ACTUALIDAD
El mundo
ferroviario puede mostrar con palmaria crudeza cómo se tornó insostenible la
ecuación de ingresos y gastos operativos. Las cifras cuentan, hablan: sólo 60
centavos por cada 100 pesos de salarios que se pagaron en abril en las
estatizadas líneas Mire y Sarmiento los aportó la recaudación por tarifas.
La cifra
surge del informe confidencial que realizó el interventor de Trenes de Buenos
Aires (TBA), Raúl Baridó y al que LA
NACION tuvo acceso. Según los datos que registró el
funcionario, "la caída en la recaudación de abril de 2012 con relación al
mismo mes del año anterior ha sido de 50,29%, si se analiza el mes de marzo, la
reducción del ingreso fue de 39 por ciento".
Según datos
del sector, para pagar los sueldos de los 4447 empleados que trabajan para el
ferrocarril Sarmiento y para el Mitre se debe tener un cheque de 64 millones de
pesos. En abril apenas 3,7 millones los aportaron las boleterías, el resto se
pagó con los subsidios, que totalizan alrededor de 71 millones de pesos por
mes.
Otro de los
datos que se reflejan del informe es la baja puntualidad de los ramales. Según
de allí se desprende, los trenes del Sarmiento tuvieron en promedio, en marzo,
una regularidad del 33%. Dicho de otro modo, sólo tres de cada 10 formaciones
salieron y llegaron a horario. En abril, ese porcentaje pasó al 46 por ciento.
En la línea
Mitre, la cosa estuvo un poco mejor. En marzo la regularidad fue del 64% para
su ramal Retiro-Tigre y 57 para el que termina en José León Suárez. En abril,
esos porcentajes subieron al 69%, aproximadamente.
ESTATIZACIÓN
Pese a que
será el Estado el que pague los gastos y las inversiones, el servicio no se
estatizó completamente. Surgió una Unidad de Gestión Operativa (UGO) que
correrá con la operación. La empresa estará formada por Ferrovías (explota el
ramal Belgrano Norte) y Metrovías (línea Urquiza y los subterráneos porteños).
Para
Metrovías, una empresa del grupo Roggio, la nueva operación fue una especie de
salvavidas ya que pocos días antes había sido vapuleada por el ministro de
Planificación Federal, Julio De Vido, acusándola de ineficiencia en la gestión
del subterráneo. "Te damos una segunda oportunidad", escuchó, de
parte del Gobierno, Aldo Roggio esos días de reuniones intensas.
Finalmente,
el Gobierno sabe de humores sociales. Una encuesta realizada por Ipsos da
cuenta de que 75% de los encuestados prefiere que el transporte público sea
estatal, algo menos que las petroleras, o los servicios de agua, gas o
electricidad. En esos sectores, el apoyo a la estatización llega al 85 por
ciento.Lanación