Antiguas piezas de hierro de un puente ferroviario que data de fines del siglo XIX y estaba emplazado sobre el arroyo Itay, en la zona de Ñu Guasu, a menos de un kilómetro y medio de la entrada a la ex Caballería, desaparecieron sin dejar rastros. Fepasa denunció el hecho, pero no hay resultados. En otro sitio, a 2 kilómetros del puente, una constructora levantó 15 metros de vías
“Del árbol caído todos hacen leña”, parece ser la consigna de la gente con respecto a lo que queda del antiguo ferrocarril, pues a todas las otras desgracias que ha sufrido en los últimos años, se suma ahora el robo de piezas históricas de un puente ferroviario que por más de un siglo estuvo emplazado sobre el arroyo Itay, en la zona de Ñu Guasu.
El abandono de dichas piezas había sido denunciado por primera vez por nuestro diario en abril del año pasado, cuando resaltamos que una de las partes de hierro tenía el sello de haber sido construida en Inglaterra en 1889, es decir, que a la fecha tendría 122 años.Eso si aún existe en algún lugar, pues justamente esa es una de las piezas denunciadas por Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) como robadas. Las versiones comenzaron a correr recién en las últimas semanas, aunque el hecho al parecer ocurrió ya hace unos meses.
Fuentes de la empresa reconocieron el hecho y dijeron que en su momento habían comunicado de lo ocurrido a la Comisaría de Luque, pero las cosas no pasaron de allí.
La responsabilidad recae en partes sobre el Ministerio de Obras Públicas (MOPC), institución a la que Fepasa había solicitado ayuda para desarmar y reparar el citado puente a finales de 2009.
El desarme se realizó, pero las diversas partes del puente quedaron desparramadas a un costado del maltrecho camino de unos tres kilómetros que empieza en los portones de la ex Caballería, pasa por detrás del Parque Ñu Guasu y sale a la avenida que lleva al aeropuerto, cerca de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF).
Cuando el lunes pasado visitamos el sitio comprobamos que ninguna de las piezas estaba ya a la vista. Consultamos con un camionero que estaba descargando tierra para relleno en el lugar si no había visto los enormes fragmentos de hierro.
“Por lo menos dos pedazos grandes estaban todavía hasta hace unos días, pero posiblemente fueron cubiertos ya con tierra”, dijo el trabajador, indicándonos hacia un lugar barroso donde se había depositado ya decenas de camionadas de relleno, donde luego de mucho buscar encontramos una de las piezas, que apenas ya sobresalía de entre la arena.
Y ahí está lo que queda del puente, bajo toneladas de tierra para relleno, con la posibilidad de que corra la misma suerte que las otras partes más pequeñas que ya desaparecieron. Las que quedan, que deberían ser dos (nosotros solo pudimos ver una), pesan varias toneladas, por lo que seguramente no han sido llevadas todavía.
Con tractores
Fuentes del ferrocarril precisaron ayer que el robo fue descubierto por una cuadrilla de operarios ferroviarios que recorría las vías dos veces por semana entre las estaciones de Botánico y Areguá. La primera alerta fue dada ya en el mes de octubre y los trabajadores habían encontrado huellas de tractores en el sitio de donde se alzó la pieza de hierro.
Creen que ocurrió durante un fin de semana, pues en el recorrido de un día viernes las partes de dicho puente aún estaban, pero el lunes inmediatamente posterior algunas ya se esfumaron.
Ante esa situación, la empresa consultó con el MOPC, creyendo que las piezas estaban siendo retiradas por personal de dicha institución para su reparación, pero la respuesta fue negativa.
El puente ferroviario sobre el arroyo Itay era un elemento fundamental para el llamado “Tren del Lago” o “Tren Turístico”, que cada fin de semana realizaba viajes de recreo entre Asunción (Botánico) y Areguá, servicio con trenes a vapor que se suspendió justamente en 2009 a causa del mal estado de dicho tramo.
Desde entonces los viejos trenes dejaron de andar y Fepasa perdió una de sus pocas fuentes de ingreso.
Sacaron los rieles
En la misma zona de Ñu Guazú, a 2 km del Itay, nuestro diario pudo comprobar también que un tramo de casi 15 metros de rieles fue levantado por la firma que construye un hotel aledaño a la CSF, ya al salir a la ruta que lleva al centro de Luque. Allí se construyó un desagüe que cruza la franja de dominio del ferrocarril.
En principio, todo se hizo sin permiso de Fepasa, por lo que los responsables fueron convocados por la ferroviaria. Se presentó un ingeniero de nombre Felipe Gómez, quien se comprometió a construir un paso ferroviario en el lugar que pueda aguantar por lo menos 90 toneladas, que es lo que pesa una locomotora, según fuentes de Fepasa.(Fuente y foto: ABC Digital)
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