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Carlos hace un estricto control de los elementos de seguridad desde que se pone en marcha la formación y cubre el tramo entre Plottier y Cipolletti.
Eran las 9:15 en la estación del Tren del Valle, en Neuquén, y faltaban pocos minutos para el horario de partida. Exactamente cinco minutos. Carlos Railaf, tuvo un breve diálogo con cada futuro pasajero,- en el momento que apoyaban la SUBE en la máquina y luego de a uno subían a la formación. Una tarea que hace Carlos todos los días, como guarda del tren. Es la última persona en subirse antes de arrancar el recorrido por las vías y el primero en descender en cada parada.
“Mi función es controlar arriba del tren, que el pasajero vaya cómodo, tranquilo, que no haya ninguna anormalidad en el trayecto y hacer el conteo de pasajes”, contó Railaf, de 46 años, que trabaja en el tren de pasajeros desde que el servicio volvió a unir Neuquén y Cipolletti, en 2015.
Apuntó que su tarea comienza antes que la unidad llegue a la estación para empezar cada viaje.
“Cuando llegamos se revisa la unidad en el taller que está casi llegando a Plottier. Qué estén los matafuegos en condiciones y con su fecha como corresponde. Después el servicio de mecánica, lo tiene que entregar con el gasoil al 100 y uno también lo revisa. Es parte del protocolo del guarda. El informe me lo pasa el personal de mecánica, pero yo tengo que hacer también, la revisación que esté todo como ellos me dicen. Se firma una planilla. Después ya se empieza a carretear el coche para la salida hacia el primer servicio”, describió.DiarioRíoNegro.com