Actualidad
Redacción Crónica Ferroviaria
En el día de ayer debido a la tormenta que se desató en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores, se observó, amén de varias arterias de la ciudad que se vieron inundadas, la recientemente renovada estación Plaza Constitución de la Línea Roca se vio desbordada por el agua, lo que originó el anegamiento del hall central y la bronca de miles de usuarios que en ese momento se encontraban en la misma para llegar a sus hogares.
A raíz de ello, los servicios de pasajeros que circulan por los ramales a La Plata y Bosques, vía Quilmes, interrumpieron su servicio y los ramales a Alejandro Korn, Ezeiza y Bosques (vía Temperley) sufrieron importantes demoras, por fallas técnicas en la entrada y salida en la cabecera de Plaza Constitución.
A las primeras horas de la noche los usuarios de la Línea Roca vivieron momentos de incertidumbre y caos, no sólo por la interrupción de los servicios de pasajeros, sino que la estación terminal se encontraba invadida por el agua.
La empresa estatal ferroviaria debería replantearse y preguntarse cómo ocurrió esa inundación en una estación cuyo hall central fuera inaugurado por las nuevas obras realizadas, y ver qué fue lo que falló para que ocurriera semejante desastre.
Redacción Crónica Ferroviaria
En el día de ayer debido a la tormenta que se desató en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores, se observó, amén de varias arterias de la ciudad que se vieron inundadas, la recientemente renovada estación Plaza Constitución de la Línea Roca se vio desbordada por el agua, lo que originó el anegamiento del hall central y la bronca de miles de usuarios que en ese momento se encontraban en la misma para llegar a sus hogares.
A raíz de ello, los servicios de pasajeros que circulan por los ramales a La Plata y Bosques, vía Quilmes, interrumpieron su servicio y los ramales a Alejandro Korn, Ezeiza y Bosques (vía Temperley) sufrieron importantes demoras, por fallas técnicas en la entrada y salida en la cabecera de Plaza Constitución.
A las primeras horas de la noche los usuarios de la Línea Roca vivieron momentos de incertidumbre y caos, no sólo por la interrupción de los servicios de pasajeros, sino que la estación terminal se encontraba invadida por el agua.
La empresa estatal ferroviaria debería replantearse y preguntarse cómo ocurrió esa inundación en una estación cuyo hall central fuera inaugurado por las nuevas obras realizadas, y ver qué fue lo que falló para que ocurriera semejante desastre.