6 de marzo de 2019

Nuevo eslabón en la cadena de GNL

Tecnología Ferroviaria

Han transcurrido algo más de 50 años desde que la industria gasista encontró la fórmula para globalizar el negocio del gas natural licuado (GNL) mediante el empleo de camiones cisterna. En aquel momento, se establecieron las bases de un desarrollo logístico de pequeña escala y corta distancia que permitieron acelerar el proceso de gasificación en países como España. Desde entonces, se han realizado más de un millón de operaciones y se exportan a Europa más de 5.000 cargas anuales.

En estos años, la industria del gas natural ha ampliado de forma progresiva su modelo de negocio, acumulando un notable track record de seguridad, eficiencia y evolución tecnológica. En la actualidad, es posible el transporte de cualquier volumen de GNL a cualquier distancia de forma segura y eficiente.

Una estrategia sectorial reforzada 

El GNL destaca por su coste competitivo frente a sus competidores al disponer actualmente de un sistema de infraestructuras maduro y con suficiente capacidad. Además, se trata de la única alternativa real, a día de hoy, para conseguir reducir alrededor de un 20% la huella de carbono a corto plazo y en todos los sectores de movilidad, comparado con los combustibles tradicionales.


En este escenario, el sector gasista tiene en la logística su mejor aliado, tanto en lo relativo a la competitividad en coste como en el desarrollo y ampliación de su portfolio de soluciones para, de este modo, garantizar la atención de la demanda para su uso como combustible alternativo.

En el ámbito de la movilidad marítima, si bien existe capacidad suficiente será preciso establecer una transición y desarrollo de las cadenas logísticas, desde un muy corto plazo, con el empleo de camiones cisterna y/o el de isocontenedores multimodales, hasta la incorporación de soluciones con buques directamente aprovisionados desde las plantas de regasificación. En la movilidad por carretera, el transporte de GNL es una solución técnicamente madura para las cortas y medias distancias. Para distancias superiores a los 1.500 kilómetros, tenemos en el ferrocarril la única solución terrestre alternativa, ya que la tecnología de licuación small scale no es una alternativa competitiva.

En ambos segmentos de demanda se evidencia la necesidad de completar el actual portfolio de soluciones logísticas, en combinación con la multimodalidad, que permita el desarrollo del mercado de forma competitiva, en tanto que se desarrollan otras soluciones más eficientes. El ferrocarril se presenta como la solución más adecuada para la consecución de ambos objetivos por ser un 80% más eficiente, 10 veces más seguro y más versátil que el transporte por carretera. Es importante destacar que, en relación con otras energías transportadas por ferrocarril, el transporte de GNL no supone mayores riesgos ni procesos de manipulación particularmente complejos.

En ese entorno, Enagás está impulsando, tanto a través del proyecto CoreLNGas hive como en su hoja de ruta ferroviaria—en desarrollo desde 2014 con Renfe y Naturgy—, el despliegue de experiencias prácticas para un desarrollo comercial competitivo.

En particular, destaca el desarrollo de un piloto de transporte multimodal del GNL, pionero en Europa, mediante el transporte de un iso-contenedor cisterna de 20 pies por ferrocarril, carretera y vía marítima. El proyecto se desarrolla en dos fases: la primera, ya realizada, desde Huelva a Melilla, y en cuanto a la segunda, prevista para el primer semestre de 2019, desde Cartagena a Ceuta. El éxito de esta iniciativa es posible gracias a los socios de CORE LNGas hive que participan en esta actividad de transporte multimodal de GNL: Enagás, Renfe Mercancías, Cepsa, las autoridades portuarias de Algeciras, Huelva, Melilla y Cartagena. Asimismo, el proyecto cuenta con la colaboración de Crisergas, que realiza, bajo la supervisión logística de Cepsa, las operaciones de transporte del isocontenedor, y de la empresa Setolazar, propietaria del mismo.

Del resultado obtenido de la primera prueba destacamos que el transporte se haya realizado con una sola carta de porte multimodal y que se han ejecutado todas las operaciones de acarreo del iso-contenedor en las terminales de los operadores logísticos y ferroviarios sin necesidad de medios adicionales, manteniéndose durante todo el transporte las condiciones físico-químicas del producto dentro de sus parámetros de seguridad. Esta prueba piloto pone de manifiesto la eficacia del iso-contenedor como solución versátil y flexible para el transporte del GNL. Facilita la carga y descarga de GNL manejándose fácilmente de un medio de transporte a otro, lo que permite que el gas pueda recorrer largas distancias de una forma más rápida y segura. Al mismo tiempo, pone en valor la eficiencia del ferrocarril como nueva solución logística abriendo la posibilidad de acceso al GNL a nuevas ubicaciones y mercados.ElVigía.com

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