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16 de junio de 2022

Para la CNRT el uso del barbijo o tapaboca en los medios de transporte público es obligatorio

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (C.N.R.T.), organismo del Ministerio de Transporte de la Nación, recuerda a la ciudadanía cuáles son los requisitos para seguir cuidándonos en el transporte público de jurisdicción nacional como colectivos, micros y trenes. Barbijo, ventilación y desinfección son condiciones fundamentales a tener en cuenta y controlados para seguir cuidando de cada pasajero.

"A través de su Comité de Crisis creado por el COVID- 19, estableció, de acuerdo a los parámetros del Ministerio de Salud de la Nación, cuáles son los requisitos que deben cumplir las empresas de transporte de jurisdicción nacional para disminuir los riesgos de contagio en estaciones, terminales, colectivos, micros y trenes. En este sentido, en la última actualización, la Disposición 225/2022 de CNRT establece que continúa siendo obligatorio el uso de barbijo dentro de las unidades para pasajeros, pasajeras y el personal de conducción, la ventilación debe ser permanente y la limpieza y desinfección de los vehículos y deberá realizarse antes de cada viaje", informa la CNRT.

En lo que va del año, se realizaron más de 2.200 actas de infracción a empresas por incumplimiento de los protocolos de prevención. Las mismas, determinaron que: ventanillas cerradas, desinfección y uso de barbijo fueron los principales motivos de sanción. En este sentido, se recomienda seguir cumpliendo con los requisitos establecidos para colectivos urbanos nacionales (1 a 199), estaciones, terminales y servicios de larga distancia automotores y ferroviarios.

9 de octubre de 2020

Climatización ferroviaria: breve reflexión sobre la ventilación como factor clave para la reducción del riesgo de contagio de SARS-CoV-2

Informe Ferroviario

Por: Facundo Nazaretian (Railway Services Proffesional | Forensic Sciences Professional)

Últimamente y a la luz de diversos estudios publicados, se ha hablado bastante en los medios de comunicación respecto de los ambientes cerrados y los riesgos de contagio de SARS-CoV-2 asociados a la recirculación de aire interior generada por los sistemas de climatización. Situación que por analogía se extendió al transporte público ferroviario. Si bien no hay definiciones exactas, el consenso parece apuntar hacia el hecho de que el riesgo o la probabilidad de contagio aumenta considerablemente en los ambientes cerrados y climatizados donde hay presencia de varios individuos, y por ende es necesaria la ventilación o renovación de aire en los mismos - abriendo ventanas en oficinas por ejemplo - a los fines de reducir riesgos. Esto parece ser correcto.

Ahora bien, en todos los casos se ha hablado de instalaciones edilicias y por analogía se interpretó que la situación era exactamente igual en el transporte ferroviario por tratarse de un espacio cerrado. Al respecto, cabe mencionar que los sistemas de climatización que equipan la mayoría de las formaciones que operan en el AMBA no son asimilables a los equipos edilicios, más allá de compartir obviamente los mismos principios físicos de funcionamiento, atento a que están regulados por normativas, estándares y buenas prácticas específicas sensiblemente diferentes. Es dable señalar en este punto que, si bien a nivel nacional no se registran normativas específicas para este tipo de sistemas por factores que escapan al presente escrito debatir, no obstante los equipos actualmente en uso cumplen con normativas internacionales muy específicas.

Dentro de estas normativas, pueden encontrarse las disposiciones respecto de la cantidad de renovación de aire necesaria en el interior de los coches de pasajeros. A través de las mismas, debe asegurarse una alta tasa de renovación de aire interior, en general varias veces superior a la que puede observarse en un sistema edilicio. Algo que en general no se sabe, es que los sistemas ferroviarios, a diferencia de los equipos que pueden encontrarse en oficinas -como pueden ser los de tipo split- durante su operación se encuentran renovando constantemente, a una mayor o menor tasa según distintas variables – como puede ser la carga de pasajeros - el aire interior de los coches. 

