Se calcula que el año próximo habrá 13 millones de toneladas adicionales para transportar. Entre 2010 y 2011, ese aumento fue de 25 millones. Preocupan los costos y la escasez de personal idóneo.
L a moderación en el crecimiento será la marca del año para la economía local y, por lo tanto, tendrá su reflejo inmediato en el negocio del transporte de carga y la logística que, aun con una desaceleración del crecimiento del consumo interno y del comercio exterior, se encontrará con un volumen de 13 millones de toneladas más para operar durante 2012.
La crisis internacional no amenaza tanto los flujos logísticos locales (productos para exportación + productos para el mercado interno, sean nacionales o importados), según estimaciones de FIEL divulgadas en el último seminario sobre Proyecciones Económicas para Operaciones Logísticas 2012.
“Trece millones de toneladas más de carga es un crecimiento moderado respecto a los 25 millones de incremento que tuvimos entre 2010 y 2011, pero es crecimiento al fin”, informa Jorge Jares, director de Diagnostico y Coaching Logístico SRL.
El aumento de la carga corresponderá a la cosecha en unos seis millones de toneladas (2011: 94,77 millones de toneladas; 2012: 100,44 millones); la producción manufacturera en unos tres millones y mercadería importada en otros cinco millones.
“Para el sector no es tanta la desaceleración, en volúmenes la perspectiva es bastante buena; el problema es el sector industrial, que va a tener un primer semestre bastante flojo con crecimiento real entre cero y negativo, automotores, metalmecánico”, indica a iEco Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.
“Además de lo que pasa en el mundo, encontramos que localmente se agotan algunos instrumentos, como las tasas de interés muy bajas que tuvimos, y éste será un problema para el crecimiento a partir del año próximo. Acostumbrados a crecer a una tasa del 7 y 8% anual, este 4% – con casi dos puntos de arrastre – nos habla de un crecimiento genuino del 2% y aunque no se puede hablar de recesión, es muy poco”, dice Bour.
De acuerdo a cálculos realizados por la federación que nuclea a los empresarios transportistas, FADEEAC, y la Asociación Argentina de Logística (ARLOG), los costos del combustible subieron en los últimos 12 meses un 37,5% (con fuerte disparidad por provincia) y los de la mano de obra un 27,5%, ambos insumos tienen un alto impacto en la actividad.
“El sector tiene recursos para transportar la mayor demanda; se realizaron inversiones importantes el año pasado tanto en flota, en equipamiento como en depósitos. Se construyeron depósitos logísticos Premium que tienen vacancia nula y un equipamiento que compensa los gastos de alquiler porque son más productivos y se ahorra mano de obra”, informa Jares.
El sector tiene dos problemas graves: uno es la escasez de recursos humanos capacitados. “Hoy un depósito tiene alta tecnología; tienen sus richters stackers , que son máquinas con su propia mini informática y la mano de obra contratada no tiene el perfil operativo mínimo para manejarlas. Las empresas están pensando en inversiones en capacitación, pero el personal temporario se necesita en los picos de estacionalidad”.
”Pero lo que más afecta, y ya no se puede soslayar, son los problemas de infraestructura del país. No tiene sentido hablar del incremento de camiones o depósitos, con una red ferroviaria desmantelada; los problemas en el puerto o el tráfico que impide a un camión hacer dos vueltas diarias”, agrega Jares.
La encuesta anual de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL) indica que se perdió un 15 % de productividad en el año por estos trastornos que lentifican y encarecen el servicio.iEco
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