La empresa ferroviaria CAF, con sede en Beasain, será la principal perjudicada por la que se da como segura adjudicación 'a dedo' por el primer ministro de Quebec, Jean Charest, de la segunda fase de la renovación del Metro de Montreal al consorcio formado por la canadiense Bombardier y la francesa Alstom. El contrato contempla la fabricación de 500 vagones por un importe global de 1.300 millones de dólares (unos 925 millones de euros).
En medios próximos a la empresa guipuzcoana, en la que existe un profundo malestar, se señala que la concesión de un contrato de estas características sin previa licitación pública iría en contra de los acuerdos y prácticas que rigen el comercio internacional, a la vez que darían un mensaje de «proteccionismo extremadamente negativo». Además, CAF estaría en condiciones de presentar un proyecto por casi la mitad, en torno a los 700 millones de dólares.
Varios periódicos canadienses informaban que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha enviado una dura carta al primer ministro de Quebec en la que muestra su disgusto por el trato que se ha dado a la empresa guipuzcoana.(Fuente: ElCorreo.com).
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