GREMIALES
Pablo
Ferreyra dialogó con Infobae.com y reiteró el pedido de Justicia por la muerte
del militante del Partido Obrero, ocurrida en 2010. Sus compañeros realizarán
una vigilia frente a los tribunales de Comodoro Py
Mañana, desde
las 8, en los Tribunales de Comodoro Py, comenzará el juicio oral que sentará
en el banquillo de los acusados al dirigente gremial ferroviario José Pedraza,
detenido como supuesto “instigador” del ataque que el 20 de octubre de 2010, en
el barrio porteño de Barracas, terminó con la vida de Mariano Ferreyra, de 23
años.
Esa tarde, el
joven acompañó junto a otros militantes del Partido Obrero el reclamo de un
grupo de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca que exigían el pase a
planta permanente, pero, inesperadamente, una patota de la Unión Ferroviaria
(UF) arremetió contra los manifestantes y disparó contra ellos. Ferreyra
recibió un disparo en el pecho y murió, mientras que otros tres compañeros
-Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos- resultaron heridos.
Infobae.com
dialogó con Pablo Ferreyra, hermano de la víctima fatal y querellante en la
causa, quien consideró que el crimen "desnudó el estado calamitoso en que
se encuentran los trabajadores argentinos".
Pablo estima
que la causa debería funcionar "de manera reflexiva" sobre el papel
del sindicalismo empresario, la cuestión del modelo sindical, el trabajo
precarizado, la complicidad entre barrabravas y el poder sindical o político.
Pero más allá
del pedido de justicia, Pablo Ferreyra se propuso trabajar junto al Centro de
Estudios Legales y Sociales (CELS) en una campaña que pretende eliminar
prácticas laborales que van en detrimento de las condiciones básicas del
trabajador, como es la tercerización.
“Con el CELS
siento que encontré la posibilidad de darle un sentido a la muerte de Mariano.
Y ver qué podemos hacer para que esto no vuelva a pasar.”
Al igual que
Mariano, Pablo fue militante del Partido Obrero, pero se apartó mucho antes de
la muerte de su hermano. Si bien se define a sí mismo como un hombre de
izquierda, no lleva ninguna bandera política. Aunque hoy se siente más afín al
oficialismo. “Yo pienso que la posibilidad de discutir tanto lo que sucedió con
Mariano como si es posible acabar con ciertas formas de precarización laboral,
se van a dar en el marco histórico que propone este gobierno, y no fuera. Ahí
es donde está mi aprobación del kirchnerismo”, explica. Y destaca el papel del
ex presidente Néstor Kirchner en el avance de la causa.
“El Estado en
este caso ha actuado de manera muy rápida para resolver el crimen. Más allá de
que haya sido la Justicia,
el gobierno nunca se interpuso. De hecho, uno de los testigos claves lo aportó
Kirchner. Se trata de un testigo de identidad reservada, un quebrado de la
patota que confiesa algunas cosas y es fundamental para la causa”, contó a este
medio.
El caso
también derivó en una denuncia por coimas, con la presunta complicidad del
sistema judicial, en la que se intenta probar que José Pedraza quiso influir
con dinero para que derive en un tribunal afín.
“La causa
tuvo muchos elementos en el medio como la detención de Pedraza, la denuncia de
coimas, escuchas, un perito que quiso arruinar parte de la prueba. Pero a pesar de todas las adversidades
planteadas por la
Unión Ferroviaria y por Pedraza, avanzó", considera el
mayor de los hermanos Ferreyra.
"Eso te
demuestra que es posible que la
Justicia prospere en este país. Más allá de los obstáculos
que fuimos sorteando llegamos enteros, con una hipótesis muy fuerte. Sabemos
que Pedraza armó esta patota para aleccionar a un sector de los trabajadores
tercerizados y demostrar así que no iba a permitir poner en peligro todos sus
negociados”, señaló Pablo.
Las
dificultades son muchas porque en el momento del hecho, la Policía Federal no
actuó debidamente según la denuncia, cuestión que forma parte de la causa
judicial.
No haber
filmado momentos claves del ataque, comunicaciones que se hicieron por un
telecomunicador que no deja nada registrado, no identificar ni detener a los
agresores, no ser efectivos en la atención de los heridos, no ser un número
suficiente para separar a dos facciones, entre otros elementos, son, según
Ferreyra, pruebas suficientes para acusar cierta complicidad de la fuerza de
seguridad en el ataque.
Pablo calcula
que habrá casi 400 testigos para declarar en el juicio. Sus testimonios serán
la clave para demostrar que la trayectoria de las balas coincide con la del
proyectil que mató a Mariano. "No fue solamente querer asustar sino que
hubo una intención de dañar y herir", consideró.
"Todos
estos elementos nos tienen que demostrar a nosotros que hubo un plan
coordinado, instigado por Pedraza, aceptado por Pablo Díaz que estaba en el
lugar, ejecutado por estos tipos y arreglado de alguna manera en el lugar con
la policía que estaba ahí para que no intervenga", sostuvo. Y añadió:
"Si se demuestra la responsabilidad de Pedraza tiene que haber perpetua. Y
claramente estoy seguro de que hubo zona liberada. ".
Ferreyra
confía en la justicia por lo demostrado hasta ahora, sobre todo luego de la
detención de Pedraza, algo que consideraba "muy lejano". Sin embargo,
aún conserva ciertos temores: "Me gustaría que el poder no beneficie a
Pedraza ni al resto de los responsables. Por suerte la Justicia siempre se
mantuvo independiente".
"Pretendo
que se entienda que se está juzgando a un tipo que fue el paradigma del
sindicalismo empresario de los 90, condenarlo sería ejemplificador para
cualquier tipo de esquema similar. Una forma de hacer sindicalismo que ojala
haya tocado su techo con esto", concluyó. InfoBae