Gremiales
Tras la nueva detención de un guarda por falso testimonio, surgió en los
pasillos de Comodoro Py el interrogante sobre la figura de Reynoso. El
cuestionado delegado sindical de la UF en ambos casos acompañó a los guardas
que terminaron detenidos. Su cercanía con un grupo de familiares y el
oportunismo político. El rol del sindicalismo opositor en las declaraciones de
sus trabajadores.
El juicio oral por el accidente de Once, que lleva adelante el Tribunal
Oral Federal 2 integrado por los jueces Jorge Tassara, Rodrigo Giménez Uriburu
y Jorge Gorini, está atravesando largas audiencias con un debate que pone en
duda muchas de las actuaciones hechas en la instrucción de la causa llevada
adelante por el Juez Claudio Bonadío.
En el debate de ayer se vivió un nuevo capítulo que tuvo como
protagonistas a los trabajadores que responden al sector bordó que controla la
Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria (UF), liderado por los delegados
gremiales Rubén Sobrero y Edgardo Reynoso.
El guarda Patricio Juárez, primero de los tres testigos en declarar,
quedó atrapado entre sus contradicciones y fue detenido acusado de presunto
falso testimonio. Otra vez un guarda reticente a contestar preguntas y con un
relato “moldeado”. Semanas atrás, el guarda Miguel Gerónimo había sido detenido
bajo la misma imputación que recayó sobre Juárez.
Los dos guardas viajaban en la cabina de conducción ubicada en la parte
trasera del tren chapa 16. Juárez, que iba desde Moreno en la formación que
conducía Leonardo Andrada (el conductor que fuera asesinado en un hecho poco
claro), fue el que debió pasarle en Castelar la posta de su puesto de trabajo a
Gerónimo, para que haga el trayecto Castelar-Once con Marcos Córdoba como
motorman.
Durante la declaración a Juárez se le preguntó si fue coaccionado por
alguien para declarar, puesto que se lo vio llegar a la sala donde se lleva
adelante el juicio junto a Edgardo Reynoso, dirigente de la seccional Haedo y
opositor a la conducción nacional de la Unión Ferroviaria.
La presencia de Reynoso en los pasillos de los tribunales federales de
Comodoro Py llamó la atención, sobre todo porque es uno de los testigos que
deberá declarar ante el TOF 2 más adelante en este juicio. ¿Qué hacía ahí
cuando ningún testigo puede hacerlo? ¿Por qué hablaba con los familiares de las
víctimas, que se acercaron a él en varias oportunidades como para consultarlo?
Estas preguntas se hacían tanto los abogados defensores como así también
algunos querellantes.
Las sospechas de algunos querellantes y defensores apuntaban a
desentrañar una eventual protección de parte del sector bordó de la UF,
liderado por Sobrero, sobre sus trabajadores y que en afán de ese objetivo
monten un escenario que se aleje de la verdad de los hechos.
En efecto, el abogado querellante Gregorio Dalbón fue incisivo en querer
revelar si alguien había “apretado” a Juárez o le había sugerido cómo declarar.
Una vez finalizada la audiencia, en su cuenta de Twitter el abogado escribió:
“#ONCE El guarda de Andrada preso por falso testimonio. Siempre dije que fueron
los sindicatos y los motorman. Todos procesados. Querés más” y luego añadió
“#ONCE La Unión ferroviaria y La Fraternidad impunes por Claudio Bonadio. Y
vengan que les daré batalla. Porque: “La Verdad es inevitable”.
Otro dato llamativo de la audiencia se produjo cuando Dalbon les exhibió
a los dos guardas la foto del juez Bonadio para que lo reconocieran y ninguno
lo hizo, algo que genero extrañeza en el auditorio y que fue permitido por el
Tribunal.
Reynoso se quedó afuera de la sala, en el subsuelo de Comodoro Py, hasta
el final de la declaración de Juárez, pero su nombre circuló durante la jornada
en boca de los jueces del Tribunal, del Fiscal Fernando Arrigo y de casi todos
los abogados querellantes y defensores.
La audiencia tuvo un momento de tensión cuando Dalbón le insistió con
detener al testigo, lo que en un primer momento fue rechazado por el Tribunal.
“Si tengo que pagar las causas, si tengo que ir preso, iré preso”, dijo Juárez.
A los pocos minutos todas las partes cuestionaron su declaración ante el TOF 2:
las querellas, la fiscalía a cargo de Fernando Arrigo y varias defensas
lideradas por el abogado Mariano Fragueiro Frías. Todos notaron evidentes
contradicciones en su “maquillado” relato.
Para el fiscal Arrigo, el testigo fue “reticente” a contestar las
preguntas, y lo mismo interpretaron algunas defensas al considerar que podía
incriminarse.
Luego de dos cuartos intermedios que dispuso Jorge Tassara, presidente
del Tribunal, el guarda Patricio Juárez quedó detenido.
En la audiencia del 17 de junio se había dado una situación casi
idéntica. Miguel Ángel Gerónimo, el guarda que acompañó desde Castelar hasta
Once a Marcos Córdoba, quedó detenido por falso testimonio. Luego de varios
días detenido fue liberado.
Ahora, los dos guardas que fueron a declarar acompañados por el
dirigente Edgardo Reynoso deberán enfrentar ahora juicios paralelos por falso
testimonio, en los que podrían recibir hasta diez años de cárcel.
La extensa jornada de ayer se cerró cerca de las 21.30 horas con la
declaración de Felipe López Bonfanti, quien también es guarda del ferrocarril
Sarmiento y fue el único de los tres guardas que estuvo en el tren que chocó en
Once que no fue detenido por presunto falso testimonio en el juicio oral.
Casualidad o no, Bonfanti fue el único de los tres que no fue acompañado
por algún delegado gremial y fue el único que dijo tener diferencias con
“políticas gremiales y de métodos” con ellos, sobre todo cuando se le preguntó si
conocía a Rubén Sobrero. “Por desgracia sí”, contestó.Fuente: Letra P.
Que RARO,letra P, ¿? es un comentario tendencioso , tan evidente que bueee.....
ResponderEliminarArticulo vergonzoso
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