Hasta un 25% del aire que utilizan estos sistemas es aire renovado, el cual además es filtrado a su ingreso por medios que a su vez obedecen a otras normativas específicas. En una estimación rápida, esto implica que el aire tratado dentro de las formaciones se renueva en su totalidad cada 5 cinco minutos máximo siendo conservadores -sin contar apertura de ventanas o las aperturas de puertas al arribar a estaciones-. Esto implicaría a su vez que los mismos cumplen a priori con las diversas recomendaciones de renovación de aire para los espacios cerrados. Además, a la cuestión de la renovación de aire, se suma el mantenimiento periódico de sistemas, en donde se realiza entre otras labores el reemplazo de elementos filtrantes por elementos nuevos, colaborando con el impacto positivo en la reducción del riesgo.

En la nota adjunta que hace unos días publicó El Mundo se hace una breve explicación de por qué el riesgo de contagio en el transporte público pareciera ser menor que en otras instalaciones e indica que uno de los factores fundamentales es la ventilación. Si bien toma como referencia coches de Metro de Madrid -por lo que se trata de coches y situación diferente-, los principios dados son aplicables a los equipos operando en el AMBA, contando con tasas de renovación de aire y conceptos de funcionamiento muy similares. Según las fuentes citadas en el artículo, con estas consideraciones, el riesgo de contagios es considerablemente más bajo que en otros espacios.

¿Esto significa que no hay posibilidad de contagio? No, simplemente lo que se indica es que más allá de lo que se cree y se puede ver, y pese a ser un espacio cerrado, el transporte ferroviario del AMBA equipado con sistemas de climatización ejerce una gran renovación de aire constantemente que tendería a reducir riesgos de contagio según los consensos actuales.

Para arribar a conclusiones categóricas se requieren estudios acordes, algo que a nivel mundial parece bastante indefinido de momento, por lo que no es posible aseverar nada. No obstante, la tendencia indica - o al menos parece haber consenso - que es necesario ventilar los espacios cerrados renovando el aire interior. 

En dicho caso, los sistemas de climatización operando en el material rodante del AMBA cumplen con estas necesidades. Por lo tanto se podría concluir que aquellos autorizados a viajar en el transporte ferroviario que necesariamente deben hacerlo -como el personal esencial- si lo hacen cumpliendo todas las medidas y tomando las precauciones necesarias estarían expuestos a un mínimo riesgo, quizás incluso menor al que pudiera existir en otros tipos de instalaciones dónde se reúne gente. Asimismo, queda en evidencia una vez más la relevancia que toman los sistemas de climatización ferroviaria en la actualidad y su correcto mantenimiento para la operación diaria del servicio.

Reitero que el presente es solo una breve apreciación personal que no persigue otro fin más que exponer una idea general del funcionamiento de estos sistemas y su total alineación con los consensos y recomendaciones actualmente vigentes en la materia para minimizar los riesgos de contagios.

28 de mayo de 2020

La empresa Talgo ofrece su innovación para situar al ferrocarril como el modo de transporte público más seguro ante la COVID-19

Empresas

Redacción Crónica Ferroviaria

La empresa Talgo recuerda que el modo de transporte público que mejor se adapta a las condiciones de explotación necesarias para combatir la extensión de la COVID-19 es el ferroviario. Así lo concluye la compañía en varios estudios internos que confirman que el ferrocarril, a diferencia de otros modos de transporte, permite garantizar no sólo el máximo distanciamiento social, sino también las mejores condiciones higiénicas del aire, condiciones ambas que según todas las autoridades sanitarias son las mejores para prevenir la extensión de la pandemia.


* Talgo ofrece el doble de volumen de aire por viajero que un avión tipo

* Reparte a los pasajeros en 12 espacios con sus propios sistemas de ventilación y accesos, en lugar de uno solo

* La compañía española trabaja en el desarrollo e implantación de una serie de tecnologías para combatir la COVID-19 

En palabras de Emilio García, Director de Innovación de Talgo: "Si hablamos de protección ante la COVID-19, podemos afirmar que el tren ofrece una serie de características y medidas de protección para poder garantizarla, porque combina varios factores que no están presentes, o sólo en parte, en otros sistemas de transporte".

