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Los
jueces recogieron los fundamentos del fiscal Federal Diego Velasco, quien afirmó
que la Nación se “olvidó” del ramal. Un tribunal sobreseyó a siete personas por
un intento de robo de las vías al considerar que se trata de “res nullius”
(cosas de nadie)
Las
viejas vías del ferrocarril General Manuel Belgrano se pierden entre casillas y
maleza en la zona sur de la ciudad. En algunos sectores se han convertido en
una especie de cordón cuneta de angostos caminos en los que los vecinos
circulan en bicicletas o a pie. A los costados, algunos rieles ya fueron
separados y parecen estar listos para que alguien los levante.
La
ciudad avanza, y se apropió de esas vías que dejaron de soportar el paso del
tren a principios de los 90. Y ese abandono del Estado Nacional fue uno de los
argumentos que tomó el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán (TOF),
al sobreseer a siete personas que estaban acusadas por intentar robar un riel
de tres metros y medio.
El
31 de octubre de 2009, Raúl Antonio Velárdez, Néstor Fabián Huerga, Reynaldo
Ramón Farías, Ariel Gustavo Guía, Carlos Damián Díaz, Luis Eduardo Ledesma e
Iván Jonathan Alurralde, fueron sorprendidos por la Policía cuando intentaban
subir a una camioneta el riel, en Las Heras al 4.100, al sur de la ciudad.
Planteo
de insignificancia
El
defensor Oficial Ciro Lo Pinto había planteado que correspondía dictar el
sobreseimiento de los acusados, por el principio de insignificancia o bagatela.
Es decir, la poca cantidad y el escaso valor de lo que se intentó robar.
El
fiscal General Federal Diego Velasco rechazó ese argumento, al emitir su dictamen,
ya que la ley no establece una cantidad o valor de las cosas que son robadas,
sino que lo que se condena es la conducta. “Si el legislador hubiese
considerado necesario establecer una cantidad, peso, medida o cuota parte como
constitutiva del ilícito penal, lo habría consignado expresamente”, consideró
el representante del Ministerio Público.
A
pesar de esta posición, Velasco citó un fallo en el que cuatro personas habían
sido condenadas a tres años de prisión condicional “por el robo consumado de 32
rieles de hierro de cuatro a cinco metros en un lugar despoblado”. En cambio,
el caso de la zona sur de la capital tucumana no había llegado a consumarse y
se trata de un solo riel.
Vías
abandonadas
La
causa fue tramitada en la Justicia Federal porque el elemento robado (el riel
de tres metros y medio) pertenece a una empresa del Estado Nacional, en este
caso a Ferrocarriles Argentinos. Velasco dictaminó que si bien los rieles se
encuentran adheridos o unidos a otra cosa que sólidamente los sostienen, eso se
debe al destino para el que fueron instalados, que es el funcionamiento de los
trenes.
“Dicho
de otro modo, no podemos negar que el o los rieles cuyo desapoderamiento se
intentó, estaban en calle Las Heras al 4.100 lisa y llanamente abandonados, o
-mejor dicho- ‘olvidados’ por su dueño, en todo el sentido de la expresión”,
argumentó el fiscal General. El Estado Nacional, según el dictamen, no tomó
ninguna medida para conservar y preservar el ramal desde que dejó de usarlos.
“Es
de público y notorio que la zona en que se encuentran y donde se tentó el
hecho, es localización de numerosas viviendas y familias en asentamientos
precarios o ilegales, sobre las mismas vías por las que no pasa ningún tren
desde aquella época”, manifestó Velasco.
Sin
acusación
El
TOF acogió el planteo del fiscal General. La camarista Alicia Noli, en primer
lugar, consideró que el hecho de que Velasco pidiera el sobreseimiento, les
impide cualquier persecución penal, ya que no es atribución del juez acusar. A
pesar de ello, al fundamentar la sentencia analizaron el planteo realizado por
el Ministerio Público.
“Asiste
razón al fiscal, en tanto la apariencia de res nullius de la cosa mueble impone
una valoración en el punto. Dicha circunstancia no puede ser ignorada”, opinó
Noli en los fundamentos de la sentencia, a la que se adhirió el camarista
Gabriel Eduardo Casas.
Noli
recordó que la jurisprudencia enseñó que corresponde absolver a “quien se
apoderó, creyéndolas abandonadas, de cosas muebles que estuvieron en la calle
sin vigilancia alguna, durante mucho tiempo, máxime siendo objetos de poco
valor, porque se incurrió en error de hecho al considerar que el dueño se ha
desprendido de ellas”.
“Ramal
que para”.- En 1990 dejaron de funcionar los trenes que circulaban por la
provincia. “Ramal que para, ramal que cierra”, había adelantado el entonces
presidente Carlos Menem. En los últimos 10 años se reactivaron algunos ramales,
pero con servicios esporádicos. Algunas vías nunca más volvieron a soportar el
paso del tren.
Una
presunta organización.- En febrero de 2006 el entonces juez Federal Jorge
Parache investigó a una supuesta banda que se dedicaba a desmantelar las vías
ferroviarias en el sur de la provincia. Hubo tres personas detenidas luego del
allanamiento de un galpón y se los procesó por el robo y luego venta de los
rieles.
Casas
en las vías
Tras la promesa de que volvería el tren a Concepción, se hizo un
relevamiento y se detectaron unas 3.000 casas sobre las vías en el trayecto
entre Famaillá y la “Perla del Sur”.LaGaceta (Nota enviada por nuestro
colaborador señor Ariel Espinoza)