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A un mes de firmar un contrato con la naviera MSC y Vessel, el Grupo Euroamérica operó por primera vez contenedores de importación en la terminal de Campana, cargados en el buque Argentina C.
Grupo Euroamérica es un holding de capitales argentinos, de la familia Swier, históricos empresarios del rubro de la logística y el transporte terrestre, que diversificaron sus negocios hacia la operación portuaria, donde se institucionalizaron como una alternativa para cargas refrigeradas -donde se destaca la operación de limones, con todos los protocolos certificados para embarcar a Estados Unidos y China- carga suelta y productos químicos.
Cuando su oferta de consolidación y desconsolidación de cargas comenzó a crecer -cuentan dentro de sus instalaciones con depósitos nacionales, fiscales y centros de distribución, tanto en Campana como en Otamendi y Gualeguaychú-, de la mano también de una flota propia de camiones, la masa crítica invitó a explorar el anhelado negocio de los contenedores.
En febrero de 2020, el management del grupo viajó a Alemania y compró una grúa móvil Liebherr. En julio de ese año ya estaba ensamblada y se iniciaron los contactos con todas las compañías marítimas.
“Un puerto necesita grúas”, repite la CEO de Grupo Euroamérica, María Laura Filippello, una de las ejecutivas del país que más conoce del negocio Liner y que llegó al grupo en diciembre de 2019 convocada por los Swier, con el objetivo de desarrollar el negocio de contenedores en Campana.
“No empezamos como puerto de contenedores, sino como complejo logístico de soluciones integrales y ahora le sumamos la salida al agua. El proyecto de corto plazo que tenemos es ser un complemento del Puerto Buenos Aires, sobre el río Paraná. ”
“El proyecto de corto plazo que tenemos es ser un complemento del Puerto Buenos Aires, sobre el río Paraná”, explica Filippello, que desarrolló su experiencia en las distintas empresas del Grupo Maersk en la Argentina.
En el largo plazo está Tajiber, la terminal dedicada a contenedores cuyo desarrollo final depende en gran medida de lo que suceda con el Puerto Buenos Aires en el futuro, pero también con la economía del país.
La alternativa portuaria de Campana para los cargadores del norte de la provincia de Buenos Aires se sustenta en el “servicio completo” que ofrece el grupo con sus depósitos, cámaras frigoríficas, acceso ferroviario del NCA y el San Martín, lo que ramifica su llegada también al interior del país.
De alguna manera, el modelo de Euroamérica fue al revés de muchos otros proyectos, ya que concentró cargas primero con soluciones para descomprimir o descongestionar las operaciones en otros puertos (como la desconsolidación o consolidación). Con esa carta (con las cargas) en la mano, y con la grúa instalada, fueron a hablar después con las navieras para posicionarse como escala.
Con un forzoso de 10 días, sin demoras en vista por tratarse de volúmenes iniciales del negocio de contenedores, la idea de ser una alternativa se concretó con una línea que históricamente apostó por la hidrovía y por nuevos puertos para realizar los transbordos hacia tráficos internacionales en Montevideo para las cargas argentinas y paraguayas, en alianza con la naviera argentina Vessel.
“Campana ofrece flexibilidad y muchos servicios en un sólo lugar. Apuntamos a ser una terminal que resuelva todos los temas para el cargador, para el armador, para los despachantes y los transportistas”, expresó Filippello. Facilitar las operaciones de modo eficiente para bajar los costos es el mandato.
Descartado un discurso y una acción agresiva de “reemplazo” de puertos y terminales, Euroamérica adoptó como filosofía ser una alternativa para descongestionar los puertos cuando tienen problemas de capacidad.
Con Tajiber, Grupo Euroamérica terminará de consolidar la actual interfaz tierra-mar para el comercio exterior, con los depósitos y centros de distribución, los muelles y Eurotrucks, la empresa de transporte del grupo que inició con conexiones internas entre las propias terminales, pero que ya realiza distancias corta y larga al interior del país, y proyecta también el negocio internacional transfronterizo.
Junto con Filippello, otra ejecutiva es responsable de este rápido desarrollo en Campana, la capitana de ultramar Mónica Navarro, CEO de Grupo Servicios Marítimos y de Vessel, la rama de feedering del holding.
Servicios Marítimos es una empresa completamente diversificada en la actividad fluvio-marítima, con negocios en el practicaje, remolque, salvataje, lanchas de prácticos, ingeniería naval, off-shore, agenciamiento marítimo y top-off (completamiento de bodegas barcaza-buque).
La relación de Vessel con MSC arrancó hace más de 20 años como proveedores de servicios de remolque primero, practicaje después, y evolucionó al servicio de feedering en Argentina, luego en paraguay y nuevamente en el país luego de varios años de ausencia por las de trabajo en la bandera, que se retomaron en 2019 con el Argentina C.
“MSC siempre buscó nuevos puertos para desarrollar. El desafío siempre es brindar la seguridad y la regularidad en los servicios. Tenemos una larga trayectoria con ellos en este punto”, explicó Navarro.
En un principio, el Argentina C contaba con grúas propias para atender sobre todo aquellos puertos sin infraestructura. Pero luego fueron removidas para maximizar la capacidad de carga de contenedores.
“Agregamos una barcaza complementaria de 2.000 toneladas a las 8.000 que transporta el Argentina C, que está lleno. Los pedidos de reserva semanales llegan a alcanzar las 14.000 toneladas y el aumento se debió a la regularidad del transporte cumpliendo sus ventanas en un 95% de efectividad”, agregó Navarro.
“Comprometimos a MSC a cerrar cargas. Dieron tarifas, lo pusieron en el sistema y empezaron los primeros contenedores de importación, y ya hay cerrados contenedores de exportación. Los volúmenes son muy interesantes, con un futuro de crecimiento”, señaló la CEO del Grupo Servicios Marítimos.
Desde Vessel confían en que hay negocios para desarrollar la marina mercante en la Argentina, sobre todo en la hidrovía. Por eso invierten en industria naval, y tomaron una barcaza granelera de 40.000 toneladas para adaptarla y poder cargarla también con hasta 1.200 TEU.
Y un punto definitorio para esto fue la decisión de Paraguay de dar de baja la reserva de cargas para buques argentinos, luego de una larga batalla dada por la Cancillería. “Nos permite ampliar el recorrido, competir por el flete y dejar de lado los discursos impositivos y salariales”, deslizó Navarro.
El Argentina C tiene una frecuencia semanal que hace Zárate, Rosario y Montevideo y ahora suma a Euroamérica, donde el servicio de línea será regular cada 7 a 10 días.PortalPortuario.com