Mejor distribución que en el modo aéreo

El factor clave es, según afirma Emilio García, el número de espacios en los que se distribuyen a los viajeros en cada modo, ya que las tecnologías anti-COVID-19 que se pueden implementar están al alcance de casi cualquier medio de transporte. Por tanto, el elemento diferenciador es la arquitectura característica del tren y el espacio interior disponible para cada pasajero.

Respecto a esta arquitectura diferenciadora: "Por definición, los aviones cuentan con uno o dos accesos (frente a los once que ofrecen los trenes Talgo), lo cual no permite distribuir uniformemente los accesos de los viajeros ni compartimentar adecuadamente y de forma estanca el volumen de aire que éstos respiran y exhalan", explica el responsable de Innovación de la fabricante de trenes.

Eso se traduce, según García, en que los viajeros del modo aéreo deban compartir unos pocos accesos -a menudo uno solo en un extremo- para las operaciones de carga, embarque y desembarque o el tránsito a aseos y, lo que es quizá más importante, "un único espacio de viaje para unas 150 personas" si se toma como referencia un avión tipo de los utilizados en el corredor Madrid-Barcelona.

“En el ferrocarril, en cambio, los diferentes vagones ('coches' en el argot técnico) que forman cualquier tren moderno distribuyen de forma más uniforme los accesos" y -lo que es crucial para este Doctor Ingeniero y Executive MBA por el IE- "éstos se climatizan y ventilan de forma independiente, con sus propios sistemas de ventilación".

Trenes Talgo: menos densidad, más aire puro

Esto es especialmente relevante en los trenes Talgo que, por su tecnología única, son los más cortos y anchos del mercado. Volviendo al ejemplo del corredor Madrid-Barcelona, un tren de alta velocidad 'clásico' tipo de 200 metros de largo reparte a sus viajeros en ocho vagones. En el caso del tren Talgo, ese número de compartimentos se incrementa en un 50% para idéntica longitud: hasta los 12 vagones.

Cada uno de estos vagones cuenta con un equipo individual de tratamiento y renovación de aire, reduciendo al mínimo los riesgos de exposición masiva para los pasajeros, y garantizando así las condiciones de salud y no exposición.

En esas condiciones, cada tren de Talgo es capaz de transportar a 365 viajeros en 12 bloques con acceso y aireación independientes, frente a los 150 pasajeros que comparten acceso y un único espacio del avión.

Más aún, en cuestión de volumen de aire por viajero, un tren Talgo puede llegar a ofrecer a cada cliente hasta aproximadamente el doble de metros cúbicos de espacio frente a los de un avión. En el caso del tren Avril que actualmente Talgo está fabricando para Renfe, y que es el más ancho de su categoría en gálibo estándar europeo, los volúmenes interiores y las posibilidades de separación interpersonal son los más altos del mercado.

El resultado es claro para el Director de Innovación de la compañía española: "El tren Talgo reparte a los viajeros en 12 espacios frente a uno solo en el avión, todos ellos con entrada y filtrado independientes, con múltiples accesos en toda su longitud, y además reduce la exposición al ofrecer el doble de aire libre".

El tren, la respuesta inmediata

Ya antes de que se declarase la actual pandemia, y como consecuencia de una mayor concienciación ante la certeza científica que es la emergencia climática, numerosos estudios señalaban ya una creciente preferencia de los viajeros por el modo ferroviario en Europa.

Esos estudios, realizados una vez que ya se había hecho sentir el impacto de la COVID-19, han venido a señalar que la actual pandemia no sólo no va a detener ese proceso de trasvase de viajeros al tren -con mucho, el medio más sostenible en larga distancia- sino que lo va a acelerar allí donde el ferrocarril puede ofrecer mejores condiciones, no sólo comerciales sino también de seguridad, en radios de distancia en el rango que va de los 600 a los 800 km en el caso de los viajes diurnos

Estas nuevas preferencias de los consumidores, más beligerantes ante el cambio climático, más preocupados por la salud personal y más responsables con la salud pública, se reflejarán sin duda a corto y medio plazo en nuestros sistemas ferroviarios, que deberán atender una demanda mayor, pero sobre todo más exigente.

