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Una vecina brindó testimonio de la estremecedora experiencia que padeció tras abordar el tren Sarmiento en la estación de Morón el pasado martes.
En el grupo público de Facebook "Pasajeros del Tren Sarmiento", la usuaria Carli García dio a conocer la siguiente historia:
"Hola. Quiero contar lo que me pasó hoy en el tren a eso de las 16 hs. Estaba en la estación de Morón esperando el tren con dirección a Once, había poca gente, cuando me doy cuenta que una mujer de aprox. 35 años me estaba mirando. No le di importancia.
Subimos al tren y se sienta al lado mío, separadas por el pasillo. Noto que me seguía mirando y mandando mensajes a alguien, sin quitarme los ojos de encima. Al poco tiempo llega un hombre y me deja una tarjetita, e inmeditamente se pone a hablar con la mujer que me miraba. Me doy cuenta que algo está pasando y me doy cuenta que fui a la única del vagón que le dió la tarjeta, ni siquiera al hombre que se sentaba al lado mío. Se quedaron mirándome como esperando a que sucediera algo.
Me empecé a descomponer, el cuerpo me temblaba, se me nubló la vista, el cuerpo lo sentía adormecido y estaba por desmayarme. Le pedí al hombre que estaba al lado mío que si me desmayaba se quedara conmigo, y que estaba sola (el hombre se río y no me dio bola). Quiero aclarar que estoy confusa con si las sensaciones de mi cuerpo fueron del pánico o la tarjeta contenía alguna sustancia, pero el hecho de que me la entregara a mi sola me confirma que no fue producto mío. Tenía todo el cuerpo adormecido.
A todo esto los individuos me seguían mirando. Me bajé apenas se abrieron las puertas, apenas pudiendo caminar. Los guardas de la estación me asistieron y me calmaron.
No quiero generar paranoia, solo contar lo que pasó para que no le pase a nadie más, sobre todo a las mujeres, hay que cuidarnos. Si desconfian de alguien o se dan cuenta que algo anda mal, vayan a otro vagón o esperen otro tren. Yo pensaba que estas cosas no pasaban, y menos que me iba a pasar a mí. Pero evidentemente pasan y a plena luz del día. Anden con cuidado, si se sienten mal y van solas avisen al que sea que no las deje solas. Está todo muy jodido.
No quiero generar paranoia, solo contar lo que pasó para que no le pase a nadie más, sobre todo a las mujeres, hay que cuidarnos.
Si desconfían de alguien o se dan cuenta que algo anda mal, vayan a otro vagón o esperen otro tren. Yo pensaba que estas cosas no pasaban y menos que me iba a pasar a mí. Pero evidentemente pasan y a plena luz del día.
Anden con cuidado, si se sienten mal y van solas avisen al que sea que no las deje solas. Está todo muy jodido".ElDiariodeMorón.com (Nota enviada por nuestro colaborador señor Jorge zatloukal)
Una vecina brindó testimonio de la estremecedora experiencia que padeció tras abordar el tren Sarmiento en la estación de Morón el pasado martes.
En el grupo público de Facebook "Pasajeros del Tren Sarmiento", la usuaria Carli García dio a conocer la siguiente historia:
"Hola. Quiero contar lo que me pasó hoy en el tren a eso de las 16 hs. Estaba en la estación de Morón esperando el tren con dirección a Once, había poca gente, cuando me doy cuenta que una mujer de aprox. 35 años me estaba mirando. No le di importancia.
Estación Morón de la Línea Sarmiento
Subimos al tren y se sienta al lado mío, separadas por el pasillo. Noto que me seguía mirando y mandando mensajes a alguien, sin quitarme los ojos de encima. Al poco tiempo llega un hombre y me deja una tarjetita, e inmeditamente se pone a hablar con la mujer que me miraba. Me doy cuenta que algo está pasando y me doy cuenta que fui a la única del vagón que le dió la tarjeta, ni siquiera al hombre que se sentaba al lado mío. Se quedaron mirándome como esperando a que sucediera algo.
Me empecé a descomponer, el cuerpo me temblaba, se me nubló la vista, el cuerpo lo sentía adormecido y estaba por desmayarme. Le pedí al hombre que estaba al lado mío que si me desmayaba se quedara conmigo, y que estaba sola (el hombre se río y no me dio bola). Quiero aclarar que estoy confusa con si las sensaciones de mi cuerpo fueron del pánico o la tarjeta contenía alguna sustancia, pero el hecho de que me la entregara a mi sola me confirma que no fue producto mío. Tenía todo el cuerpo adormecido.
A todo esto los individuos me seguían mirando. Me bajé apenas se abrieron las puertas, apenas pudiendo caminar. Los guardas de la estación me asistieron y me calmaron.
No quiero generar paranoia, solo contar lo que pasó para que no le pase a nadie más, sobre todo a las mujeres, hay que cuidarnos. Si desconfian de alguien o se dan cuenta que algo anda mal, vayan a otro vagón o esperen otro tren. Yo pensaba que estas cosas no pasaban, y menos que me iba a pasar a mí. Pero evidentemente pasan y a plena luz del día. Anden con cuidado, si se sienten mal y van solas avisen al que sea que no las deje solas. Está todo muy jodido.
No quiero generar paranoia, solo contar lo que pasó para que no le pase a nadie más, sobre todo a las mujeres, hay que cuidarnos.
Si desconfían de alguien o se dan cuenta que algo anda mal, vayan a otro vagón o esperen otro tren. Yo pensaba que estas cosas no pasaban y menos que me iba a pasar a mí. Pero evidentemente pasan y a plena luz del día.
Anden con cuidado, si se sienten mal y van solas avisen al que sea que no las deje solas. Está todo muy jodido".ElDiariodeMorón.com (Nota enviada por nuestro colaborador señor Jorge zatloukal)
Eso es mentira, es un cuento que circula en varios países cambiando de método. En Uruguay era con un celular. Expliquenme que sustancia puede causar efecto tan rapido con el tacto y en tan poca cantidad.
ResponderEliminarVa a tener que revisar que es lo que se está 'fumando' ésta Carli ...
ResponderEliminarPURO HUMO MACRISTA PARA CERRAR EL FERROCARRIL
ResponderEliminarhumo
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