22 de enero de 2024

Santa Fe: Entre la crisis y el miniturismo, el tren a Cañada de Gómez suma pasajeros

Actualidad

El servicio metropolitano que une Rosario con la localidad del sur santafesino y tiene paradas en Fisherton, Funes, Roldán, San Gerónimo, Carcarañá y Correa, se consolida como medio de transporte

El servicio de tren metropolitano que une Rosario con Cañada de Gómez y tiene paradas intermedias en Fisherton, Funes, Roldán, San Gerónimo, Carcarañá y Correa, experimentó en los últimos dos meses un notable incremento de pasajeros. En esta época del año se convirtió en una opción para hacer miniturismo por la zona, pero tras el incremento de la nafta y el golpe al bolsillo de los argentinos en medio una inflación imparable, muchos lo eligen como medio de transporte para tareas cotidianas. 

En la última semana el hall de la Estación Rosario Norte se colmó de madres y familias con niños que optaron por esa alternativa motivados por “mamá influencer”, una joven que subió a Instagram un video de su viaje en tren a Fisherton junto a su pequeña hija.

Son las 14 del miércoles 17 de enero y la sala de espera de la Estación de Trenes Rosario Norte ya está a tope de ansiosos pasajeros. Las dos ventanillas de las boleterías habilitadas para atención al público no paran de expender boletos y el personal ferroviario atento no para de evacuar dudas de los futuros pasajeros.

El perfil de gente que espera la salida del tren a Cañada de Gómez a las 14.30 es variado. Pero en esta época del año hay mayoría de familias, madres, padres, abuelos, con niños que planifican paseos cortos, de ida y vuelta en el día, por el solo hecho de experimentar las sensaciones del viaje y de paso visitar o conocer los pueblos y ciudades atravesados por el ramal.

Sobre todo madres y matrimonios jóvenes fueron además motivados por un reel que publicó la semana pasada en Instragram “mamá rosarienne”, una joven que hace propuestas culturales, de esparcimiento, diversión y turismo para disfrutar con niños y niñas.

Pero lo cierto es que cada vez más personas utilizan el tren empujados por la la coyuntura económica, a lo que se suman las ya conocidas virtudes y comodidades de un medio de transporte que tiene una tarifa más que accesible frente al elevado costo de los pasajes en colectivo.

Tres horarios y una tarifa "imbatible"

El servicio a Cañada de Gómez tiene tres frecuencias de lunes a viernes: a las 2.30, 14.30 y 20, con paradas en la Estación Antártida Argentina de Fisherton, Funes, Roldán, San Gerónimo, Carcarañá, Correa. De regreso, hay servicios a las 5.20, 17.20 y 23.15.

Además, tarda 20 minutos a Fisherton, 33 minutos a Funes, 51 minutos a Roldán, 73 minutos a San Gerónimo, una hora y media a Carcarañá, una hora y 53 minutos a Correa y dos horas 20 minutos a Cañada de Gómez.

Si bien este el lunes pasado las tarifas experimentaron un aumento, son imbatibles como se dice en términos comerciales. A Fisherton, Funes y Roldán, el boleto tiene un costo de 130 pesos, mientras que a San Gerónimo, Carcarañá, Correa y Cañada de Gómez se paga 260 pesos por ticket.

Sólo para trazar una comparación, en Rosario el transporte urbano tiene una tarifa de 240 pesos, el interurbano a Funes casi 380, a Roldán hay que pagar casi 500 pesos, y el micro a Cañada de Gómez cuesta 2.400 pesos.

Planes austeros, crisis, esparcimiento

Este servicio metropolitano de tren cosecha solo elogios entre los usuarios y las historias de enero en Rosario Norte así lo demuestran. “Vamos a pasear un rato a Funes, damos una vueltita, y después mi papá nos va a buscar en auto. Es una salida, un plan para que los chicos puedan descubrir el tren”, contó Sofía, con una beba en brazos, otros tres hijos pequeños y una sobrina que revoloteaban ansiosos a la espera del servicio de las 14.30.

Mientras esperaba tranquilo en una de las filas de asientos frente a la boletería, Ramón Portillo, de 75 años, estaba listo para embarcar con toda su familia rumbo a Carcarañá. “Viajamos con mi señora, mis hijos, y mis nietos, somos ocho en total. Vamos a pasar el fin de semana al camping municipal”, contó el hombre, conocedor de siempre de las virtudes del tren.

“Viajé mucho a Salta, Tucumán a Buenos Aires. Es muy económico y cómodo, con refrigeración. Hasta se puede comprar un camarote (viajes de larga distancia) cuando son cuatro personas. Utilicé mucho el tren cuando hice la colimba (servicio militar) y tenía que ir y venir de Campo de Mayo (Buenos Aires)”, rememora Portillo.

El bullicio no cesa por la gran cantidad de niños en la estación, donde además se intercalaban personas que asisten a tramitar el pasaporte o el DNI. Las rostros son de alegría y el estruendo del potente motor de la locomotora que se acerca para enganchar los vagones aumenta las expectativas. “Vamos a Funes a pasar la tarde, algo distinto”, coincidieron Mariana y Maxi, padres de mellizos de casi tres años. Con mochilas, bolsos y cochecito doble, hacían malabares para tener en brazos a Martino y Milo.

Al parecer, la movida de tantos padres y abuelos con niños estuvo relacionada al reel de “mamá rosarienne”, que administra Maru y se presenta como “mamá de Carmela y Ulises”. La cuenta digital fue declarada de interés municipal por la propuestas que divulga, muchas de ellas sobre cultura, esparcimiento y turismo en Rosario.

“Esta chica tiene muchos seguidores y subió un video donde propone el paseo en tren a Fisherton. Estoy segura que la presencia de tantas madres y chicos tiene que ver con eso, además de que estamos en vacaciones. Por otro lado, los menores de 3 años no pagan, y eso ayuda mucho como en nuestro caso”, agregó Mariana.

Primer viaje en tren a los 80 años

A pocos metros, María Cristina, de 80 años, confesó a La Capital que nunca había viajado en tren. Se la notó emocionada por compartir la experiencia junto a su hija Guadalupe, de 35 años, y a su nieto Joaquín, de seis. “Vamos a Fisherton, nos quedamos por ahí, damos unas vueltas y después volvemos”, contó sobre el recorrido.

Otra mujer esperaba sentada que su pareja sacara pasajes a Carcarañá. “Mi hermana vive allá, vamos de visita unos días. Para colmo se nos rompió el auto, así que el tren nos vino muy bien. Yo vivo a pocas cuadras de Rosario Norte. Vine caminando, y de vuelta estoy a un paso, no gasto en traslados”, expuso Alejandra mientras acarreaba su valija y los guardas esperaban que terminara el trámite.LaCapitaldeRosario.com

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