Actualidad
Ante el interés del gobierno de Larreta por abrir el juego a empresas europeas, la compañía del Grupo Roggio busca un aliado para pelear la nueva licitación que se negociará desde enero.
La empresa Metrovías sabe que Horacio Rodríguez Larreta tiene como prioridad la negociación con empresas extranjeras para que se hagan cargo del servicio de transporte subterráneo de pasajeros en la Ciudad de Buenos Aires. Ante esa posibilidad, la compañía que concesiona el subte porteño desde 1994, estudia asociarse con una compañía internacional para competir por la licitación que se conocería a fines de 2017 o en enero del año próximo.
El Gobierno porteño está lanzado a fomentar el interés de empresas extranjeras. Por esa razón, piensa en un contrato de 12 a 15 años y acondicionará el pliego de bases y condiciones para cumplir algunos requisitos básicos que establecen los subtes europeos, que ya iniciaron diálogo con el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia.
El Ejecutivo capitalino definió tres escenarios, según sus prioridades. El más deseado es que una empresa internacional (preferentemente de Europa) tome las riendas del subte. Le siguen, varios escalones debajo, otras dos probabilidades: la asociación de Metrovías con una compañía internacional o que el actual concesionario mantenga el control.
Metrovías opera el subterráneo porteño hace más de 20 años, aunque el tipo de concesión sufrió modificaciones con el tiempo. En la actualidad, únicamente se encarga del traslado y mantenimiento de las formaciones, así como del cuidado y limpieza de las estaciones. Las obras de infraestructura y la compra de vagones corren por la empresa estatal SBASE y el ministerio de Moccia.
Ante el interés de Larreta de abrir el juego a compañías extranjeras, la empresa del Grupo Roggio evalúa aliarse con un operador internacional para formar una Unión Transitoria de Empresas (UTE) y dar batalla para mantener el control de las seis líneas de subterráneo y el premetro.
La posibilidad está en su fase de estudio pero, según pudo saber este medio, si se avanza hacia una alianza con una empresa extranjera se tendrán en cuenta dos aspectos: será una compañía con experiencia en el rubro y que posea el know how propicio para dotar de tecnología al servicio del subte local. En Metrovías saben que el próximo contrato que firme el Gobierno dejará en claro la “necesidad” de modernizar el sistema de transporte subterráneo de pasajeros. Además del conocimiento de cómo aplicar modernización tecnológica a estos procesos (aspecto en el que han hecho escuela las empresas europeas), la compañía que gane la licitación deberá comprometerse a invertir una importante suma de dinero dedicada a la “modernización” y al mantenimiento de los coches y talleres.
Mientras tanto, como informó Letra P, los subtes de las ciudades francesas de Lyon y Paris, el metro de Madrid (España) y el de Montreal (Canadá) pujan por desembarcar en Buenos Aires. Todo bajo la atenta mirada de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que asesora al Gobierno en la confección del pliego.
Las condiciones del futuro contrato se conocerán a fines de diciembre o principios de enero, pero la administración porteña ya definió dos requisitos implícitos para los oferentes: compromiso para mejorar la frecuencia y experiencia en el rubro. Una obligación fundamental será que se pueda comprobar que la empresa ganadora de la licitación haya transportado “no menos” de 150 millones de pasajeros por año. Metrovías y todos las compañías que mostraron algún interés superan por amplío ese margen.
En 2016, la empresa del Grupo Roggio superó los 300 millones de pasajeros transportados. La estrategia de alianza con una compañía extranjera no es nueva para Metrovías, que ya ensayó ese esquema en la República Federativa de Brasil.
A través de Benito Roggio Transporte (BRT), el grupo empresario participó del Consorcio VLT Carioca, una especia de tranvía que circula al aire libre por las calles de Río de Janeiro. Ese “nuevo vehículo liviano” circula sobre rieles, posee tres líneas, 31 paradas, 28 km de extensión y está compuesto por 32 formaciones Alstom Citadis 402 con capacidad para más de 400 pasajeros.
Además, por medio de otro consorcio, salió adjudicada en la construcción, implantación, operación y mantenimiento de la Línea 18 del monorriel de la ciudad de San Pablo. Esta obra está en proceso y, según BRT, contemplaría tres estaciones y, a través de 15 km de extensión, conectaría São Paulo, São Caetano, Santo André y São Bernardo do campo.
Por otra parte, hasta febrero de 2015 BRT, formó parte del consorcio Via Quatro a cargo de la operación y mantenimiento de la Línea 4 del metro de San Pablo, en todas las etapas del proyecto que se inició en 2006.
La Línea 4 marcó un nuevo paradigma en el modelo de gerenciamiento en la operación del servicio de transporte público en Latinoamérica porque fue la primera en contar con el sistema driverless, que permite la conducción automática de trenes. BRT participó en este proyecto junto con RATP, la operadora del Metro de Paris, una de las opciones preferidas de Larreta para controlar el subte porteño, como adelantó Letra P.
Ante el interés del gobierno de Larreta por abrir el juego a empresas europeas, la compañía del Grupo Roggio busca un aliado para pelear la nueva licitación que se negociará desde enero.
