Distintos especialistas europeos han analizado recientemente las características que deberán tener los sistemas de electrificación ferroviaria en el futuro, para continuar siendo una opción más viable que otros medios de propulsión. A pesar de los escollos que deben superarse, los expertos coinciden en que la electrificación, combinada con fuentes renovables en el marco de redes energéticas inteligentes, será el camino a seguir en el transporte ferroviario durante las próximas décadas.
La electrificación seguiría el sistema más eficiente en el ámbito ferroviario, aunque aún debe superar diferentes obstáculos y desafíos. Imagen: David Shirres.
Los sistemas de electrificación ferroviaria continuarán avanzando en el futuro como la opción más eficiente para este tipo de transporte, aunque se deberá hacer mayor hincapié en la integración con otras fuentes energéticas y en la conformación de redes inteligentes para optimizar el funcionamiento de estos sistemas, indican distintos especialistas europeos.
Según un análisis realizado por expertos, el camino a seguir para el suministro de energía es la aplicación de "redes inteligentes", que insuman una relación mucho más estrecha entre distintas fuentes de energía. Asimismo, el propósito es ampliar los puntos de suministro.
El enfoque tradicional se sustenta en una gran capacidad de generación desarrollada por un pequeño número de estaciones, capaces de alimentar a toda una red. Sin embargo, el uso creciente de fuentes de energía renovable, ya sea eólica, solar o mareomotriz, por ejemplo, se traducirá en sistemas con una mayor cantidad de puntos de suministro, que a su vez estarán más distribuidos a lo largo de toda la extensión de las redes.
Esta es una de las conclusiones publicadas un artículo publicado recientemente en el medio especializado rail.co. En el mismo sentido, una entrevista al especialista Peter Dearman realizada por therailengineer.com, y un video que permite acceder a una conferencia de este experto, profundizan en os nuevos enfoques en sistemas de electrificación ferroviaria.
Puntos a optimizar
El concepto de redes inteligentes, además de la integración de diferentes fuentes energéticas, apunta a optimizar el control de los sistemas, reduciendo costes energéticos e incrementando la fiabilidad de las redes.
En ese marco, distintos medios de almacenamiento de energía pueden ser viables en algunos sistemas, aprovechando baterías y otros dispositivos que pueden integrarse con las fuentes energéticas renovables.
Otra cuestión a mejorar para que los sistemas de electrificación sean más eficientes desde el punto de vista económico son los costes de la tracción eléctrica. Según los analistas, para ello es vital disminuir las pérdidas en el sistema. Un ejemplo son los sistemas de aire acondicionado, que deben alcanzar pérdidas de energía de entre el 3 y el 5%.
Sin embargo, estas cuestiones son solamente un punto aislado dentro de un cambio general que debe darse en los sistemas ferroviarios para disminuir los costes eléctricos. Por ejemplo, se remarca la necesidad de disminuir el peso de las unidades, ya que, al contrario de lo sucedido en los sectores aéreo y automotriz, los trenes tienden a ser más pesados a nivel general.
Por otro lado, además de obtener un mejor control y distribución de la red de transmisión de energía eléctrica y de optimizar la gestión, es vital mejorar en muchos casos la infraestructura de las líneas de cableado aéreo, para hacerlas más fiables. Otro desafío será la materia prima a utilizar en el cableado, ya que se espera que el suministro mundial de cobre se detenga en unos 15 años, y aún no está definido su sucesor.
En España
¿Cuál es la situación en España de los sistemas de electrificación ferroviaria?. En principio, hay que resaltar que aunque el ferrocarril eléctrico es mayoritario, todavía un 25% del transporte de mercancías se realiza mediante locomotoras diésel. Si se excluyen las redes de alta velocidad, aún un 45% de la red ferroviaria convencional no se encuentra electrificada.
Un artículo del blog especializado Eco-Lab indica que de acuerdo al grupo de investigación en energía y emisiones de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles [(FFE), los trenes que circulan por España consumen anualmente alrededor de 100 millones de litros de gasóleo.
Por el contrario, según el director del mencionado grupo de investigación, Alberto García Álvarez, el tren eléctrico necesita en España cerca de un 25% menos de energía primaria que una unidad de tracción diésel, produciendo además un 59% menos de emisiones de CO2. Se resalta asimismo que la diferencia podría aumentar aún más al incrementarse la importancia de las energías renovables en la generación eléctrica.
Un punto vital es el desaprovechamiento por parte de muchos operadores de las líneas electrificadas en España, ya que en muchos trayectos por los cuales podría pasar un tren eléctrico se emplea uno de tracción diésel en un determinado tramo secundario. Las razones son múltiples, aunque mayormente están relacionadas con el gasto inicial que supone la electrificación. Por esto, Francia se plantea actualmente la prohibición de la circulación de trenes diésel por líneas electrificadas a partir de 2015. Tendencias Científicas
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