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Argentina ha encarado en el último lustro un proceso para actualizar su infraestructura ferroviaria, política en la que China se ha convertido en un socio estratégico por su aporte, tanto tecnológico como humano, lo que derivó en un trabajo en común entre técnicos de ambos países.
Periodistas de Xinhua recorrieron los talleres de la estratégica línea Roca, en la localidad de Llavallol, 33 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, donde técnicos de la compañía ferroviaria china CRRC Sifang desarrollan su labor a diario.
Llegan hasta allí en camionetas especialmente dispuestas, a fin de realizar trabajos en los talleres de mantenimiento de los trenes comprados por el gobierno argentino para reemplazar los usados en los ramales Roca, Sarmiento y Mitre.
Los técnicos han trabajado para acondicionar los trenes a cada una de las líneas.
Las formaciones compradas a China son más silenciosas que las anteriores, que en algunos casos databan de la década del sesenta, optimizan el consumo de energía, incluyen un sistema de frenado automático, aire acondicionado, espacios pensados para personas con movilidad reducida, cámaras de seguridad y tienen un sistema de enclavamiento de puertas que evita que ande con las puertas abiertas.
En diálogo con Xinhua, Yang Haijun, jefe de los técnicos chinos, señaló que ha trabajado en Argentina "por tres años como administrador y técnico de la empresa CRRC para el proyecto de las línea Sarmiento, Mitre y Roca. La primera imagen de los argentinos es la simpatía. Con un solo 'hola' sentimos la amistad y entusiasmo de los argentinos".
"Los argentinos son muy estudiosos. Al principio ofrecimos exportaciones tecnológicas y servicios operativos al país y los argentinos no manejaban bien los conocimentos del tren. Pero después del aprendizaje, que dura dos años con nosotros, han logrado un gran mejoramiento en el aspecto tecnológico", subrayó el experto.
Por su parte, Fabián Malvillini, coordinador general de Gerencia de Ingeniería de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), la empresa de la parte argentina responsable del servicio, dijo a Xinhua que su departamento se encarga de la "aceptación del producto como de la garantía. Hace más de 30 años que estoy con el tema ferroviario. A nosotros nos ha significado un cambio de tecnología muy importante en base al tema de seguridad principalmente".
"Es un muy buen producto y estamos muy contentos de poder trabajar con la gente de ingeniería (de China), que son muy buenas personas y muy buenos profesionales", enfatizó el experto.
Malvillini resaltó que con "base al cambio de tecnología, se ha simplificado mucho el tema del mantenimiento", el cual se ha vuelto "mucho más ágil y sencillo. Por el contrario, en lo que hay que capacitarse es porque hay mucha informática, muchos sistemas computarizados, en lo cual hay que capacitar a la gente, y en eso nos ayudan ellos (los técnicos chinos) para poder solucionar los inconvenientes y el mantenimiento".
"Personalmente, yo he aprendido mucho con el sistema de tracción, que es distinto, es nuevo, es novedoso en la red metropolitana, y los conocimientos que nos vienen transmitiendo día a día con el material rodante", celebró el experto argentino.
La línea Roca es la que más pasajeros transporta en el Area Metropolitana, región que incluye a la ciudad de Buenos Aires y a las localidades periféricas.
Según datos actualizados a 2015 de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), ese año se registraron 329,5 millones de pasajeros en el total de las siete líneas del sistema, de las cuales 128,7 millones usaron el ramal que visitó Xinhua.
La renovación ferroviaria que encara Argentina se impulsó luego de un trágico accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012, cuando una formación del tren Sarmiento no frenó al ingresar a la estación de Once, en Buenos Aires. En el siniestro murieron 51 personas, mientras que otras 789 resultaron heridas.
El accidente se convirtió así, por su magnitud, en la tercera peor tragedia ferroviaria en la historia del país sudamericano, y desde entonces Argentina, a través del gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y del actual mandatario, Mauricio Macri, ha encontrado en China un socio para poner en valor y actualizar la infraestructura de los ferrocarriles.
