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17 de febrero de 2021

La Cámara Comercial acompaña el proyecto por la vuelta del tren a Bolívar

Actualidad

Proyecto presentado:

Fundamentación: 

Este proyecto se basa en la necesidad de reestablecer el ramal ferroviario que une Estación Plaza Constitución con la ciudad de Daireaux, pasando por Temperley, Cañuelas, Uribelarrea, Empalme Lobos, Carboni, Santa Rita, Elvira, Ernestina, Pedernales, Norberto de la Riestra, Berraondo, 25 de Mayo, Islas, Valdés, Mosconi, Huetel, Del Valle, Hale, Unzué, Bolívar, Ibarra, Urdampilleta, Pirovano y llegando a Daireaux.

Dándole vida y puesta en valor a todos estos lugares, muchos de ellos han quedado aislados desde que el tren no corre, ya que las rutas no pasan por la entrada de los mismos, debiendo hacer varios kilómetros para adentrarse a ellos.

Reactivando las economías locales ya que son pueblos y ciudades donde la actividad principal es la agricultura y ganadería.

Este proyecto tiene como destinatarios todos los habitantes que por una u otra razón deban viajar, ya sea hacia Capital, incluyendo cada uno de los puntos intermedios como así también quien deba ir hacia el interior de la provincia. 

Objetivo general: 

La reactivación del ramal ferroviario Plaza Constitución - Daireaux, tanto para el transporte de pasajeros como así también el de cargas.

Objetivos específicos 

Darle vida a los pueblos.

Reactivar la economía tanto local como regional.

Fomentar el turismo.

Facilitar medios de transportes más económicos.

Ayudar a los estudiantes.

Unión de los pueblos.

Metodología y actividades 

En base a la Ley Nacional de Ferrocarriles Argentinos, ley 26352 y su modificación, ley 27132, que establece una política de reactivación de los ferrocarriles de pasajeros y de cargas, renovación y mejoramiento de la infraestructura ferroviaria, incorporación de tecnologías y servicios. Declaración de Interés Público Nacional.

El ferrocarril es un medio de transporte seguro, masivo, menos oneroso, menos contaminante, evita congestionamiento y accidentes de tránsito.

Debido a la situación económica del país, es la alternativa más viable para moverse o transportar bienes.

La reactivación del tren es una necesidad imperiosa. 

Recursos materiales y financiación 

Este proyecto debe ser llevado a cabo por el Gobierno Nacional, quien debe garantizar que el pueblo pueda hacer uso de su derecho a circular libremente y de un modo más económico.

Teniendo en cuenta que en los últimos años el gobierno ha adquirido tanto material para reparar vías como así también coches y vagones de última generación debería ser viable que destine parte de dichos materiales a este ramal.

Según relevamiento realizado son pequeños tramos los que deben ponerse en condiciones para la circulación del tren, debiendo realizarse una correcta limpieza del ramal.

Los municipios también deben colaborar, poniendo en condiciones las estaciones de su distrito, las cuales se encuentran en su mayoría en estado regular o de abandono por el hecho de la no circulación del tren

Recursos humano y equipo técnico

En cuanto al personal necesario, el estado cuenta con personal capacitado que se encuentra disponible para realizar estas tareas, como así también para capacitar a nuevos empleados generando así una fuente de trabajo.

Logros 

Una vez realizado este proyecto, funcionando nuevamente el ramal, se le va a dar curso a un proyecto por el cual en el Centros de Formación Profesional, en la localidad de Bolívar, se dictarán los cursos necesarios de maquinistas y todo el personal necesario para llevar a cabo tareas de arreglos tanto de las formaciones como de las vías. Dando de esta manera, formación y salida laboral.

A su vez, se pretende establecer un servicio de encomiendas de pequeño porte, regulado por kilaje y tamaño que ocupa, para así ayudar al sustentamiento del tren.

Avales

Este proyecto está avalado por las Municipalidades de Bolívar, 25 de Mayo, Daireaux y la Sociedad Rural de Bolívar.

