31 de diciembre de 2016

Río Negro: Un desperfecto en el Tren Patagónico, convirtió el viaje en una odisea

Actualidad

El tren tardó diez horas para hacer 200 kilómetros, entre la capital rionegrina y San Antonio Oeste.

Un viaje de terror protagonizaron los pasajeros del Tren Patagónico. El convoy que salió de Viedma a las 18 del jueves y debía arribar a las 22 a San Antonio Oeste, lo hizo pasadas las 4 de la madrugada por problemas con la bomba de combustible. El inconveniente ocurrió a unos 76 kilómetros de la capital rionegrina, y debieron trasladar hasta el lugar una máquina de San Antonio Oeste.

A partir de allí la odisea de los casi 170 viajeros continuó con cerca de unas diez horas atraso y al mediodía, cuando ya debía estar en Bariloche, el tren estaba en Los Menucos. Finalmente el tren arribó a Bariloche cerca de las 19.

El intenso calor sumó malestar a quienes optaron por ese medio de transporte para trasladarse a recibir el Año Nuevo en la Cordillera.


Trabajadores de la empresa dijeron a DeViedma que son reiterados los problemas debido a la falta de mantenimiento y de inversión.

Adelantaron que se prevé que en los próximos días haya una inspección de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. Además, siguen reclamando por el pago de sueldos con mucho retraso.

Los rostros de un viaje casi interminable

María Peralta descendió del Tren Patagónico ayer a las 18.30 en Bariloche. Tomó sus bolsos y salió de la estación un poco desconcertada. Las casi 7 horas de retraso del viaje le habían pasado la cuenta en el cuerpo. “Se rompió dos veces el tren”, lamentó la mujer que había subido en Viedma. “Salimos ayer (por el jueves) a las dieciocho y se rompió antes de la estación O´Connor”, contó la mujer delgada y de baja estatura. “Fue un viaje bastante complicado”, señaló. Dijo que sólo les dieron un sándwich en todo el viaje. “Ni agua nos dieron”, sostuvo, indignada. “Decí que no hacía frío”, indicó mientras intentaba hallar un taxi o un remís para trasladarse hasta el domicilio de sus familiares en la zona del Alto de Bariloche. “No avisé nada a qué hora llegaba. Sólo les dije que estaba atrasado el tren”, contó.


“Un viaje horrible”, resumió, agotada, María Cristina Gutiérrez mientras esperaba que su hermana la fuera a buscar. Relató que el tren emprendió el viaje el jueves a las 18. “Salió de Viedma puntual. Los vagones llenos y todos contentos porque había salido a horario”, contó.

Indicó que la formación se rompió antes de arribar a la estación Vicealmirante Eduardo O´Connor, distante a unos 70 kilómetros de la capital provincial. “No había señal de celular ni otra forma de comunicarse y el guarda se fue caminando hasta la estación O´Connor”, comentó. Dijo que estuvieron en ese punto desde las 19.40 hasta la medianoche. María Cristina señaló que el personal logró poner en marcha el tren y ayer a las 3.30 arribaron a San Antonio Oeste. “Salimos de San Antonio a las 5 y se volvió a romper pasando Valcheta”, afirmó, molesta. Indicó que estuvieron entre 30 y 40 minutos en Ingeniero Jacobacci. Después, siguieron viaje hasta Bariloche. Estaba previsto que el tren tenía que llegar ayer al mediodía a esta ciudad. “¡Sólo me quería bajar. Veinticuatro horas arriba del tren no doy más!”, expresó, resignada, antes de estrecharse en un fuerte abrazo con su hermana, que había llegado a buscarla a la estación.

Aurelio “Vasco” Sarries subió en la madrugada de ayer en Maquinchao, con la expectativa de llegar a Bariloche ayer al mediodía. El viaje de casi 300 kilómetros se hizo eterno para Sarries, autor del libro: “Las Razones de un ignorante”. “Vengo a visitar a los hijos y a los nietos”, expresó el hombre de frondosa barba canosa. “Los caminos están destrozados así que queda otra opción que viajar en tren”, explicó, con rostro cansado.DiarioRíoNegro.com