Tras maniobras que estuvieron al borde de descarrillar a la estatal, como la compra de trenes de segunda mano provenientes de España o la contratación de consultorías por trabajos ya realizados, la actual estrategia de la estatal apunta a disminuir las pérdidas que todavía acarrea.
Dejar el pasado atrás. Esa es una de las consignas de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) que marcan a la nueva gestión de la compañía que presenta las mayores pérdidas entre las de propiedad estatal. Tarea difícil, si se considera que la historia reciente de la firma ha estado marcada por números rojos y escándalos de malos manejos.
Entre estos, maniobras que estuvieron al borde de descarrillar a la estatal, tales como la compra de trenes de segunda mano provenientes de España con un “sobreprecio”, contratación de consultorías por trabajos que ya habían sido realizados o indemnizaciones fuera del marco legal a ejecutivos de la empresa. Así, en 2008 las pérdidas de la empresa de ferrocarriles llegaron a niveles de $90.000 millones, todo en el marco del bullado plan trienal 2003-2005 por US$1.200 millones impulsado por el ex Presidente Ricardo Lagos.
Al cierre del tercer trimestre, las pérdidas de EFE llegaron a $66.715 millones, unos US$128 millones, lo que representó una reducción del saldo negativo en 27% en un año. En el mismo porcentaje aumentaron las ventas, pero aún está lejos de lograr un equilibrio.
A menos de un mes de aprobado su plan trienal 2011-2013 que incluye inversiones por US$260 millones, el presidente de EFE, Víctor Toledo, en conversación con ESTRATEGIA, sostuvo que en el mundo “el transporte de pasajeros vía tren es deficitario, en su operación genera pérdida (…), pero la carga es un negocio que debiera presentar superávit, por tanto, la combinación de ambos debería entregar un déficit controlado, bastante cercano al equilibrio”.
Y en eso trabajan, recalca Toledo, porque “un déficit cercano al equilibrio le da mucha tranquilidad a los accionistas, en este caso al Estado, de quizás poder invertir al tener resultados que son previsibles”.
También dentro de las metas autoimpuestas, cuenta, está el de aumentar la eficiencia, desarrollar el negocio de la carga, mejorar el transporte de pasajeros y “buscar una solución de largo plazo que le dé sustentabilidad a la actividad ferroviaria”.
La Carga
Uno de los pilares que sustentarán el futuro de EFE es el impulso a trasladar carga, pasando del 2,5% que actualmente se mueve en Chile en ferrocarril a un 10%, pero todavía muy por debajo del promedio de 40% existente en países desarrollados. ¿Cómo hacerlo? Toledo explica que entregando una mayor confiabilidad a este sistema, mejorando la infraestructura y, además, disponiendo de “la flexibilidad para hacer las conexiones origen-destino que requiere la carga, que se van modificando con el tiempo”.
Con dicho plan, según cuentan, en una primera etapa invertirían poco más de US$30 millones, ya que mucha de la infraestructura necesaria para aumentar la carga transportada existe, sólo hay que gestionarla de forma más eficiente, dice el presidente de la estatal.
En ese contexto, han divido en dos grandes áreas geográficas esta estrategia. En la Octava Región conectar de mejor manera con los puertos de la zona, ligados en gran medida a la industria forestal. Tarea similar para la producción que sale por los puertos de San Antonio, Ventanas y Valparaíso.
“Una meta de tres a cinco años, pasando de 2,5% a 5% y luego a 10% de participación en la carga transportada es una meta realista, porque está basada en proyectos concretos. No es un objetivo calculado de manera voluntarista: primero se hizo un estudio de mercado, se identificó y mapeó a través de todo Chile cuáles son los proyectos que están en ejecución en el mundo de la pesca, salmones, minería, forestal”, recalca Toledo.
No obstante, crecer por sí solo no es la única vía para EFE, ya que participar de la cadena logística fomentando el transporte intermodal –en la que actualmente es ausente– es prioridad, por lo que en este aspecto ponen sus fichas como fórmula que ayude a levantar los resultados de la empresa.
Los Privados
Una ventana también se les abre al mundo privado, aunque no de manera inmediata, en forma de posibles concesiones de algunos servicios. “Hemos desarrollado un plan que establece que se evaluará y mirará con mucha atención la participación de capital privado en la financiación”, dice el presidente de EFE.
Aunque aclara que “no es un objetivo concesionar (…) sí podría ser una herramienta”. En el caso de grandes proyectos estarían dispuestos a analizar la opción de la participación de capitales privados a través de concesiones.
Modelo, dice Toledo, que ya ha sido probado en el caso de las autopistas concesionadas, funcionando de buena manera, eso sí, “para EFE no es prioridad realizarlo”, ya que al menos en la primera fase las inversiones requeridas son montos manejables por la compañía. Actualmente, EFE es dueña de la red ferroviaria y las empresas Fepasa, filial del Grupo Sigdo Koppers, y Transap, que son las que gestionan la carga de la zona centro-sur.
Los Pasajeros
Sin embargo, la intención de EFE no es dejar “en el camino” a los pasajeros, por eso pretenden replicar el modelo del Merval de Valparaíso en otras regiones del país donde “exista la demanda necesaria”, explica Toledo, e indica que realizan los estudios para potenciar este tipo de servicios en otras zonas.
¿Por qué Merval como ejemplo? La filial porteña está casi en el equilibrio operacional. A septiembre de este año registró perdidas por $94 millones, mientras que la ventas estuvieron por sobre los $7.000 millones, aumentando 29%.Estrategia on line
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