Vecinos que habitan los lugares que se ven beneficiados por el regreso del tren y toda persona que le interesan los trenes o el bien común han firmado las planillas que se adjuntan avalando este proyecto.

Como así también se ha generado una página de Facebook “X EL TREN A BOLIVAR” donde interactúan, dan su apoyo, comparten experiencias todo aquel que desee hacerlo.Proyecto creado por Roque F. Gómez.

5 de septiembre de 2020

Quiñihual: El paraje donde vive un solo habitante

Historias Ferroviarias

Quiñihual es uno de los tantos pueblos que quedaron aislados cuando los trenes dejaron de pasar. Conocé la historia de Pedro Meier, su único habitante

Quiñihual, un cacique fuerte, inflexible y por demás valiente, era el hombre más respetado por las tribus que habitaban entre las sierras, lagunas y pajonales en el centro sur de la provincia de Buenos Aires.

En 1879, el avance militar del Ejército Argentino hacia el sur de la Provincia en el marco de la Conquista del Desierto organizada por Julio Argentino Roca, se encontró con la resistencia de los malones liderados por Quiñihual, que dieron batalla ante los invasores a pesar de su inferioridad numérica y de no contar con los fusiles y el armamento que tenían sus enemigos. Luego de un sangriento combate, la tribu fue doblegada y al cacique lo acorralaron exigiéndole la rendición. Quiñihual prefirió morir a que lo sacaran de su tierra y murió en la barranca del arroyo que, años más tarde llevaría su nombre.


Hacia 1910, con la creación del Ferrocarril Rosario-Puerto Belgrano, que cubría casi 800 kilómetros de longitud; se inaugura en las tierras surcadas por el arroyo la estación de trenes.

Con la estación, surgieron al mismo tiempo un conjunto de casas alrededor de ella, donde se asentaron fundamentalmente empleados ferroviarios y trabajadores vinculados con la carga y descarga de materias primas. Así, se fue conformando Quiñihual, un pueblo que llegó a tener alrededor de 700 habitantes, una escuela, un almacén de ramos generales y hasta un club de fútbol que competía contra rivales provenientes de distintas zonas rurales e incluso urbanas.

Pero las épocas doradas de este paraje perteneciente al partido de Coronel Suárez, ubicado al sur de la Provincia, a 492 kilómetros de la ciudad de La Plata y a 161 kilómetros de Bahía Blanca; se terminaron en 1995, cuando el tren dejó de pasar y sus habitantes quedaron a la deriva, corriendo la misma suerte que muchos otros pueblos de Buenos Aires. Ya no había trabajo ni forma de transportarse. Poco a poco, Quiñihual se fue apagando hasta convertirse en lo que es hoy: un pueblo abandonado con un solo habitante.



Su nombre es Pedro Meier, tiene 63 años y es el dueño de la pulpería que, a pesar de haber quedado perdida en medio de la extensa llanura, sigue abriendo sus puertas religiosamente todos los días a partir de las seis o siete de la tarde, a la espera de que llegue algún visitante.

“La misma gente que viene me pide que no cierre, que lo mantenga abierto para venir a charlar un rato porque es el único lugar que tienen a dónde ir”, cuenta el dueño de la pulpería en diálogo con INFOCIELO, “los que se acercan son personas que trabajan en el campo, puesteros e incluso hemos hecho asados una vez por mes con gente que vivía acá”

La edificación donde funciona la pulpería de Quiñihual fue construida hacia fines del siglo diecinueve y el lugar pareciera haberse quedado detenido en el tiempo. Su fachada es de ladrillo, corroído por los años, y en su interior todo está como cuando su padre lo inauguró en la década de 1960 como almacén de ramos generales: enormes estanterías que se alzan casi hasta el techo, repletas de botellas de vino, whisky, vermut y otras bebidas espirituosas; además de galletitas, snacks, productos de limpieza y algunas frutas y verduras.

“Yo nací en Coronel Suárez, pero nos vinimos a vivir a Quiñihual cuando yo tenía 7 años, hice toda la primaria acá”, comenta Meier que, de chico, ya ayudaba a sus padres a atender el almacén, “se juntaba toda la gente en el almacén, venían a hacer las compras del mes”.


