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Renfe ha adjudicado a Talgo la fabricación de hasta 40 nuevos cabezales (locomotoras) de ancho variable y 330 km / h de velocidad comercial, por un importe máximo de 281,5 millones de euros, con un contrato de 26 cabezales por 195,5 millones de euros, como último paso en transformar 13 trenes convencionales en trenes de muy alta velocidad. Así, el operador da continuidad a un primer contrato adjudicado en febrero de 2018 para modernizar trenes de tecnología tradicionales y remolcados (en ese momento sin locomotora) a trenes de alta velocidad con las más altas prestaciones.
Bajo las opciones existentes en el contrato marco, esta orden también incluye el mantenimiento de los 13 trenes con la posibilidad de aumentar el alcance de fabricación hasta 40 cabezales de potencia,
Las 26 locomotoras contratadas se utilizarán para dar tracción a cada uno de los 13 trenes que ya se estaban modernizando. Serán operados en formaciones de un solo par para cada tren, colocados en ambos extremos de las formaciones de vagones de pasajeros. Esto creará composiciones uniformes que serán indistinguibles del resto de trenes de alta velocidad de Talgo y que, como todos ellos, contarán con un único piso bajo en toda su longitud, al mismo nivel de andén y sin escalones.
Los propulsores incorporarán tecnología de última generación desarrollada en España y ya disponible en los trenes Talgo Avril. Como ellos, podrán adaptarse automáticamente a los dos anchos de vía existentes en España, lo que permitirá extender los servicios de alta velocidad a la red ferroviaria electrificada convencional. De este modo, se aprovechará al máximo la capacidad de la infraestructura en las líneas de alto rendimiento y se reducirán significativamente los tiempos de viaje en aquellos destinos que aún no cubren.
Los trenes Talgo Avril son unidades de bajo consumo y alta eficiencia y se encuentran actualmente en fase de homologación, con pruebas dinámicas diarias en el tramo Venta de Baños-Burgos de la línea de alta velocidad Madrid-Valladolid-País Vasco.
Como parte de las pruebas requeridas para la validación técnica, estos cabezales del nuevo Talgo Avril pronto funcionarán a más de 360 ??km / h, abriendo el camino para la posterior entrada en servicio de los 13 trenes convencionales mejorados.
Ampliación de un contrato de 2018
El contrato inicial, por un importe de 107 millones de euros, incluía la transformación de 156 vagones de servicio de 7 noches de la serie Talgo, anteriormente explotados por Renfe con la marca comercial "Trenhotel", en 13 trenes de muy alta velocidad. Sin embargo, no incluyó la fabricación de los cabezales de potencia necesarios para hacer funcionar estos trenes.
Además, en 2018, el proyecto ya consideró una opción para transformar 72 vagones adicionales (6 composiciones, en ese momento también sin locomotoras) para ser ejecutados según los requerimientos de Renfe. Esto aumentaría el valor del primer contrato a 151 millones de euros.
Economía circular y descarbonización
La modernización de los trenes permite dar una segunda vida al material rodante interurbano convencional existente, técnicamente moderno pero en desuso. Además, los activos se convertirán en material rodante de muy alta velocidad, en línea con los principios de reducción, reutilización y reciclaje de la llamada 'economía circular'.
Renfe recibirá 43 nuevos trenes de muy alta velocidad fabricados por Talgo en los próximos años. Los 13 cuyo pedido ya está completo y otros 30 de la serie Avril aumentarán notablemente su oferta de plazas en todas las líneas de alta velocidad. Esto le permitirá afrontar el reto de sustituir el cambio modal, trasladar pasajeros del transporte aéreo al ferroviario, y como parte de los esfuerzos para descarbonizar la movilidad en España.
Con esta acción, Talgo también se convierte en el primer fabricante del mundo capaz de dar una segunda vida a los trenes Intercity (velocidad máxima en torno a los 200 km / h) y convertirlos en trenes de muy alta velocidad.
Esto solo es posible gracias a la tecnología única de tren de rodaje desarrollada por Talgo en España, que desde su concepción hace casi ocho décadas, ha hecho que todos los trenes Talgo estén especialmente bien preparados para el funcionamiento a alta velocidad, independientemente del segmento al que vayan destinados.