabajo. Y que esa coyuntura rompió con la continuidad de cuentos
misteriosos y fantásticos sobre rieles.
Pero sus
recuerdos son fuertes, y ahora los quiere protagonizar al mando de una
locomotora. Es que Sebastián, junto a otros 14 compañeros, con idéntica
herencia, estudia para ser ayudante de conductores de trenes, para agregar
historias al relato familiar.
Los primeros
En la
historia de Neuquén, por primera vez, el Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad capacita a
15 jóvenes para ayudantes de conductores de trenes.
Los
aspirantes, hijos y nietos de maquinistas, estarán habilitados para desarrollar
su trabajo en locomotoras de cargas o de pasajeros. Si lo desean, en una nueva
etapa, podrán seguir estudiando para alcanzar el grado de conductores.
“El curso es
de gran importancia porque no teníamos escuela técnica y con mucho esfuerzo
conseguimos un espacio en la estación para dar los cursos. En la historia del
ferrocarril neuquino no se había hecho un curso de aspirante”, contó Hugo
Tamborindegui, integrante de la comisión directiva de la Comisión Permanente
de Reclamos (Copar), dependiente de La Fraternidad.
Los cursos se
dan por una iniciativa del sindicato en convenio con la empresa Ferrosur Roca
S.A y con la participación de la
Provincia, que otorgó un espacio para dictar las clases en la
antigua estación de ferrocarril ubicada en Vuelta de Obligado.
“Le damos
reglamento, física, mecánica y electricidad básica que es lo elemental para un
ayudante de conductor. Van a tener, además, conocimiento de un motor para
arreglar algo elemental. Al conductor lo van a ayudar de distintas maneras como
observando las vías o las señalizaciones”, contó Diego Echevarría, instructor
del curso, que llegó desde Buenos Aires.
Por
tradición, la prioridad para los cursos la tienen los familiares de ferroviarios.
Una situación muy particular que se da en los 15 chicos que tienen familiares
maquinistas y que cuentan, con admiración, es que iniciaron los estudios
motivados por las historias contadas por sus padres o abuelos.
Sebastián
Díaz contó que comenzó el curso por una cuestión laboral y por herencia, ya que
tiene a su padre y tíos maquinistas de trenes.
“Estoy aprovechando la oportunidad para el día de mañana ser ayudante y
luego ser maquinista como fueron mis familiares. Siempre estuve vinculado con
ellos”.
Tamborindegui
pidió la palabra para reforzar su historia. “Sebastián no dijo que su bisabuelo
también fue jefe de estación. Me acuerdo porque fue jefe mío cuando yo recién
empezaba. Era un gran tipo”.
En los '90, trenes de carga
En el aula,
con un motor desarmado en el suelo, los estudiantes escuchan atentos las
palabras del instructor y parecen viajar en el tiempo a aquellos momentos en
que sus propios padres les explicaban sobre los menesteres de conducir un tren.
“Vengo de
familia ferroviaria. Mi papá fue maquinista y también mi abuelo. Es un trabajo
que puede darnos una estabilidad. Ser maquinista es una responsabilidad linda e
importante por lo que marcó el ferrocarril en nuestra historia”, manifestó
Nahuel Olano.
“Las
historias que nos contaron ayudaron a que estemos en el lugar”, comentó
Braian Tamborindegui y continuó:
"Quiero probar para en un tiempo ser conductor como mi papá y abuelo. Es
un lindo trabajo y una linda oportunidad que hay que aprovechar".
La generación
de alumnos está marcada por la privatización del ferrocarril en la década del
'90. El tren de pasajeros dejó de venir a la región para dejar lugar sólo a los
de carga.
“Me gustaría
el tren de carga porque desde chico anduve con mi viejo. Y el de pasajeros
estaría bueno porque tendría conocimiento de más vías y lugares”, señaló
Braian.
Nahuel
agregó: “Crecí con el tren de carga que es algo que conozco y prefiero
conducir. Aunque me gustaría un tren de pasajeros para experimentar algo nuevo
porque no lo conozco. Tenemos presente el tema de la privatización aunque no se
habla mucho. Sería buena la estatización porque muchos pueblos desaparecieron
cuando sacaron a los trenes. Es un método de transporte seguro, económico. Hoy
todo es en colectivo para los que no tenemos auto. Es una linda alternativa que
facilita la movilidad”.
El curso
finalizará en enero y habrá 15 nuevos ayudantes de conductores. Los jóvenes
transitarán las vías de la región, trasladan todo tipo de cargas. Tal vez, con
suerte, se cumpla el sueño de muchos y puedan llevar a pasajeros sin la
necesidad de emigrar.LaMañana