Mañana, la llegada de la presidenta Cristina Kirchner a la ex estación Concordia Norte de seguro no será a bordo de un tren. La antigua playa de carga y descarga, que incluía talleres de mantenimiento de coches motores, fue abandonada en la década menemista. Ahora sirve como corsódromo o sede de distintas fiestas locales. Paradójicamente, el gobierno nacional, que recuperó las jubilaciones o Aerolíneas Argentinas, diferenciándose con lo que sucedía en los 90, en algunos aspectos no ha cambiado. Uno de ellos es la política hacia los trenes de carga, que siguen concesionados, o de pasajeros en el interior del país, que siguen suprimidos. Si bien Entre Ríos comenzó un proceso de recuperación del tren de pasajeros, es modesto el avance que puede lograr por sí sola. Sergio Martinoli, integrante de Proyecto Sur y del programa “Tren para Todos”, dijo a DIARIOJUNIO que está convencido de que una reactivación en serio “tiene que venir de parte de la Nación ”.
“Es simbólico ir a una estación del Estado, que el Estado abandonó, degradó, que transformó en un corsódromo como tantas estaciones en Entre Ríos”, dijo Martinoli. En se sentido, no objeta la utilización como escenario de las fiestas carnestolendas. “Como litoraleño que soy, llega el Carnaval y el corso y es una época de fiesta”, manifestó.
No obstante, aseguró que la superficie que antiguamente era una playa de maniobras excede ampliamente la utilización como corsódromo. “Servía para cargas, había un taller de mantenimiento de los coche-motores”, recordó.
En Entre Ríos, justamente el gobierno provincial comenzó a desarrollar un proyecto de recuperación del ferrocarril de pasajeros. En tal sentido, Martinoli dijo que mañana sería una buena ocasión para decirle a la Presidenta que esa empresa está limitada por los límites presupuestarios. Justamente, los dos coche-motores que llegaron fueron otorgados por la Nación. “Una provincia como Entre Ríos con buena voluntad, con un gobernante que en esto se puede decir que es diferente, tiene un límite, un techo”, señaló.
“Estamos convencidos que la reactivación tiene que venir de parte de la Nación. Tiene que haber una política de recuperación de la industria ferroviaria nacional”, señaló. Además de la recuperación de los servicios de carga y de pasajeros.
Justamente, otro límite es la jurisdicción. Si el gobierno provincial quisiera establecer un servicio desde Paraná o Concordia hacia Buenos Aires, trayectos que han sido rentables durante la época estatal, se encuentra imposibilitado dado que los trenes no pueden cruzar el complejo Zárate-Brazo Largo. “Ese tipo de ataduras son ilógicas en estos tiempos”, añadió.
Además, indicó que no ven un futuro cierto o seguro para la reactivación de trenes en la provincia. El tren que corre entre Paraná y Concepción del Uruguay tarda entre siete u ocho horas siendo que en los últimos años en que el servicio era estatal (“en 1990 cuando ya se había degradado bastante por el abandono que había”) tardaba entre cinco horas y media. “Lo decimos con respeto y tristeza, no es serio todavía y no va a ser hasta que no tome las riendas la Nación ”, expresó.
Desde Proyecto Sur solicitaron audiencia al gobierno provincial para plantear las cuestiones mencionadas. La intención no es crear polémica, aseguró Martinoli, sino decirles: “vamos a pelear juntos los entrerrianos para que la Nación tome posesión del ferrocarril”.
Los ferrocarriles son una contradicción
Para Martinoli, la política hacia los ferrocarriles es una de las contradicciones del gobierno. “En esa materia, al progresismo los Kirchner lo escondieron debajo de la alfombra o lo tiraron a la basura”, indicó. Y recomendó las lecturas de Raúl Scalabrini Ortiz o Arturo Jauretche para revalorizar el patrimonio nacional. En tal sentido, englobó tanto el ferrocarril como para la flota nacional mercante.
“Hay cosas de este gobierno que se las ya apoyado como las AFJP o la Ley de Medios”, admitió. No obstante, señaló que en otras no se ha notado ningún cambio. “Si lo comparamos con la década del 90, se ha profundizado”, dijo en referencia no sólo a los ferrocarriles sino también a las rutas concesionadas.
“El ferrocarril, en cualquier lugar del mundo, cuando el Estado está a cargo, es una empresa que no trabaja por la ganancia que da efectivamente sino por las ganancias potenciales”, explicó. En tal sentido, explicó que en los países desarrollados no hay camiones que recorran 1500 o 2000 kilómetros o colectivos que crucen medio país. “Para eso está el avión o el tren”, señaló. Además, la utilización del transporte fluvial o ferroviario reduce el costo del traslado de la producción del interior del país.
“El Estado, en cualquier país desarrollado, invierte en ferrocarriles, en vías navegables porque sabe que lo que invierte lo gana por otro lado: en menor contaminación ambiental, en mayor seguridad vial”, explicó Martinoli.
Además, el integrante de Proyecto Sur puntualizó que el transporte automotor es subsidiado. “Están subsidiadas las empresas privadas que lucran. Las empresas privadas van a ganancia, no van a pérdida”, manifestó. De igual modo, un pasaje de Paraná a Capital Federal cuesta $ 120 promedio. “Con el ferrocarril costaría mucho menos”. (Diario Junio Digital)
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