El mercado internacional supuso más del 55% de los 1.576 millones facturados en un ejercicio en el que lanzó el "Oaris"
La compañía guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) prosigue en la senda del crecimiento después de aumentar su beneficio un 4,3%, hasta los 129,6 millones de euros, en un 2010 en el que la cifra de negocios fue de 1.576 millones, un 25% más que el año precedente. Esas cifras son la constatación de que el fabricante ferroviario de Beasain, pese a haber frenado el ritmo de crecimiento de los últimos ejercicios, ha dado con las claves para mantener su actividad en el mercado mundial.
Prueba de ello es que más del 55% de su facturación provino de proyectos en otros países, y que la cartera cerró 2010 con una cifra de 4.519 millones de euros, un 4,2% mayor que la de 2009, logrando nuevamente una cantidad histórica que garantiza actividad para varios años.
Además, CAF tiene la intención de entrar de lleno en el mercado de la nueva generación de alta velocidad -hasta 350 kilómetros por hora-, para lo cual ha desarrollado el modelo de tren Oaris, que presentó el año pasado en sociedad y que se encuentra en la fase de últimas pruebas. Además de optar con el Oaris a la línea de Renfe que unirá Madrid con París -paralizada de momento por la crisis-, uno de los objetivos principales de la compañía guipuzcoana será participar en el desarrollo de la alta velocidad en Estados Unidos que va a realizar la Administración Obama. La invitación para esa gran fiesta ya la tiene tras haber logrado en 2010 un contrato por valor de 230 millones de euros para trenes de larga distancia del operador estatal Amtrak.
CAF también buscará introducirse en la futura implantación de la alta velocidad en Brasil, que se iniciará con la línea Río-Sao Paulo. Cerca de esta última ciudad la empresa beasaindarra posee una gran planta de producción que ha ampliado recientemente y que contribuyó a que se adjudicara el año pasado un contrato para fabricar 24 trenes de cercanías y renovar otras doce ya existentes para la Compañía Paulista de Trenes Metropolitanos (CPTM). CAF se encargará también del mantenimiento de las 36 unidades durante veinte años y por todo ello recibirá más de 1.500 millones de euros.
Al mismo tiempo que ha desarrollado su tren de muy alta velocidad, CAF no ha descuidado sus otros productos, haciendo una importante apuesta por el tranvía, un medio de transporte sostenible que está viviendo un resurgimiento en la mayoría de las urbes de los países occidentales.
Así, CAF ganó en 2010 un concurso de la empresa pública de transportes de Estocolmo SLAB para la construcción de 121 unidades de tranvía por un importe de 340 millones de euros. En este segmento consiguió también adentrarse en el complicado mercado francés, donde obtuvo el pasado año dos contratos para el suministro de más de una veintena de tranvías en las ciudades de Besançon y Nantes, por un importe de 35 y 20 millones de euros, respectivamente.
Proteccionismo Pero no todo fueron buenas noticias para CAF el año pasado. Después de conocerse en septiembre que había perdido una adjudicación por valor de 252 millones de euros para el Metro de Houston al concluir las autoridades federales que la empresa de transportes estadounidense habría violado el derecho de contratación federal, una norma de orientación proteccionista, CAF también vio frustrado un contrato en Canadá.
En ese caso, el Gobierno de Quebec adjudicó directamente -sin poner en marcha el preceptivo concurso público- al consorcio formado por la canadiense Bombardier y la francesa Alstom la renovación del material móvil del metro de Montreal por un importe de 910 millones de euros, a pesar de que la propuesta presentada por CAF significaba un ahorro de más de 430 millones de euros.(Fuente y foto: Noticias de Gipuzkoa.com)
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