Actualidad
Los
concesionarios de otros ramales ferroviarios renuevan su predisposición para
aumentar su participación.
La
actualidad del transporte de cargas por ferrocarril se presenta más incierta y
expectante que nunca. Luego de que el Congreso promulgara hace ya varias
semanas la ley por la cual la infraestructura de todo el sistema ferroviario
nacional pasa a control del Estado, los empresas privadas que operan la red
desde la década del 90 se encuentran a la espera de una clara definición por
parte del Gobierno para saber si podrán o no continuar con el negocio. Al
menos, así lo demostraron las principales concesionarias que disertaron en la
última "Jornada de reflexión sobre el futuro de los ferrocarriles",
organizada por el Instituto Argentino de Transporte (IAT), que funciona bajo la
órbita del Ministerio de Interior y Transporte, que conduce Florencio Randazzo.
"Vivimos
una etapa de transición, porque primero debe aparecer la reglamentación que
determine si podemos negociar como operadores, lo cual nos tiene expectantes.
Mientras tanto, seguimos con la misma voluntad de mejorar, capturar más cargas,
y a la espera de la evolución de este nuevo contexto", reconoció Gustavo
Romera, gerente de Proyectos de Ferrosur Roca (FR).
En
la misma línea, Marcelo Perichón, gerente comercial de FerroExpreso Pampeano
(Fepsa), sostuvo que esperan "la definición de las reglas derivadas de la
instrumentación de la nueva legislación y, de esa forma, alcanzar nuestra
expectativa de continuar acompañando y contribuyendo al desarrollo del sistema
ferroviario".
Más
centrado en el negocio, Ernesto Gutiérrez, gerente de Operaciones de Nuevo
Central Argentino (NCA), destacó el hecho de que la nueva ley "permite una
oportunidad de libre competencia" y aseguró que están "dispuestos a
acompañar esta nueva reestructuración del sistema ferroviario argentino con
nuestra experiencia".
No
obstante, el representante de NCA se refirió también a algunos aspectos que
considera importante revisar: "Tendría que estudiarse un protocolo del
funcionamiento del sistema de acceso abierto entre operadores públicos y
privados, de pasajeros, cargas y asignación de las capacidades viales; así como
también un reglamento de solución de controversias entre el operador
ferroviario y la autoridad de vía, mediante un sistema independiente y
arbitrario". Esto, aclaró luego, debido a que su concesión convive con
otras "y por nuestras vías también circulan trenes de las demás
concesionarias".
"Para
nosotros, la gestión privada de los ferrocarriles de carga no fracasó como
dicen algunos", afirmó Romera. Y la fundamentación la encuentra en
"la recuperación que se hizo del sistema, los equipos y el negocio, donde
quintuplicamos la carga". Incluso podría seguir siendo viable, reconoció,
"con buen control y ecuanimidad en las medidas: nuestro competidor es el
camión y alcanza con mirar quién arregla las vías y quién las rutas o a quién
le subvencionan el combustible y los peajes para ver el desequilibrio".
Para
Perichón, en tanto, la evolución de Fepsa se expresa en un inicio de gestión
con "alrededor de 1 millón de toneladas y, luego de ciertos vaivenes fruto
de crisis globales, sequías o inundaciones, el total transportado en la
actualidad ronda los 3,4 millones de toneladas".
Una
visión similar de la gestión privada es la de Gutiérrez, quien explicó:
"Cuando nos entregan la concesión encontramos un parque de 23 locomotoras,
de las cuales muy pocas eran confiables, y hoy tenemos 76 a cabeza de
tren".
Además,
aseguró que la evolución comercial de la empresa "estuvo signada por
aquellos tráficos que el ferrocarril había perdido, por ejemplo, azúcar y
fruta, que prácticamente estaban desaparecidos". Otro de los aspectos en
los cuales se trabajó intensamente, remarcó, fue en "reducir los tiempos
de viaje de las cargas y en las terminales".
Optimismo
y oportunidades
"Si
bien la participación del ferrocarril en el transporte total de cargas del país
no supera el 5% a 6% del total, más que una debilidad, deberíamos ver esos
números como una oportunidad de crecimiento, sobre todo si consideramos las
cifras que alcanzan países como Brasil (30%) y México (25%)", dijo Marcelo
Perichón. Y para eso, aseguró, "es necesario entre otras cosas un plan
nacional de transporte".
"Sin
dudas debería crecer nuestra participación ya que existen productos que
deberían ir en ferrocarril por cuestiones de seguridad o cuidado del medio
ambiente", coincidió Gustavo Romera. Y para terminar, puntualizó: "lo
que queda claro es que la situación debe cambiar, es necesario mudar el sistema
de transporte hacia una participación mayor del ferrocarril y soy muy optimista
al respecto",Fuente: Suplemento Transporte & Logística