La cooperación excede al sistema ferroviario de pasajeros, ya que el país asiático también colabora en el ámbito de los trenes de carga.Xinxua.com
Argentina ha encarado en el último lustro un proceso para actualizar su infraestructura ferroviaria, política en la que China se ha convertido en un socio estratégico por su aporte, tanto tecnológico como humano, lo que derivó en un trabajo en común entre técnicos de ambos países.
Periodistas de Xinhua recorrieron los talleres de la estratégica línea Roca, en la localidad de Llavallol, 33 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, donde técnicos de la compañía ferroviaria china CRRC Sifang desarrollan su labor a diario.
Llegan hasta allí en camionetas especialmente dispuestas, a fin de realizar trabajos en los talleres de mantenimiento de los trenes comprados por el gobierno argentino para reemplazar los usados en los ramales Roca, Sarmiento y Mitre.
Los técnicos han trabajado para acondicionar los trenes a cada una de las líneas.
Las formaciones compradas a China son más silenciosas que las anteriores, que en algunos casos databan de la década del sesenta, optimizan el consumo de energía, incluyen un sistema de frenado automático, aire acondicionado, espacios pensados para personas con movilidad reducida, cámaras de seguridad y tienen un sistema de enclavamiento de puertas que evita que ande con las puertas abiertas.
En diálogo con Xinhua, Yang Haijun, jefe de los técnicos chinos, señaló que ha trabajado en Argentina "por tres años como administrador y técnico de la empresa CRRC para el proyecto de las línea Sarmiento, Mitre y Roca. La primera imagen de los argentinos es la simpatía. Con un solo 'hola' sentimos la amistad y entusiasmo de los argentinos".
"Los argentinos son muy estudiosos. Al principio ofrecimos exportaciones tecnológicas y servicios operativos al país y los argentinos no manejaban bien los conocimentos del tren. Pero después del aprendizaje, que dura dos años con nosotros, han logrado un gran mejoramiento en el aspecto tecnológico", subrayó el experto.
Por su parte, Fabián Malvillini, coordinador general de Gerencia de Ingeniería de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), la empresa de la parte argentina responsable del servicio, dijo a Xinhua que su departamento se encarga de la "aceptación del producto como de la garantía. Hace más de 30 años que estoy con el tema ferroviario. A nosotros nos ha significado un cambio de tecnología muy importante en base al tema de seguridad principalmente".
"Es un muy buen producto y estamos muy contentos de poder trabajar con la gente de ingeniería (de China), que son muy buenas personas y muy buenos profesionales", enfatizó el experto.
Malvillini resaltó que con "base al cambio de tecnología, se ha simplificado mucho el tema del mantenimiento", el cual se ha vuelto "mucho más ágil y sencillo. Por el contrario, en lo que hay que capacitarse es porque hay mucha informática, muchos sistemas computarizados, en lo cual hay que capacitar a la gente, y en eso nos ayudan ellos (los técnicos chinos) para poder solucionar los inconvenientes y el mantenimiento".
"Personalmente, yo he aprendido mucho con el sistema de tracción, que es distinto, es nuevo, es novedoso en la red metropolitana, y los conocimientos que nos vienen transmitiendo día a día con el material rodante", celebró el experto argentino.
La línea Roca es la que más pasajeros transporta en el Area Metropolitana, región que incluye a la ciudad de Buenos Aires y a las localidades periféricas.
Según datos actualizados a 2015 de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), ese año se registraron 329,5 millones de pasajeros en el total de las siete líneas del sistema, de las cuales 128,7 millones usaron el ramal que visitó Xinhua.
La renovación ferroviaria que encara Argentina se impulsó luego de un trágico accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012, cuando una formación del tren Sarmiento no frenó al ingresar a la estación de Once, en Buenos Aires. En el siniestro murieron 51 personas, mientras que otras 789 resultaron heridas.
El accidente se convirtió así, por su magnitud, en la tercera peor tragedia ferroviaria en la historia del país sudamericano, y desde entonces Argentina, a través del gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y del actual mandatario, Mauricio Macri, ha encontrado en China un socio para poner en valor y actualizar la infraestructura de los ferrocarriles.
La cooperación excede al sistema ferroviario de pasajeros, ya que el país asiático también colabora en el ámbito de los trenes de carga.Xinxua.com
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