3 de mayo de 2021

La historia de la Estación Córdoba (Mitre): Un majestuoso palacio cordobés

Historia Ferroviaria

El edificio, que tiene más de 100 años, mezcla la arquitectura inglesa con influencias del quattrocento italiano. Fue protagonista del esplendor de los trenes en la ciudad y se convirtió en patrimonio cultural.

Grupo Edisur te cuenta la historia de la Estación Córdoba (Mitre), una imponente construcción declarada Patrimonio Cultural de la Ciudad por la Municipalidad de Córdoba en el año 1995, que aún hoy conserva su indiscutible estilo neoclásico europeo que la hace única.

El ferrocarril llegó a Córdoba

En 1863, el gobierno argentino concedió a la compañía de capitales británicos Ferrocarril Central Argentino, manejada por el ingeniero Guillermo Wheelwright, la construcción y explotación de una línea ferroviaria que uniría las ciudades de Rosario y Córdoba. Sin embargo, la obra fue inaugurada oficialmente por el presidente Domingo Faustino Sarmiento, siete años después.

Según relata Carlos Page en su libro “La arquitectura oficial en Córdoba (1850-1930)”, en aquel entonces las precarias estaciones que se construían consistían en cuartos de madera y galpones de fabricación inglesa armados en el lugar y revestidos con laminados de zinc acanalados.

El edificio cuenta con un lenguaje palaciego que evoca la arquitectura inglesa y no disimula las influencias del quattrocento italiano. Sus muros son de cemento armado y revestidos con almohadillados, el armazón es de acero y las puertas y ventanas están construidas de cedro. La fachada está atravesada por una galería cubierta que se amplía en el centro y tres frontis apoyados en dos pares de columnas.

Los planos del edificio del entonces Ferrocarril Central Argentino se aprobaron en 1909. El esplendor de la construcción se acentúa en su boletería, que cuenta con 300 m2, se conforma de grandes arcos elípticos, está revestida en mayólicas de dos colores y tiene carpintería y letreros de roble, ventanillas con rejas de bronce florentino y un piso realizado con terrazo y mosaicos venecianos. También destaca la cafetería, cuyo cielo raso forma una gran cúpula elíptica y abovedada.

En 1902, expirado el plazo de 40 años de la concesión del ramal, la línea ferroviaria se vendió al The Buenos Aires and Rosario Railway Company Limited, que se encargó de la construcción de la Estación Mitre, principal terminal de la ciudad de Córdoba.

Estación Mitre: un palacio inglés con influencias italianas

El edificio cuenta con un lenguaje palaciego que evoca la arquitectura inglesa y no disimula las influencias del quattrocento italiano. Sus muros son de cemento armado y revestidos con almohadillados, el armazón es de acero y las puertas y ventanas están construidas de cedro. La fachada está atravesada por una galería cubierta que se amplía en el centro y tres frontis apoyados en dos pares de columnas.

Los planos del edificio del entonces Ferrocarril Central Argentino se aprobaron en 1909. El esplendor de la construcción se acentúa en su boletería, que cuenta con 300 m2, se conforma de grandes arcos elípticos, está revestida en mayólicas de dos colores y tiene carpintería y letreros de roble, ventanillas con rejas de bronce florentino y un piso realizado con terrazo y mosaicos venecianos. También destaca la cafetería, cuyo cielo raso forma una gran cúpula elíptica y abovedada.

Según los registros, el diseño estuvo a cargo del arquitecto J.W. Brown y la obra se efectuó bajo la dirección del ingeniero R. Kirby. Las oficinas de la planta alta fueron habilitadas en 1916, tres años después se concluyó la mitad norte del edificio y, recién en 1922, la terminal abrió sus puertas por completo.

Un verdadero gigante

La Estación Mitre, cuya superficie cubierta alcanza los 4.000 m2, contaba con 16 baños, salas de equipaje, espera, telégrafo, jefatura, primeros auxilios y oficinas. Sus plataformas 1 y 2 tienen de 8 a 9 metros de ancho respectivamente, 280 metros de largo y se comunican con el resto del edificio por un pasaje subterráneo. Una tercera, construida posteriormente, tiene 115 metros de largo por ocho de ancho.

En la planta alta se emplazaron oficinas y sanitarios, aunque ninguno para mujeres. También cuenta con un tercer nivel, oculto en la fachada, que albergaba la vivienda del jefe de la terminal.

El ocaso de los trenes argentinos

En 1946, la estación pasó a formar parte del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, de donde adoptó su nombre actual. Cincuenta años después, dejó de operar el ramal de pasajeros y el edificio pasó a ser controlado por la empresa Nuevo Central Argentino.

La imponente construcción fue declarada Patrimonio Cultural de la Ciudad por la Municipalidad de Córdoba en el año 1995. El salón del bar es una joya arquitectónica del estilo neoclásico europeo que permanece en perfecto estado de conservación y cuenta con una muestra fotográfica histórica, proveniente del archivo fotográfico de la Universidad Nacional de Córdoba.

Actualmente, funciona el ramal de ferrocarril a Villa María y a Retiro, Buenos Aires, ambos ofrecidos por la empresa estatal Trenes Argentinos Operaciones.

Fuente: DiarioLaVoz.com. La arquitectura oficial en Córdoba (1850-1930), de Carlos Page.

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