Actualidad
Redacción
Crónica Ferroviaria
Varias
ciudades donde presta servicios la empresa provincial Ferrobaires con su tren
de pasajeros entre Buenos Aires y Junín de la Línea San Martín, se están
reuniendo para levantar firmas para solicitarle a la máxima autoridad de la
Provincia de Buenos Aires tome los recaudos necesarios para mejorar el
paupérrimo servicio (material rodante en pésimas condiciones y falencias en
higiene) que brinda de lunes a viernes.
Según
informa el medio Democracia.com de Junión, el señor Carlos Vita, un jubilado de
la vecina ciudad, se puso al frente de la iniciativa y adelantó que junto a
otros ciudadanos armará un petitorio y lo distribuirá en comercios e
instituciones para que la gente apoye la inquietud con su firma.
Estación Junín
“El
otro día vine de Buenos Aires porque tengo a mi hijo internado en el Instituto
Favaloro y se me ocurrió venir en tren. La gente no puede a esta altura del
tiempo viajar en ese transporte, que está sucio, con los asientos rotos y con
las ventanillas que no cierran. Es una vergüenza, y la mugre que tiene,
infernal. Estamos hablando de un estado que puede llegar a causar enfermedades
infecciosas y de un medio en el que viaja mucha gente con chicos porque es
barato”, expresó Vita con consternación.
“Yo,
jubilado, pago cincuenta pesos de boleto, pero no por eso tengo que venir en un
tren que es una porquería”, agregó y continuó señalando que ya está “armando
todo para hacer un petitorio”.
“Voy
a invitar a los muchachos de la Asociación de Jubilados de Chacabuco que la
otra vez me acompañaron para que en el reclamo también haya una figura
institucional. Los jubilados somos uno de los sectores más perjudicados por el
tren en esas condiciones. Esto ya es una cuestión de derechos humanos”, afirmó.
Vita
opinó que “a lo mejor en el ámbito provincial se han olvidado de la existencia
de este tren porque está el tren chino, pero éste corre dos veces por semana y
pasa por alto Rawson, Castilla y un montón más de estaciones. Sale de Junín,
para en Chacabuco y después sigue derecho hasta Buenos Aires, entonces hay muchísima
gente que queda a pie”.
“Además,
el “Martita” (que es como se lo conoce desde hace muchos años) no corre ni
sábados ni domingos, por lo que los estudiantes tienen que viajar en combis o
en colectivo a precios mucho más caros”, indicó.