La empresa Metrovías sabe que Horacio Rodríguez Larreta tiene como prioridad la negociación con empresas extranjeras para que se hagan cargo del servicio de transporte subterráneo de pasajeros en la Ciudad de Buenos Aires. Ante esa posibilidad, la compañía que concesiona el subte porteño desde 1994, estudia asociarse con una compañía internacional para competir por la licitación que se conocería a fines de 2017 o en enero del año próximo.
El Gobierno porteño está lanzado a fomentar el interés de empresas extranjeras. Por esa razón, piensa en un contrato de 12 a 15 años y acondicionará el pliego de bases y condiciones para cumplir algunos requisitos básicos que establecen los subtes europeos, que ya iniciaron diálogo con el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia.
El Ejecutivo capitalino definió tres escenarios, según sus prioridades. El más deseado es que una empresa internacional (preferentemente de Europa) tome las riendas del subte. Le siguen, varios escalones debajo, otras dos probabilidades: la asociación de Metrovías con una compañía internacional o que el actual concesionario mantenga el control.
Metrovías opera el subterráneo porteño hace más de 20 años, aunque el tipo de concesión sufrió modificaciones con el tiempo. En la actualidad, únicamente se encarga del traslado y mantenimiento de las formaciones, así como del cuidado y limpieza de las estaciones. Las obras de infraestructura y la compra de vagones corren por la empresa estatal SBASE y el ministerio de Moccia.
Ante el interés de Larreta de abrir el juego a compañías extranjeras, la empresa del Grupo Roggio evalúa aliarse con un operador internacional para formar una Unión Transitoria de Empresas (UTE) y dar batalla para mantener el control de las seis líneas de subterráneo y el premetro.
La posibilidad está en su fase de estudio pero, según pudo saber este medio, si se avanza hacia una alianza con una empresa extranjera se tendrán en cuenta dos aspectos: será una compañía con experiencia en el rubro y que posea el know how propicio para dotar de tecnología al servicio del subte local. En Metrovías saben que el próximo contrato que firme el Gobierno dejará en claro la “necesidad” de modernizar el sistema de transporte subterráneo de pasajeros. Además del conocimiento de cómo aplicar modernización tecnológica a estos procesos (aspecto en el que han hecho escuela las empresas europeas), la compañía que gane la licitación deberá comprometerse a invertir una importante suma de dinero dedicada a la “modernización” y al mantenimiento de los coches y talleres.
Mientras tanto, como informó Letra P, los subtes de las ciudades francesas de Lyon y Paris, el metro de Madrid (España) y el de Montreal (Canadá) pujan por desembarcar en Buenos Aires. Todo bajo la atenta mirada de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que asesora al Gobierno en la confección del pliego.
Las condiciones del futuro contrato se conocerán a fines de diciembre o principios de enero, pero la administración porteña ya definió dos requisitos implícitos para los oferentes: compromiso para mejorar la frecuencia y experiencia en el rubro. Una obligación fundamental será que se pueda comprobar que la empresa ganadora de la licitación haya transportado “no menos” de 150 millones de pasajeros por año. Metrovías y todos las compañías que mostraron algún interés superan por amplío ese margen.
En 2016, la empresa del Grupo Roggio superó los 300 millones de pasajeros transportados. La estrategia de alianza con una compañía extranjera no es nueva para Metrovías, que ya ensayó ese esquema en la República Federativa de Brasil.
A través de Benito Roggio Transporte (BRT), el grupo empresario participó del Consorcio VLT Carioca, una especia de tranvía que circula al aire libre por las calles de Río de Janeiro. Ese “nuevo vehículo liviano” circula sobre rieles, posee tres líneas, 31 paradas, 28 km de extensión y está compuesto por 32 formaciones Alstom Citadis 402 con capacidad para más de 400 pasajeros.
Además, por medio de otro consorcio, salió adjudicada en la construcción, implantación, operación y mantenimiento de la Línea 18 del monorriel de la ciudad de San Pablo. Esta obra está en proceso y, según BRT, contemplaría tres estaciones y, a través de 15 km de extensión, conectaría São Paulo, São Caetano, Santo André y São Bernardo do campo.
Por otra parte, hasta febrero de 2015 BRT, formó parte del consorcio Via Quatro a cargo de la operación y mantenimiento de la Línea 4 del metro de San Pablo, en todas las etapas del proyecto que se inició en 2006.
La Línea 4 marcó un nuevo paradigma en el modelo de gerenciamiento en la operación del servicio de transporte público en Latinoamérica porque fue la primera en contar con el sistema driverless, que permite la conducción automática de trenes. BRT participó en este proyecto junto con RATP, la operadora del Metro de Paris, una de las opciones preferidas de Larreta para controlar el subte porteño, como adelantó Letra P.
Ojo que eso fue exigencia en la licitación anterior y luego todos se desprendieron de los operadores extranjeros y consultoras porque eran caros.
ResponderEliminarAlfredo Seoane
No se puede creer que se permita esto.
ResponderEliminarJuan Agustín Pirozzi