15 de diciembre de 2015

Tucumán: Casi 40 familias ocupan tierras del ferrocarril

Actualidad

Los ocupas no sólo se apropiaron del lugar sino que también lo demarcaron. Trabajan durante la noche. Están cansados de pedir lotes

El sol no concede tregua en la siesta simoqueña. Silvia Esther Lescano cava sin prisa pero a ritmo parejo. Ella se apropió de un terreno del predio ferroviario ubicado en el acceso noroeste a Simoca. Antes del anochecer necesita terminar las zanjas del cuadrado mayor, que marcó sobre la franja de tierra, paralela y lindante a las vías del otrora troncal ferroviario CC. Allí donde convergen las rutas nacional 157 y provincial 325. Mañana llenará los cimientos y después vendrán algunos parientes o amigos para ayudarla a levantar las paredes de bloque de una pieza. En ese único hábitat funcionarán la cocina, el comedor, el dormitorio, el living. Todo. Menos el baño. El rectángulo para las instalaciones sanitarias es menor y se localiza hacia el lado de los rieles.


Dos hijos discapacitados 

“Nosotros alquilamos en la calle 25 de Mayo. Pagamos $ 1.400 de alquiler. El único ingreso que tenemos es una pensión de $ 2.900, que cobro por tener dos hijos discapacitados. Una nena de ocho años con retraso madurativo y un varón de 11 años, fronterizo y con Mal de Chagas. Mi marido hace changas. Pero hasta antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales nos dejaron de pagar los quincenales. Son ayudas que nos daba la Municipalidad para limpiar calles, cavar zanjas, cortar el pasto, barrer lugares públicos, etcétera”, contó la mujer de 33 años.

Manuel, el compañero de la prolífica madre, corta el pasto y limpia el predio, de 15 metros de frente por 10 de fondo. También amontona piedras y cascotes. Una niña pequeña, de cinco años, juega descalza en el lugar. Ella es una de los siete hijos de la pareja. “Yo soy ayudante de un técnico en refrigeración. Pero ahora el trabajo escasea y cada vez que lo ayudaba recibía entre $ 50 y $ 150. Ese dinero nos ayudaba para el día a día, junto con el quincenal. Pero ahora nos quedamos sin nada”, se explayó el hombre, de 37 años.

Cansados de pedir

Lo cierto es que ambos, después de describir el duro presente que atraviesan, explicaron por qué usurparon los 150 metros cuadrados de la lonja, que atraviesa Los Pérez Chico y pertenecen a Nuevos Ferrocarriles Argentinos. “Ya no podemos pagar el alquiler y nos van a desalojar. Por eso nos vinimos aquí. No nos envió nadie. Lo que pasa es que más adelante, a la entrada del barrio San José, ya hay gente viviendo desde hace un par de años. Fuimos varios a hablar con el nuevo intendente, Miguel Herrera, pero nunca está. Sin embargo por radio dijo que él no puede interferir en un tema que es federal. Él aduce que las tierras son de una empresa del Estado nacional y no del municipio. Pero nosotros somos ciudadanos del municipio de Simoca y, en campaña, prometió darnos una solución a quienes carecemos de viviendas. Al menos, habló de terrenos. Pero ahora se quiere lavar las manos”, detallaron.


“Nos cansamos de solicitar al municipio que nos concedan un terreno fiscal”, cuentan casi a coro. “Pero hace poco -añadieron- el Instituto Provincial de la Vivienda entregó casas y 120 lotes para construir en el barrio Raúl Alfonsín. Y a nosotros no nos dieron nada”.

Más apropiadores

Unos metros hacia el norte. Por el camino de ripio paralelo a la ruta 157 y a las vías se observa el demarcado de las parcelas ocupadas. Hace más de dos semanas unas 20 familias se asentaron en una franja cercana a los 1.200 metros. “Me consta que es gente del departamento Simoca. Algunos son de Pampa Mayo, Macio, Buena Vista, Balderrama, San Antonio de Padua, Los Güemes y otros parajes de los alrededores de esta ciudad”, describió Diego Décima, que construye una precaria vivienda de cañas, sobre el lote del que se apropió.

Advertencia

“Nosotros entendemos que esto no es nuestro. Es del Ferrocarril -se explayó-. Incluso ya vino gente de esa empresa a advertirnos que no podemos construir. Pero ellos nos dijeron que el municipio es el que debe darnos una solución. Aun más, nos avisaron que en cualquier momento pueden venir efectivos de Gendarmería Nacional o de la Policía Federal a desalojarnos. Pero el nuevo jefe municipal no nos recibe. Por acá no anduvo nunca. Al menos yo no lo vi. Aunque algunos me cuentan que pasó en un auto y no paró. Hasta ahora no nos dieron ninguna salida. Nosotros también alquilamos y estamos sin trabajo. Hasta hace un mes estaba en el quincenal municipal. Me pagaban pero me tenían en negro”.

Otro asentamiento

Al cruzar la gruta de la Virgen de Guadalupe hay un paso a nivel. A partir de allí y hasta otro cruce, situado más adelante -en dirección a Manuela Pedraza y en otros casi 1.100 metros de extensión- se contabilizan al menos casi otras familias, que avanzan con la ocupación ilegal y demarcación de parcelas. Pero en horas diurnas no aparecen. “Todos viene cuando se pone el sol y el calor no castiga tanto”, cuenta Miguel Reales, vecino del lugar.

“Algunos vienen en autos y camionetas. No sé si serán de ellos. Son casi 40 familias. Pero ahora están un poco asustados porque les dijeron que la Gendarmería o la Federal vendrá a desalojarlos”, agregó el hombre, próximo a cumplir 80 años.LaGaceta.com