El Gobierno de la Provincia de Río Negro informa que dentro de los emblemáticos ferrocarriles que desfilan sobre las vías de la región, se destaca La Trochita, una histórica formación que une Ingeniero Jacobacci con Estación Empalme (en los meses fríos) y con Ojos de Agua en los de calor, a través de unas vías ferroviarias de trocha angosta (75 cm) que utilizaba este transporte en su recorrido original hacia la ciudad chubutense de Esquel.
Durante el invierno, la formación realiza el primero de estos trayectos, el cual parte desde Jacobacci al mediodía y se inserta 15 kilómetros en la Estepa natural hasta Empalme 648, una estación reconstruida en los últimos años, en donde reina una incomparable inmensidad paisajística, de flora y fauna silvestre, y donde aquellos que adquieran el servicio de excursión, podrán disfrutar de un delicioso almuerzo patagónico con entrada casera, carnes asadas y postres regionales.
Estación Empalme
Incluso también hay opciones culinarias veganas, vegetarianas y para celíacos, aunque también está la opción de llevar una vianda propia.
Luego del almuerzo y de haber disfrutado del entorno natural, el tren emprende el regreso a las 14.30 horas y se arriba a la estación luego de media hora de viaje.
Este servicio puede reservarse en la página del Tren Patagónico S.A (https://trenpatagonicosa.com.ar/), para sus próximas salidas que se realizarán el 22 de julio, el 5 y 19 de agosto y el 16 y 23 de septiembre.
A su vez, la oferta también contempla el recorrido que realiza La Trochita chubutense entre El Maitén y Ñorquinco en un viaje que recorre escenarios únicos y que, al llegar a la localidad rionegrina, permite disfrutar de una de las amplias propuestas gastronómicas camperas que ofrecen los pobladores para el almuerzo o adquirir distintas artesanías que caracterizan a la zona.
Los pasajes para este segundo viaje, podrán adquirirse en https://latrochita.org.ar/ y sus próximas salidas programadas serán el 15 y el 22 de julio.
Viajar desde el Mar a la Cordillera sobre rieles ¡Tiene mucho sentido!
Por otro lado, otra de las opciones para disfrutar los encantos de la provincia es la que ofrece el Tren Patagónico, que parte de Viedma con destino a Bariloche recorriendo las regiones Mar, Estepa y Cordillera, uniendo el Océano Atlántico con la Cordillera de los Andes en un imponente trayecto que atraviesa la provincia de este a oeste.
El viaje comienza todos los viernes a las 18 horas en Viedma y llega el sábado a San Carlos de Bariloche, alrededor de las 12:30. En su camino, el Tren visita las localidades de San Antonio Oeste, Valcheta, Ramos Mexia, Sierra Colorada, Los Menucos, Maquinchao, Ingeniero Jacobacci, Clemente Onelli, Comallo y Pilcaniyeu.
Este amplio recorrido permite que, durante el viaje, aquellos que viajen en el tren puedan vislumbrar la belleza de los paisajes del Mar rionegrino, la naturaleza y tranquilidad de la Estepa y de la Meseta de Somuncura, la cual el ferrocarril rodea, y la magnitud e imponencia de las montañas de la Región Andina de Comallo en adelante, en la comodidad de sus opciones de Pullman o Camarote, incluyendo además un vagón restaurante y otro de tipo bandeja para transportar los autos de los pasajeros.
Al igual que con La Trochita, los pasajes para este servicio, pueden adquirirse en la página web de la empresa: https://trenpatagonicosa.com.ar.
Descansar rodeado de la amplia naturaleza esteparia ¡tiene sentido!
Dentro del gran abanico de atractivos que ofrece la Estepa patagónica para aquellos que visitan la Región, se encuentran las distintas actividades de Turismo Rural que se llevan adelante en toda la extensión de la zona y que son perfectas para sentir la amplia naturaleza esteparia y la enorme calidez de sus pobladores.
En este sentido, cada destino cuenta con establecimientos que ofrecen distintas actividades deportivas, lúdicas y de relax, tanto al aire libre como en interiores, como son el senderismo, las cabalgatas, los circuitos de eco ciclismo, el kayak por los arroyos de la región, el avistaje de aves autóctonas, y el tejido en formas tradicionales del lugar, entre otras.
Para conocer los distintos establecimientos de la región y que ofrece cada uno de ellos, pueden visitar https://prensa.rionegro.gov.ar/articulo/43927/el-turismo-rural-una-actividad-que-sigue-creciendo-en-la-estepa.