El almacén, que llegó a tener varios empleados, era uno de los lugares más concurridos, no solo por los trabajadores agrarios que, una vez finalizada su extensa y dura jornada, se acercaban a tomar algunos vasos de ginebra, grapa o caña; sino también por todo el pueblo e incluso por vecinos de lugares cercanos, que llegaban para abastecerse de todo tipo de productos: yerba, azúcar, aceite, tabaco, alimentos, ropa, herramientas de trabajo y hasta nafta.

Hoy, de ese pueblo solo quedan recuerdos y, por supuesto, la pulpería con su dueño. Las casas donde vivían los trabajadores del campo con sus familias quedaron completamente abandonadas y solo sirven de refugio para la fauna pampeana.

“Estoy yo solo, no quedó nadie. Antes estaba el destacamento policial acá a 200 metros de donde estoy, el colegio, el club de fútbol, todo funcionaba y ahora no queda más nada”, comenta Meier, quien aprendió a convivir con el silencio del campo, “para vivir uno se acostumbra, yo amo la tierra, amo a los animales y por eso estoy también acá, porque estando en otro lugar no podría tener esta vida”.

En una punta de la pulpería, junto a una antigua balanza de almacén, hay una vitrina que atesora algunas fotos en blanco y negro, un par de trofeos y camisetas con rayas verticales verdes rojas y blancas, que mantienen viva la memoria del club Quiñihual que, además de la práctica deportiva, era el lugar donde se organizaban obras de teatro y los bailes del pueblo a los que asistían personas provenientes de pueblos vecinos a muchos kilómetros de distancia.

El club permanece cerrado, al igual que la Escuela N° 21, que dejó de recibir alumnos hace 20 años. Estas dos son las únicas dos construcciones que se mantienen en pie en el paraje habitado por Meier, que no cuenta con luz eléctrica, que no tiene caminos asfaltados ni señalizaciones que indiquen cómo llegar y que ni siquiera figura en los mapas.

“No es tan fácil como vivir en el pueblo que tenés todo a mano, acá es sacrificio y arreglártelas vos en todo. Estando solo en este lugar es duro porque no tenés nada alrededor, tenés tus animales nada más y a vos mismo”, describe Meier, aunque aclara: “Tampoco estoy solo del todo, siempre viene gente, entonces uno charla y el día se te pasa más rápido”.

Según él, se acercan a conocer la pulpería turistas de distintas partes de Buenos Aires e incluso también de otras provincias: “Ha venido gente de La Plata; de Capital; incluso vinieron también 27 motoqueros de Santa Fe, todos con unas motos enormes. Se quedan impresionados porque entrar acá es como entrar en la historia”, comenta el único habitante de Quiñihual.

También lo visitan sus dos hijos, que viajan desde Coronel Suárez (60 kilómetros) y Bahía Blanca (160 kilómetros); y su compañera, que vive en Pigüé, a 100 kilómetros de distancia. “Mi mujer viene a acompañarme hasta acá, se queda 15 días y después vuelve una semana para Pigüé, y yo también la voy a ver a veces los fines de semana”, cuenta el dueño de la histórica pulpería.

La pandemia de coronavirus que azota al mundo no afectó la rutina de Meier, quien además de atender la pulpería, cría vacas y algunos cerdos. “Me levanto temprano y salgo a revisar la hacienda que tengo, me fijo que los animales estén bien, y si tengo que hacer algo de chacra, lo hago también hasta las seis de la tarde, que abro la pulpería”.

Al igual que el cacique Quiñihual, Pedro Meier, se rehúsa a huir de las tierras en donde pasó prácticamente toda su vida, a pesar de que los caminos de tierra se inunden con la lluvia; que el tendido eléctrico no llegue hasta donde él vive; que la señal telefónica sea prácticamente nula y que deba transportarse más de 50 kilómetros para abastecerse de recursos.

