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No sé si a la población de Junín ha tomado cabal dimensión de la reapertura de los Talleres Ferroviarios y se ha puesto a pensar, no solamente los dirigentes políticos y las entidades intermedias de la sociedad qué tipo de Talleres se quiere para Junín, sino el vecino, el ferroviario, el hijo del ferroviario, el nieto del ferroviario, el comerciante que apuntaló su bienestar en la época de oro, cuando la riqueza de la circulación del dinero devenía del sueldo de los ferroviarios.
La gran pregunta es: ¿Queremos talleres de reparación de material rodante como en décadas pasadas o anhelamos construir un taller metalúrgico-ferroviario que fabrique piezas, motores, coches y vagones?.
La situación geográfica estratégica de la ciudad amerita utilizar el avance tecnológico para convertirse en un gran polo industrial debido a la cercanía de dos puertos y el corredor bioceánico que no deja dudas, al menos en el aspecto técnico.
Hay una fuerza tridimensional, que es el clamor popular, y que se debe poner en movimiento para exigir en el buen sentido de la palabra un cambio de paradigma en Junín. La ciudad de servicio, verdadero maquillaje para las postales, debe darle lugar al desarrollo industrial que va a impulsar miles de trabajos genuinos y agregarle valor agregado a nuestra producción agrícola ganadera.
Hemos asistido a 7 años en que no se ha construido una sola vivienda, no se han gestionado fábricas, han cerrado escuelas y cursos y las pocas obras que vinieron, a pesar de haber tenido a Nación y Provincia como aliadas, se paralizaron hace tres años y recientemente retomadas por un gobierno popular en pandemia.
El proyecto del Intendente Petrecca en las tierras de los talleres que le donó Macri lejos de ser productivo, era el de un negocio inmobiliario para la clase media alta de la zona. Directa o indirectamente inducía mediante la pobreza de su gestión a que la gente vaya a changuear, cartonear o hacinarse en las oficinas municipales con sueldos de hambre.
Es necesario que los sectores gremiales, políticos y dirigentes empresariales con visión de inclusión, integración e industrialismo gobiernen la ciudad bajo la idea de un sistema multimodal de transporte, racionalizado, rediseñado y modernizarlo, según las tendencias innovadoras en materia de industrias y movilidad ferroviarias.
Existe un plan del gobierno de Cristina Kirchner que se llama “Bases estratégicas para la formulación de un Plan de Reorganización, Recuperación y Modernización del Sistema Ferroviario Argentino”, plan concebido para ser ejecutado con recursos del BID y del Banco Mundial, del cual, en su momento el ex Ministro Meoni dijo: “Recuperemos las empresa licitadas que vencen, en 2021, 22 y 23, construiremos empresa mixtas y partiremos para el gran reordenamiento ferroviario federal”.
Mario Meoni tenía como prioridad empezar por los trenes de carga. La recuperación de los Talleres de Junín fue su gran apuesta. Esta es una oportunidad única que los juninenses no debemos dejar pasar y que comienza en el mes de septiembre con la elección de autoridades que tengan principios y vocación de desarrollo económico".Por: Oscar Farías para Semanario Juninense