Sentir la naturaleza viva alrededor de la Meseta de Somuncura ¡tiene sentido!
El gran accidente geográfico que caracteriza y embellece el paisaje de la Estepa es la Meseta de Somuncura, y los distintos municipios y comisiones de fomento de la Región tienen una gran variedad en actividades y establecimientos para que aquel que visite la zona, pueda disfrutar y conocer de la mejor manera, este imponente macizo.
Hace miles de años, cuando el Océano Atlántico penetró en el continente como resultado de una desglaciación, la Meseta de Somuncura se convirtió en una isla, lo que permitió que diversas variedades de plantas y animales evolucionaran de forma distinta a sus parientes del continente, y como resultado, hoy en día, cientos de especies endémicas, únicas en el mundo, recorren la zona y la llaman su hogar.
Además, en la actualidad, la zona está llena de pinturas rupestres y petroglifos en las cavernas y valles de la Meseta, por lo que las localidades de Chipauquil, El Caín, Prahuaniyeu y Cona Niyeu ofrecen distintos recorridos con guías habilitados, para los cuales se deben registrar con los guardas ambientales del lugar y desde los cuales se pueden ver y conocer los paisajes esculpidos por el viento; los arroyos que brotan de las piedras; las especies únicas en el mundo, como la mojarrita desnuda y la rana de somuncurá; y los diversos tesoros milenarios de la geología y la arqueología.
Para conocer los detalles sobre cada oferta, también podrán hacerlo en https://prensa.rionegro.gov.ar/articulo/43927/el-turismo-rural-una-actividad-que-sigue-creciendo-en-la-estepa.
El gobierno de la Provincia de Río Negro informa que en el mediodía del día sábado, la centenaria formación a vapor partió de estación Ingeniero Jacobacci colmado de turistas, en una excursión hacia la estación Empalme. Con gran emoción, habitantes y visitantes vieron rodar al Viejo Expreso Patagónico atravesando la infinidad de la Línea Sur de Río Negro.
La salida de este sábado pasado es la primera de la temporada de invierno, mientras que la empresa Tren Patagónico S.A. ya programó una para el próximo sábado 30 de Julio y dos más para Agosto y Septiembre. De esta forma, se suman más experiencias de Turismo Ferroviario en todo el territorio provincial.
La primera del invierno
El presidente del Tren, Daniel García y la ministra de Turismo y Deporte, Martha Vélez, participaron de la excursión que partió a las 12 del mediodía desde Ingeniero Jacobacci, ciudad cabecera del ramal y tras 30 minutos de viaje, llegó a la estación Empalme, restaurada por el Gobierno de Río Negro.
Las y los viajeros disfrutaron del paisaje blanco que ofreció la estepa y degustaron las exquisitas opciones del menú, que constaban principalmente de locro y carnes a la parrilla con pan casero y un postre artesanal local.
Antes del regreso, el Ministerio de Turismo y Deporte realizó una barrileteada con las y los niños que participaron del viaje. Las familias que llegaron desde el valle, la costa, Chubut, Neuquén y hasta de Catamarca, vivieron la emocionante experiencia de viajar en el tren a vapor de cien años.
¿Cómo consultar y reservar lugar?
El costo del pasaje por persona es de $4.980, aunque también hay precios promocionales: los y las pasajeras de 0 a 3 años, no pagan; de 4 a 12 años tendrán un 30% de descuento; lo mismo que los universitarios y los y las residentes en Río Negro y Carmen de Patagones; mientras que los menores de 4 a 12 años que residan en el territorio provincial o en Carmen de Patagones tendrán un descuento del 40 %; a su vez, los y las habitantes de Ingeniero Jacobacci tendrán una tarifa del 50% menos.
Las salidas programadas tendrán lugar los días sábados 23 y 30 de julio, 13 de agosto y 10 de septiembre. Quienes quieran disfrutar de esta experiencia, reservar, consultar sobre variables del servicio pueden contactarse directamente con el sitio https://trenpatagonicosa.com.ar o al mail: comercial@trenpatagonicosa.com.ar
El Gobierno de la Provincia de Río Negro informa que el histórico tren turístico "El Viejo Expreso Patagónico" inicia este sábado 23 de Julio de 2022, una serie de excursiones turísticas para disfrutar del escenario natural imponente que ofrece la estepa rionegrina.