“Yo no quise vender todo esto porque mi padre me hizo la donación en vida. No tengo pensado irme”, asegura Meier, quien espera en algún momento poder vivir con las mismas comodidades que tienen quienes viven en las ciudades vecinas de Coronel Suárez y Coronel Pringles, “ojalá que algún día pueda llegar a tener la luz y vivir como cualquier otra persona que vive en un pueblo”.

¿Cómo llegar hasta la pulpería?

No hay ningún tipo de señalización que indique cómo se llega a Quiñihual, por eso muchos turistas optan por consultar a los puesteros que se encuentran sobre la Ruta 76 para saber qué camino tomar.

“Si venís de Buenos Aires, tenés que tomar la Ruta 76, la que viene de Olavarría y, en el cruce de vías, que es el único que hay entrando a Coronel Suárez, tenés que doblar a mano izquierda y son 7 kilómetros costeando costeando la vía”, señala el dueño de la pulpería escondida entre la llanura y el Cordón Serrano de las Sierras de la Ventana.

Cabe destacar que el camino de tierra que conduce hacia el lugar se inunda y se vuelve intransitable los días de lluvia, por lo que la recomendación es consultar previamente el pronóstico del clima.InfoCielo.com

7 de febrero de 2019

La usina de la mentira para con el ferrocarril

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria

Me dirijo a usted con el fin de informarle que veo que en estas semanas se ha incrementado en la información, las opiniones de los detractores del gobierno para con el ferrocarril y salen a la luz sin disimulos. Pero esta usina de ideas falaces tienen dueño.

A la política no se le ocurre por sí hacer estas cosas, si es que atrás no hay asuntos oscuros de índole económico, como por ejemplo, quedarse con el monopolio del transporte, o favorecer a algún sector afín. Pues bien, hay que saber quiénes son y allí vamos.

Asimismo, tengo que decir que esto no es nuevo. De ninguna manera. Estas personas pujan hace años por imponer estos conceptos, sólo que ahora "cuajaron" en un gobierno que les viene al pelo.


Licenciado José Barbero: Actualmente Director del Instituto de Transporte de la UNSAM. Tuvo el más alto cargo ejecutivo de la consultora canadiense Booz Allen & Hamilton que fue contratada en el año 1990 por el equipo económico de Cavallo y su Ministro Dromi para diseñar el crucial paso de la privatización de Ferrocarriles Argentinos. Fue consultor del Banco Mundial.

Da permanentemente conferencias en temas ferroviarios, "informando" particularmente que los trenes regionales y generales de larga distancia son deficitarios. Nunca se llega a entender el por qué: el mito se vuelve realidad según quién lo diga y dónde, pero uno sabe que no es así, y no quiero cansar a los lectores dando los fundamentos, justo aquí donde todos sabemos que no es así. Bibliografia tengo de sobra al respecto.

Dr. Alberto Müller: Ha vertido en varias conferencias de transporte y notas periodísticas (diario La Nación) el concepto de que no es verdad que cientos de pueblos en el país se han despoblado como consecuencia de la desaparición del ferrocarril. Es muy escuchado. Tuve la oportunidad de encontrar ese trabajo de investigación en el que basa su afirmación, y no están claras sus hipótesis. Aún diciendo que aunque sí tuvo influencia la decadencia del ferrocarril, no alcanza para que los detractores lo tengan presente y echen mano a sus ideas.

Jorge Waddell: Director de la Fundación Museo Ferroviario. Autor de libro "Nueva Historia del Ferrocarril en la Argentina: 150 años de Política Ferroviaria", de publicación reciente. Leer el Plan Larkin en esta publicación es revelar que es como tener al zorro dentro del gallinero en el ámbito ferroviario; tener a personas que tienen estas opiniones del ferrocarril dentro de dicho ámbito, como lo es la Fundación Museo Ferroviario. O de otra manera: se hubiera llevado de maravillas con Cavallo allá por los noventa. Increible?. No, es verdad.

El C3T (Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial) de la Universidad Tecnológica publicá, por ejemplo en Marzo del 2016, este informe: “De eso no se habla. El deseado renacer ferroviario de cargas y un posible impacto sobre el empleo camionero”. Autor, Jorge Sánchez. Son personas afines a las anteriores citas.

