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Sólo quedó una frecuencia semanal para unir Junín con Retiro y se produjo el cierre de la COOTTAJ: llora la historia juninense.
En el mismo mes en que se celebra el día del ferroviario, en el año en que se cumplían 25 años de trabajo de la COOTTAJ, todo Junín lamenta estar archivando toda su historia ferroviaria.
Con un servicio de pasajeros que tiene una frecuencia diaria a Retiro y con el reciente cierre de la Cooperativa, se están escribiendo las últimas hojas de la industria más grande que tuvo la ciudad y a la sombra de la cual creció y que le permitió ser por mucho tiempo, el ombligo del noroeste bonaerense.
Cada 1 de marzo se celebra el día del ferroviario y también del traspaso de los ferrocarriles ingleses al Estado Argentino, hecho que ocurrió en 1948.
En Junín, las 30 hectáreas que dominan el centro de la ciudad, representan la historia del desarrollo y crecimiento de Junín. Fue la actividad que significó un sentido social comunitario a través de una importante fuente de trabajo. La sirena de los horarios de entrada y salida de los operarios, el pago de cada 7 de mes que se derramaba en los comercios de la ciudad y cada historia familiar ligada a esos Talleres, forman parte hoy de recuerdos inolvidables.
A fines de marzo de 1993 corrieron por última vez ocho ramales ferroviarios, involucrados en trece provincias. No hubo necesidad de parar para que se cumpliera la promesa del entonces presidente Carlos Menem, con su recordada frase “Ramal que para, ramal que cierra”.
Los trenes, que sirvieron al país durante un siglo, pasaron a ser piezas de museo y dejaron pueblos aislados y viajes encarecidos. Y sometieron a la ciudad cumpliendo un papel administrativo, de comercio y servicios, muy lejos de aquellas décadas de esplendor en las que florecía de la mano de los Talleres ferroviarios, que llegó a tener 6000 empleados.
Los trenes
En septiembre de 2017, la nueva gestión de Cambiemos anunciaba que habría tres servicios semanales entre Retiro y Junín: lunes, miércoles y viernes.
En ese momento, el intendente Petrecca se adjudicó el logro, a partir de “las múltiples gestiones” realizadas ante la gobernadora Vidal. “El tema ferroviario para los juninenses es muy importante y tiene mucha nostalgia y emotividad. Supimos tener 5000 empleados y ver el deterioro que tiene nos pone muy mal. Pero lo importante es que el Presidente Mauricio Macri ha tomado una firme decisión de poner en valor las vías, los trenes, vagones y mejorar la operatividad del sistema ferroviario.
Hay que recordar que cuando la Gobernadora María Eugenia Vidal asumió la gestión, se encontró con Ferrobaires que era una empresa que tenía varios servicios, entre ellos el de Junín-Retiro. El mismo era deficiente y cuando hubo un accidente, la Gobernadora tomó la decisión de dar de baja el servicio. A partir de allí, Junín quedó con un solo servicio a Retiro. Luego hubo toda una cuestión burocrática, donde Ferrobaires pasó al ámbito del Ministerio de Transporte de la Nación y hubo traspaso de maquinarias y empleados que tomó un tiempo. En ese esquema es que de a poco se van reestableciendo los servicios”, explicaba entonces el intendente Petrecca.
Incluso, con legisladores y funcionarios de su administración, el jefe comunal viajó en el tren y destacó las bondades del “Tren chino”.
Sin embargo, la alegría no duró mucho. Hacia fines de noviembre de 2018, los juninenses volvieron a tener una sola frecuencia, que sale de Junín los lunes a las 4.10 y regresa los viernes a las 18.20.
La Cooperativa
Mientras, la noticia que revolucionó en las últimas horas, fue el cierre de la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín. Su presidente, Pedro Rodríguez, anunció que se cortará la luz y los empleados fueron licenciados a partir de mañana.