Es en esa clave en la que Talgo desarrolla desde hace unos meses una serie de tecnologías para que, aquellas operadoras ferroviarias que lo deseen, puedan ofrecer condiciones de seguridad sanitaria y confort reforzadas. Estas tecnologías abarcan todos los ámbitos de exposición y tienen en cuenta tanto las necesidades de desinfección total del vehículo en cualquier superficie como la óptima calidad del aire en el interior.

1 de julio de 2015

Larreta miente: no se hicieron obras de ventilación en la Línea "B" de Subte

Actualidad

El candidato a Jefe de Gobierno por el PRO mintió al afirmar que "la línea B no tenía las salidas de aire y hubo que hacer toda la obra para que pueda funcionar con aire acondicionado". La obra no se encaró en el último año y ni siquiera se licitó. Las reformas emprendidas se limitaron a la instalación de catenaria rígida y adecuación de subestaciones eléctricas.

El Jefe de Gabinete porteño y candidato a Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta explicó en reiteradas oportunidades la semana pasada que la línea B debió reducir su horario de servicio para realizar obras de ventilación necesarias para la incorporación de coches con aire acondicionado.


“Hicimos las adecuaciones en las líneas para incorporar vagones con aire acondicionado. Todo lo que se hizo en la línea B fue porque no tenía las salidas de aire y hubo que hacer toda la obra para que pueda funcionar con aire acondicionado“, explicó el candidato a la periodista María O’Donnell en el programa televisivo 50 Minutos el pasado jueves.

Apenas un día antes, el miércoles, había afirmado casi exactamente lo mismo cuando en el debate del programa A Dos Voces, el candidato de ECO Martín Lousteau le cuestionó las obras de la línea B y la adquisición de los polémicos coches CAF 6000: “[la línea B] no estaba preparada para redes (sic) con aire acondicionado, no tenía las salidas del aire”, explicó.

Lo cierto es que la línea B no estaba ni está preparada para trenes con climatización, debido a que no se realizó ninguna de las obras de ventilación que defendió Rodríguez Larreta. Tales modificaciones son necesarias para extraer de estaciones y túneles el calor generado por los equipos de aire acondicionado de los trenes, sobre todo porque la B es la línea que mayores problemas presenta en el aspecto de ventilación.

En enero de 2001, Metrovías señalaba a Clarín que “Ahora sería imposible [poner trenes con aire acondicionado] porque si no todo el aire que sale expulsado de los vagones quedaría en los túneles y estaciones” y que recién una vez instalado el sistema de ventilación forzada podría pensarse en poner coches climatizados; algo que para la Ciudad pasó a segundo plano.

La instalación de un sistema de extracción de aire había sido anunciada en 2014 por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), quien había estimado la inversión necesaria en unos 500 millones de pesos. “Colocaremos un mecanismo de ventilación forzada en andenes que permitirá una mayor circulación de aire bajo tierra. De esta forma se mejorará la calidad del ambiente y se beneficiará la disipación del calor”, rezaba una comunicación oficial. Pero la realidad es que la obra jamás se inició y al día de hoy ni siquiera se ha realizado el llamado a licitación para la misma.

Las adaptaciones -que obligaron a reducir el servicio durante más de un año y acabaron expulsando a casi 10 millones de pasajeros de la línea-, al contrario de lo que dice Larreta, estuvieron destinadas a la instalación de un nuevo sistema de alimentación eléctrica (catenaria rígida) -que hubo de ser modificada en ciertos tramos, ya que estaba mal instalada- debido a que los coches adquiridos eran incompatibles con el sistema de captación de corriente por tercer riel que equipa la línea B, y al refuerzo de potencia de las subestaciones, entre otras obras eléctricas menores.

Pese a que no hubo modificación alguna en la ventilación, los trenes con aire acondicionado ya han comenzado a correr y se irán incorporando progresivamente a la flota, completándose su puesta en marcha para el próximo verano. Sin sistema de inyección y extracción forzada de aire más que en un puñado de estaciones (Pasteur, Callao, Tronador, Los Incas, Echeverría y Rosas), la línea B amenaza con convertirse en un ambiente extremadamente caluroso, algo que no sólo traería incomodidad para los pasajeros, sino también posibles inconvenientes operativos al sobrecalentar los equipos.EnelSubte.com