Todos tienen llegada a los grandes medios. De algún lugar tenían que salir estas "grandes ideas". Para un país despoblado y hambriento como el nuestro, que a alguién se le ocurre decir que el ferrocarril es deficitario, es continuar las ideas de la tripla Menem-Dromi-Cavallo, pero en el nuevo siglo. Con el agregado de la revolución de los aviones ahora. Nadie habla de los subsidios a las aeronaftas y a las terminales aeroportuarias.

¿Ahora no se habla de déficit?. ¿Ahora son baratos como sistema la aeronáutica? Hablar de unir al país con el 30% de pobres, con cientos de pueblos a relativamente corta distancia, que justamente no se pueden unir por otro medio que no sea tren o automotor, nos habla de algo oscuro. Recién leo que van a invertir 600 millones de pesos en la terminal de Santa Rosa, pregunto: ¿Para unir qué, Santa Rosa con Bs As y alguna otra capital de provincia más?. Y los ¿pueblos del interior cercano?.

¿Van a ir con un 737-800 hasta allí?. Se ve que hay algo escondido, sin dudas. La cifra asusta realmente. Algunas decenas de km. de la Línea Sarmiento renovadas con esos 600 millones de pesos no vendrían mal para que vuelvan las cargas y los pasajeros atrás, que es como debe ser. Vías en buen desempeño para cargas y pasajeros en una velocidad comercial de 80 km/ hora no es imposible.

En estos días nos enteramos que 2.400 millones de pesos se gastaron para evitar 8 barreras ubicadas en la C.A.B.A. en la Línea Mitre. ¿Cuántos de millones se invirtieron en el interior de nuestro país en temas ferroviarios que no sean en el transporte de cargas?

Esto es sólo una muestra de lo que este gobierno hace con la usina de ideas de estas personas que son muy escuchadas en temas de transporte. Atte.
Eduardo César Amoreo
eamoreo@hotmail.com

1 de octubre de 2018

Las viejas estaciones de tren, entre el olvido y la supervivencia

Actualidad

A seis meses de que oficialmente cesó el paso del servicio de Ferrobaires por la vía Pringles, las cuatro principales terminales del trayecto se mantienen vivas por medio de actividades culturales, gestión municipal o los vecinos.

Hace unos dos años, semanas más, meses menos, dejó de circular el tren de pasajeros de Ferrobaires por la vía Coronel Pringles-Bahía Blanca. Sin embargo, el cierre del ramal recién se oficializó a fines de febrero de este año a través de un decreto de la gobernadora María Eugenia Vidal y se efectivizó el 15 de marzo: a partir de ese día, murió definitivamente el tren de pasajeros entre esas dos ciudades.


Hasta ese momento había nueve puntos intermedios entre la primera terminal y Calderón, de las cuales cuatro se encontraban relativamente activas (Pringles, Sierra de la Ventana, Saldungaray y Cabildo), una desaparecida (Cochrane), dos habitadas por cuidadores (Estomba y Corti) y las restantes (Stegmann y Peralta) estaban desocupadas.

Hoy, por esas vías y esas estaciones pasan hasta cinco trenes de carga diarios, pertenecientes a la empresa Ferrosur. Y las estaciones, viejo patrimonio de la época de oro del ferrocarril en nuestra zona, sobreviven o se reciclan como se puede de acuerdo a las ganas de los vecinos o del municipio en cuestión.

Allí, incluso antes de la desaparición de Ferrobaires, ya estaban en funcionamiento centro culturales, museos o funcionan dependencias municipales.

La cuestión, cuentan los vecinos y funcionarios del lugar, es simple: “si las estaciones quedan a la buena de Dios, terminan llevándose todo”. Incluso, hace algunos días la Justicia bahiense absolvió al acusado de un robo “hormiga” en una estación porque, se argumentó, el Estado abandonó la propiedad “propiciando su desmantelamiento”. 

Por ello, no hay que quedarse quietos.

