Dijo que solía haber desperfectos. Tras declarar, el juez decidió liberarlo.
Marcos Antonio Córdoba, el maquinista que conducía el tren que chocó el miércoles en la estación Once aseguró que intentó frenar dos veces, luego aplicó el freno de emergencia y los mecanismos no funcionaron. Eso dijo, según fuentes judiciales, ayer por la tarde cuando fue indagado en los tribunales de Comodoro Py por el juez federal Claudio Bonadio.
Momentos que el conductor del tren de pasajeros, señor Marcos Antonio Córdoba, es sacado de la cabina por el personal de bomberos.
Córdoba está casado, vive en Moreno, no tiene hijos y su mujer está embaraza. Tiene su cara lastimada producto de que, por el impacto, se golpeó con el vidrio de la cabina de conducción. También tiene golpes fuertes en sus piernas, pero no fracturas.
Bonadio, que recién ayer, cuando le leyó cómo era el hecho por el que iba a ser indagado, imputó a Córdoba por el delito de “estrago culposo” (cuando no hubo intención de producir daño). Dispuso su excarcelación cuando caía la noche sobre Buenos Aires y la Policía Federal confirmaba que el cuerpo hallado entre los restos del cuarto vagón del tren era el de Lucas Menghini Rey y había incidentes en la estación Once (ver página 3). El fiscal del caso, Federico Delgado se opuso a la excarcelación de Córdoba porque “aún no podemos precisar los alcances de los hechos, su gravedad y menos aún el grado de responsabilidad de Marcos Antonio Córdoba”.
El delito por el que fue imputado ayer el maquinista está contemplado en el artículo 196 del Código Penal que señala: “Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que por imprudencia o negligencia o por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un descarrilamiento, naufragio u otro accidente previsto en este capítulo. Si del hecho resultare lesionada o muerta alguna persona, se impondrá prisión de uno a cinco años”. La segunda parte de ese artículo es la que le corresponde a Córdoba y a todos aquellos que puedan ser imputados en la causa.
Córdoba, además de señalar que el mecanismo de frenado no funcionó como debía, agregó que era “habitual” que existieran fallas en los materiales de los trenes. Hizo, según fuentes de la investigación, referencias a desperfectos que tuvieron los motores y los sistemas hidráulicos de los trenes que había manejado.
El maquinista también aseguró que el día de la tragedia el mecanismo de freno había fallado parcialmente en la estación de Caballito, la anterior a Once. Y que debido a eso se había pasado unos metros del andén. Esa versión, según los investigadores, debe ser contrastada con lo que muestran las imágenes de los videos de seguridad del tren donde no se aprecia que el tren se hubiera pasado del andén.
Una de las versiones que hicieron circular extraoficialmente desde el Gobierno Nacional para sostener la tesis de que el accidente se produjo por un error humano, era que el maquinista podría haber estado hablando por teléfono o enviando mensajes de texto desde su celular. Ayer Bonadio lo interrogó acerca de ese posible hecho y el maquinista lo negó.
De todos modos, en Tribunales aseguran que a partir del informe de la empresa de telefonía celular contratada por Córdoba se podrá refutar o no lo asegurado por el maquinista. Si llamó por teléfono o envió mensajes a la hora del choque eso quedó registrado.
Anteayer declaró como testigo frente a Bonadio Miguel Ángel Gerónimo, el guarda del tren que chocó en Once. Iba en el último vagón. Su misión era abrir y cerrar las puertas de la formación. Había subido al tren en Castelar y llegó hasta Once sin ningún problema.
Según Gerónimo el tren no había tenido inconvenientes en las paradas previas a Once. Cuando el tren chocó contra la estación, Gerónimo corrió hasta el lugar donde estaba Córdoba. Le dio la mano y el maquinista, todavía atrapado en el tren, se puso a llorar.
En el video que fue filmado por la cámara que el tren llevaba justo arriba de la cabina del conductor no aparecen las imágenes del momento del tremendo impacto. Es que, explicaron en fuentes judiciales, la cámara que filma envía la información obtenida a la computadora que la registra cada siete segundos. El choque fue justo en uno de los intervalos en los que no envió la información y luego, el dispositivo se destrozó.
Los peritos designados por Bonadio trabajarán en el tren en la posición en la que se halla ahora durante los próximos días pero luego deberá ser levantado porque necesitan observar desde abajo cómo quedó la formación. Los peritos también estudian toda la documentación aportada por la empresa Trenes de Buenos Aires sobre el estado de conservación del tren. Entre esos papeles está, por ejemplo el manual de operaciones que regía el funcionamiento de la formación.Clarín
¡Qué estupidez,,pensar que faltando 50, 40 o 30 metros para llegar el conductor se ponga a hacer mensajes o hablar por tel´fono! F. Blanco
ResponderEliminarhay algo llamativo, segun pagina 12, al conductor se le hace el test de alcoholemia y da 0.13 cuando deberia haber sido cero para deslindar todo tipo de especulacion sobre su reaccion, es más se dice que ese fue el valor a las 11, siendo su valor real de 0.40 a las 7.49 segun dice la informacion. Si esto es verdad compromete su situación procesal, y pasaria a estar en una delicada situacion, tanto o más grave que la de tba que seguro está en problemas.
ResponderEliminarSi esto es asi y no se desmiente, estariamos ante una falta de profesionalismo que tambien es criticable y deberia ser punible.
Es importante conocer las causas de la tragedia; sin embargo que haya sido un error humano para nada cambia el panorama de TBA, las formaciones son un desastre y cualquier error se potencia. Esto es algo parecido al vuelo de LAPA, el error fue del piloto que omitió colocar los flaps al despegar; pero el contexto de corrupción en la empresa y la Fuerza Aérea influyó muchísimo en el siniestro.
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