Con la pérdida de este último eslabón, Junín está abandonando su identidad ferroviaria, golpeada hasta la destrucción por cada generación política que fue adueñándose de los gobiernos de turno.
Convocatoria por la COOTTAJ
Para mañana, a las 12.30, se convocó a los vecinos a participar de una manifestación en las puertas de la Cooperativa Ferroviaria, Rivadavia 719.
“Para reclamar por el ferrocarril, nuestros talleres, nuestro trabajo y nuestra historia”, reza el llamado.
“Junín dice NO al cierre de la COOTTAJ”, se agrega.
La primera locomotora
El 13 de mayo de 1884 llegó la primera locomotora a nuestra ciudad, con el ferrocarril Buenos Aires al Pacífico (BAP).
Al año siguiente, lo haría el Ferrocarril del Oeste (luego llamado General San Martín), proveniente de un ramal que lo conectaba con Pergamino.
En tanto, en 1886 se instaló un pequeño taller del BAP con 9 empleados que rápidamente pasaron a ser 50. Los talleres de Junín tuvieron la función de mantener y reparar los trenes que, en gran medida, transportaban materias primas.
Por entonces, el pueblo contaba con unos 1500 habitantes y la población rural alcanzaba los 3000.
La llegada del ferrocarril fue determinante para el crecimiento de la ciudad y para su desarrollo y posicionamiento en la región del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Desde ese momento, la identidad de Junín y sus habitantes quedaría ligada íntimamente a la actividad ferroviaria, y comenzó una nueva era de desenvolvimiento económico.LaVerdad.com
Sólo quedó una frecuencia semanal para unir Junín con Retiro y se produjo el cierre de la COOTTAJ: llora la historia juninense.
En el mismo mes en que se celebra el día del ferroviario, en el año en que se cumplían 25 años de trabajo de la COOTTAJ, todo Junín lamenta estar archivando toda su historia ferroviaria.
Con un servicio de pasajeros que tiene una frecuencia diaria a Retiro y con el reciente cierre de la Cooperativa, se están escribiendo las últimas hojas de la industria más grande que tuvo la ciudad y a la sombra de la cual creció y que le permitió ser por mucho tiempo, el ombligo del noroeste bonaerense.
Cada 1 de marzo se celebra el día del ferroviario y también del traspaso de los ferrocarriles ingleses al Estado Argentino, hecho que ocurrió en 1948.
En Junín, las 30 hectáreas que dominan el centro de la ciudad, representan la historia del desarrollo y crecimiento de Junín. Fue la actividad que significó un sentido social comunitario a través de una importante fuente de trabajo. La sirena de los horarios de entrada y salida de los operarios, el pago de cada 7 de mes que se derramaba en los comercios de la ciudad y cada historia familiar ligada a esos Talleres, forman parte hoy de recuerdos inolvidables.
A fines de marzo de 1993 corrieron por última vez ocho ramales ferroviarios, involucrados en trece provincias. No hubo necesidad de parar para que se cumpliera la promesa del entonces presidente Carlos Menem, con su recordada frase “Ramal que para, ramal que cierra”.
Los trenes, que sirvieron al país durante un siglo, pasaron a ser piezas de museo y dejaron pueblos aislados y viajes encarecidos. Y sometieron a la ciudad cumpliendo un papel administrativo, de comercio y servicios, muy lejos de aquellas décadas de esplendor en las que florecía de la mano de los Talleres ferroviarios, que llegó a tener 6000 empleados.
Los trenes
En septiembre de 2017, la nueva gestión de Cambiemos anunciaba que habría tres servicios semanales entre Retiro y Junín: lunes, miércoles y viernes.
En ese momento, el intendente Petrecca se adjudicó el logro, a partir de “las múltiples gestiones” realizadas ante la gobernadora Vidal. “El tema ferroviario para los juninenses es muy importante y tiene mucha nostalgia y emotividad. Supimos tener 5000 empleados y ver el deterioro que tiene nos pone muy mal. Pero lo importante es que el Presidente Mauricio Macri ha tomado una firme decisión de poner en valor las vías, los trenes, vagones y mejorar la operatividad del sistema ferroviario.