En Cabildo, por ejemplo, funciona una suerte de museo a cargo de los vecinos. En Coronel Pringles, hay un espacio cultural que maneja la comuna. En Sierra de la Ventana se venden pasajes para el tren de la vía La Madrid que pasa por Tornquist. Mientras que en Saldungaray todavía está todo en veremos.

En este lugar, a más de seis meses del inicio de los reclamos de la localidad y del pedido del municipio de Tornquist para darle un uso a las instalaciones, desde la Nación aún no llegó ninguna respuesta. Mientras tanto, en el lugar Ferrosur permitió la instalación de una familia de la localidad para que cuide las instalaciones; los galpones están alquilados a una empresa celulosa, y la empresa ferroviaria ocupa las dependencias que anteriormente usaba Ferrobaires.


Por ahora, los reclamos de la población para que el lugar no quede en desuso no han encontrado eco a nivel gubernamental, más allá del pedido de comodato del municipio: se pidió que allí funcione la terminal de ómnibus, que se vendan tíckets para la línea La Madrid y que se habilite un museo, pero ningún pedido llegó a buen término. Esta última parece la opción más posible -incluso hay un proyecto comunitario que impulsa el municipio-, pero habría que esperar hasta el año que viene por lo menos.

"La municipalidad mantiene limpio el lugar hasta que se pueda concretar el proyecto del museo -contó a La Nueva. el delegado municipal Darío Cardoso-. Si esto se pudiera concretar, podríamos usar la estación como lugar turístico, generando beneficios para el pueblo".

Al respecto, reconoció que no se descarta la venta de boletos o la habilitación de una terminal de colectivos.

"Son dos cuestiones a definir. Pero primero debemos conseguir el lugar para que funcione como museo. Después veremos qué hacer", dijo.

En Cabildo, el municipio bahiense -y, por consiguiente, la delegación- tiene a cargo el mantenimiento del predio del ferrocarril, merced a un acuerdo con Ferrosur.

“Tenemos a cargo la guarda del material, el cambio de luminarias, la reparación de roturas por vandalismo y el corte de pasto, entre otras cosas -señaló el delegado Néstor Bartel-. Lamentablemente, no hemos podido pintar; y estamos tras el proyecto de habilitar un baño en el lugar, para lo cual estamos llevando cañerías de agua”.

La idea, recordó, es en algún momento habilitar una oficina de turismo. Mientras tanto, un grupo de vecinos utilizan el lugar como un espacio comunitario para dar charlas. También se piensa en habilitar un museo, aunque el espacio no cuenta con las medidas mínimas para hacerlo.


“El lugar está bastante cuidado”, comentó.

En Coronel Pringles, el área de Desarrollo Social de la comuna utiliza desde hace varios años un viejo galpón de Ferrobaires ubicado en el predio de la Estación Roca, donde funciona un espacio deportivo y lúdico para chicos, adolescentes y jóvenes.

“Es un convenio que viene de antes del cierre de Ferrobaires -señaló la titular de Cultura, Daniela Pelegrinelli-. Lo abrimos los sábados con talleres y actividades especiales”.

La estación, en tanto, cuenta con un vigía privado que evita situaciones de rapiña y vandalismo.

Estación Coronel Pringles de la Línea Roca

Sierra de la Ventana fue la estación de estas que mejor pudo capear el cierre de Ferrobaires. Desde allí se incendió la voz de alarma sobre el cierre de estas terminales y fue justamente esta la que permaneció abierta.

Marcelo García montó un impresionante museo ferroviario en la estación de Sierra de la Ventana.

En ella sigue viviendo Marcelo García junto a su familia, casi eternos cuidadores del lugar. Después de las sucesivas protestas que realizaron las poblaciones de Sierra y Saldungaray en reclamo por la vuelta del servicio de pasajeros y del no cierre de las estaciones, el municipio de Tornquist consiguió que en Sierra de la Ventana se mantuviera el expendio de boletos para la línea La Madrid.

Además, en ese lugar funciona un muy bien montado museo ferroviario.LaNueva.com