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La
empresa carbonífera de Río Turbio está en plena auditoría, intervenida por las
autoridades nacionales, que hace varios meses trabajan sin que hasta el
momento, se haya trasladado el esfuerzo en producción. Por el contrario, personajes
sospechados del vaciamiento, sobreprecios y culpables de la disfunción de la
empresa, están de “asesores” del actual Interventor y entre los planes, figura
el de hacer correr trenes en el ramal que desde el año 2009 venimos informando
que es un peligro para las máquinas y las personas. El material está obsoleto y
la responsabilidad de Roggio/Esuco y Austral Construcciones SA, quedó a salvo
de la justicia.
En
el mes de enero el gobierno nacional de Mauricio Macri, nombró como nuevo
Interventor frente a YCRT (Yacimiento Carbonífero Río Turbio) a Omar Zeidán y a
partir de allí, se instaló una “auditoría” interna para tratar de investigar
las serias y numerosas irregularidades que se vienen cometiendo en la empresa
desde hace una década, donde hay desde sobreprecios millonarios, hasta el pago
de sueldos increíbles, motivo por el cual – expresó la nueva intervención – era
menester “transparentar” la empresa y “ponerla a producir”.
Más
de tres meses después, no se conocen aún los resultados finales y/o parciales
de esa auditoría, excepto algunas declaraciones aisladas de Zeidán a la prensa,
intentado producir un “golpe de efecto”, para que la opinión pública entienda
que desde el gobierno central “están haciendo algo”, pero nada definitivo ni
clarificador. Muchos menos, claro está, YCRT se encuentra en camino de producir
carbón, algo que OPI viene señalando desde hace años, debido al deterioro
material, la corrupción imperante y la desidia de las anteriores
intervenciones, que solo tuvieron en la mira hacer negocios paralelos con la
empresa y usarla de bastión político.
Sin
embargo, la nueva conducción de YCRT aún no ha mostrado resultados y por el
contrario ha generado muchas dudas hacia adentro y hacia afuera, por cuanto
algunos de los asesores que tiene el Interventor, son parte histórica de la
empresa que debieran estar siendo investigados, más que contratados para
colaborar con la transparencia que se pretende conseguir.
El
caso más paradigmático es el del Ingeniero Ángel Garabello que hace unos días,
con relación al estado de las minas de carbón dijo a la prensa “se estuvo
trabajando (todos estos años) debajo de las condiciones de seguridad mínimas
aconsejables. Estamos trabajando con velocidades de aire peligrosas, es una
situación muy delicada porque los trabajos a desarrollar van a llevar meses y
tenemos que pedir que no se produzcan fenómenos naturales como derrumbes y
microsismos que podrían perjudicar notoriamente la tarea”.
Ahora
bien, cualquiera diría que Garabello llegó junto con Zeidán hace 3 meses, pero
no. Este ingeniero, está en YCRT desde la época de Jorge Taselli y es coautor y
responsable de todo lo que ha pasado en YCRT en los últimos 12 años en el
yacimiento e inclusive, acompañó la desastrosa gestión de la anterior
intervención, de Atanasio Pérez Ozuna, hoy (nuevamente) intendente de Río
Turbio.
Tan
cuestionado es Garabello, que en varias oportunidades le fue solicitado a
Zeidán, el apartamiento de este funcionario que hoy parece encontrar las fallas
que nunca vio en una década de corrupción, negociados, sobreprecios y olvido
del sistema de producción del yacimiento. A pesar de las advertencias, el nuevo
Interventor, lo nombró su “colaborador” y asesor en materia de material y mina,
en la empresa, donde lo sostiene.
Vía
muerta
Uno
de los temas más controvertidos en la “recuperación productiva” de YCRT, es la
salida del carbón desde mina, en Río Turbio, hasta el puerto de Punta Loyola en
Río Gallegos, a una distancia de 280 Kms, para lo cual existe un sistema
ferroportuario que desde el año 2006 está obsoleto, destruido y sobre el cual
se han gastado millones de pesos (inclusive con la participación del propio
Garabello) y sigue en un estado calamitoso.
Aún
así, existe la intención de la actual intervención, de hacer correr trenes
sobre estas vías, que la propia Fraternidad en varias oportunidades durante
estos años, han indicado como “peligrosas” e “intransitables” por los graves
problemas que tiene de construcción, fatiga de material y terraplenes en malas
condiciones que pondrían en riesgo, no solo el material ferroviario y la carga,
sino la vida de las personas. De hecho el 16 de octubre de 2014, una máquina
que realizaba una prueba, colisionó con un camión en una paso a nivel, por
problemas de seguridad en el sistema de señales y barreras.OPISantaCruz.com