Hay que recordar que cuando la Gobernadora María Eugenia Vidal asumió la gestión, se encontró con Ferrobaires que era una empresa que tenía varios servicios, entre ellos el de Junín-Retiro. El mismo era deficiente y cuando hubo un accidente, la Gobernadora tomó la decisión de dar de baja el servicio. A partir de allí, Junín quedó con un solo servicio a Retiro. Luego hubo toda una cuestión burocrática, donde Ferrobaires pasó al ámbito del Ministerio de Transporte de la Nación y hubo traspaso de maquinarias y empleados que tomó un tiempo. En ese esquema es que de a poco se van reestableciendo los servicios”, explicaba entonces el intendente Petrecca.
Incluso, con legisladores y funcionarios de su administración, el jefe comunal viajó en el tren y destacó las bondades del “Tren chino”.
Sin embargo, la alegría no duró mucho. Hacia fines de noviembre de 2018, los juninenses volvieron a tener una sola frecuencia, que sale de Junín los lunes a las 4.10 y regresa los viernes a las 18.20.
La Cooperativa
Mientras, la noticia que revolucionó en las últimas horas, fue el cierre de la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín. Su presidente, Pedro Rodríguez, anunció que se cortará la luz y los empleados fueron licenciados a partir de mañana.
Con la pérdida de este último eslabón, Junín está abandonando su identidad ferroviaria, golpeada hasta la destrucción por cada generación política que fue adueñándose de los gobiernos de turno.
Convocatoria por la COOTTAJ
Para mañana, a las 12.30, se convocó a los vecinos a participar de una manifestación en las puertas de la Cooperativa Ferroviaria, Rivadavia 719.
“Para reclamar por el ferrocarril, nuestros talleres, nuestro trabajo y nuestra historia”, reza el llamado.
“Junín dice NO al cierre de la COOTTAJ”, se agrega.
La primera locomotora
El 13 de mayo de 1884 llegó la primera locomotora a nuestra ciudad, con el ferrocarril Buenos Aires al Pacífico (BAP).
Al año siguiente, lo haría el Ferrocarril del Oeste (luego llamado General San Martín), proveniente de un ramal que lo conectaba con Pergamino.
En tanto, en 1886 se instaló un pequeño taller del BAP con 9 empleados que rápidamente pasaron a ser 50. Los talleres de Junín tuvieron la función de mantener y reparar los trenes que, en gran medida, transportaban materias primas.
Por entonces, el pueblo contaba con unos 1500 habitantes y la población rural alcanzaba los 3000.
La llegada del ferrocarril fue determinante para el crecimiento de la ciudad y para su desarrollo y posicionamiento en la región del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Desde ese momento, la identidad de Junín y sus habitantes quedaría ligada íntimamente a la actividad ferroviaria, y comenzó una nueva era de desenvolvimiento económico.LaVerdad.com
Por que quieren cerrar ese taller no se conforman con los ramales cerrados que hay y lo que cuesta reativarlos tienen que pelear para no cerrar el taller de junin
ResponderEliminarTito RacingClub
Es hermoso lo que estamos haciendo juntos.
ResponderEliminarGustavo Tomás Jones
Digo yo. Los "ferroaficionados" que se ponían una locomotora ALCO como foto de perfil y en 2015 votaron esto ignorando todas las advertencias y creyendo que Mauricio venía para reactivar todos los trenes de cargas y de pasajeros del país, donde están ahora?.
ResponderEliminarJuan Agustín Pirozzi
SON IDIOTAS ..por eso soy persona no grata que por otra parte me chupa 10 huevos
EliminarQue impotencia!!!....que bronca!!!....la gente no importa!!!.... Catalina Guastelli
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