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En una entrevista con AIRE, Emilio Jatón confirmó que en los próximos días saldrán al mercado en busca de posibles compradores. El Tren Urbano nunca funcionó y está abandonado hace años en un galpón. El intendente estimó en $ 200 millones los fondos que invirtieron las gestiones de Barletta y Corral en el proyecto.
El Tren Urbano, que impulsaron los exintendentes Mario Barletta y José Corral, que nunca funcionó y que según aseguró hoy Emilio Jatón -en una entrevista exclusiva con AIRE- demandó una inversión de "$ 200 millones de pesos" tiene los días contados. En marzo, el intendente anunció que sería subastado y según adelantó, en los próximos días saldrán al mercado para buscar compradores y venderlo antes de fin de año.
La historia del fallido Tren Urbano tendrá próximamente un capítulo más cuando la Municipalidad de Santa Fe salga al mercado para buscar un posible comprador. "Vamos a empezar a ofrecerlo en los próximos días, a buscar oferentes y hacer un portfolio con una ficha técnica. A partir de ahí tenemos plazos", comentó Emilio Jatón en una entrevista con Luis Mino en el programa Ahora Vengo.
De todas maneras, Emilio Jatón reconoció que "no va a ser fácil porque su motor no sirve más" y recordó que de acuerdo a la auditoría que realizó la Municipalidad al comienzo de su gestión, "el Tren Urbano costó más de $ 200 millones de pesos". En otras oportunidades, había reconocido que con la subasta no se recuperará el dinero invertido, pero por lo menos, desprenderse de una parte y reutilizar lo que se pueda.
Por último, indicó que "los gastos fueron muy altos destinados a la preparación de vías, estaciones, por eso queremos ofrecerlo y ver cómo nos va".
Breve historia del Tren Urbano
La primera de las dos duplas del Tren Urbano llegó a Santa Fe a finales de abril de 2011 (la segunda en agosto de ese mismo año) y recorrió sus primeros metros en el Dique 1 del puerto. El entonces intendente, Mario Barletta -que era precandidato a gobernador-, lo calificó como “un día histórico” y aseguró que en pocos días “comenzará a ser un servicio muy importante para todos”.
No sabía que todavía faltaban cinco años para su inauguración. Las dos unidades del tren, que “decoraron” el entorno del Molino Fábrica Cultural durante más de tres años, las construyó la fábrica Tecnotren en Tigre. En la gestión Barletta, el primer recorrido iba del puerto a la Estación Guadalupe, que se había renovado para prestar este servicio.
Más allá de algún que otro “blooper” en esos primeros metros en los rieles del puerto, el arranque del tren se complicó porque no lo autorizaba la Subsecretaría de Transporte Ferroviario de Nación y tampoco la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT). En diciembre de 2011 en el Concejo, además, la oposición pataleaba porque el municipio había pagado $ 2.400.000 por dos unidades que estaban paradas. Era el comienzo de una inercia que el tren urbano nunca pudo quebrar.
Hubo mil idas y vueltas, hasta que en noviembre de 2015, en la gestión de José Corral, Nación y municipio acordaron el inicio de las pruebas del tren urbano con un recorrido distinto y ocho paradas: la primera, “El Molino” (Pedro Vittori y Castellanos); la última, “Don Bosco”, junto a “La Esquina Encendida”. La idea era que el tren sea una alternativa, articulado con el transporte público, para conectar el norte de la ciudad con la zona de bulevar. El martes 12 de enero de 2016, el tren urbano puso primera y comenzó a funcionar de manera promocional y gratuita.
Lo que parecía una idea innovadora para la ecuación del sistema de transporte público, se transformó en una pesadilla comunicacional para el municipio. Es que el tren, con los pasajeros encima, no aguantaba y se rompía todo el tiempo. Se dijeron mil cosas, que tenía el motor de un Duna, que no se conseguían los repuestos, que en realidad andaba…
Las dos unidades quedaron estacionadas junto al molino, en uno de los lugares de mayor visibilidad de la ciudad. Un tren parado -la locomotora es una trillada metáfora del movimiento- es un símbolo muy fuerte. Le pusieron apodos: “El tren fantasma” y en redes se convirtió en el eje de una declaración de amor viral, más graciosa que romántica: “Abrazame hasta que arranque el Tren Urbano”. En julio de 2019, el tren, de repente, desapareció. Lo encontró Nacho Laurenti, periodista y movilero de Aire de Santa Fe, en un baldío con pasado ferroviario en Avellaneda al 4100. El tren parece abandonado.AireDigital.com
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