La propuesta para estas vacaciones de invierno del año 2022, es viajar en una de las formaciones ferroviarias más pintorescas e históricas del país y degustar un exquisito menú patagónico en la estación Empalme a 15 kilómetros de Ingeniero Jacobacci.
Estación Ingeniero Jacobacci (Provincia de Río Negro) situada en la Línea Sur patagónica de la Línea Roca
Una vez más, la Línea Sur ferroviaria de la Provincia de Río Negro abre sus puertas al turismo para dar a conocer sus atributos a los viajeros que buscan una experiencia singular en contacto con los paisajes esteparios de la provincia y la atención de una comunidad que se caracteriza por su humildad y calidez, convirtiéndose en excelentes anfitriones.
Quienes deseen ser parte de esta travesía, deberán estar presentes este sábado 23 en la estación Ingeniero Jacobacci, cabecera del ramal ferroviario, a las 11:30 horas para tomar el servicio de las 12:00 horas del mediodía.
La localidad de Ing. Jacobacci, a la que se puede llegar desde la costa (Viedma, San Antonio Oeste, Las Grutas) por la Ruta Nacional N° 23 y por la misma vía desde la cordillera (Bariloche, Dina Huapi), es el lugar en donde inicia la excursión el mítico tren turístico "La Trochita", siendo la ciudad cabecera del ramal. La estación ferroviaria comienza a tener movimiento de personal y maquinarias desde muy temprano y el exquisito aroma a café y panificación comienza a inundar el andén, en el que se podrá encontrar La Trochita Estación Café para degustar de un delicioso desayuno, previo al viaje.
A media mañana, el sonido del tren irrumpe en la tranquilidad del pueblo y emociona a los habitantes que corren las cortinas para volver a ver rodar a la simpática máquina a vapor, que realiza las primeras maniobras. Más tarde, el silbato del guarda de la estación comienza a sonar a las 12 del mediodía, indicando el inicio del viaje, por lo que las y los pasajeros deberán abordar con su correspondiente boleto en mano y ubicarse en uno de los cómodos y calefaccionados coches de pasajeros.
El mágico paseo en el Viejo Expreso transcurre por unos 30 minutos rumbo a la estación Empalme 648, adentrándose durante 15 kilómetros en la estepa viva, en el que reina una incomparable inmensidad natural, fauna y flora silvestre, atravesada por rieles ferroviarios y posiblemente con un manto blanco de nieve, característica de esta época del año.
Al llegar a destino, el tren se detendrá en la flamante estación reconstruida a nueva por el Gobierno de Río Negro con todos los servicios necesarios que permitirán pasar un mediodía muy agradable lleno de sabores regionales preparados por una cooperativa local. En ese sentido, la empresa estatal Tren Patagónico S.A., informa que el servicio gastronómico es opcional, aunque también se puede llevar cada quien, su propia vianda.
Un plato caliente con sabor local le da valor agregado al viaje
Al llegar al lugar, la estación brindará un servicio amplio de recepción y bebidas para disfrutar en un cómodo salón con mesas y sillas, como así también sanitarios de primer nivel confeccionados con elementos ferroviarios que se mimetizan con la estación.
Se dispondrán de 3 opciones de menú para ese día: la primera propuesta consta de lengua a la vinagreta de entrada, locro de plato principal y de postre, alfajor regional o flan casero. Mientras que la segunda opción incluye lengua a la vinagreta, bife de chorizo con ensalada y alfajor regional o flan casero. A su vez, también está el menú vegetariano con escabeche de berenjenas, tarta de verduras con ensaladas y alfajor regional o flan casero de postre. El costo de estas sabrosas propuestas ronda entre los $1400 y $1700, sin bebidas y no están incluídas en la tarifa del pasaje.
Luego del almuerzo y de haber disfrutado del entorno natural, el regreso a Jacobacci será a las 14:30 horas, arribando a las 15 a la estación, donde se dará por finalizada la excursión.
¿Cómo consultar y reservar lugar?
El costo del pasaje por persona es de $4.980, aunque también hay precios promocionales: los y las pasajeras de 0 a 3 años, no pagan; de 4 a 12 años tendrán un 30 % de descuento; lo mismo que los universitarios y los y las residentes en Río Negro y Carmen de Patagones; mientras que los menores de 4 a 12 años que residan en el territorio provincial o en Carmen de Patagones tendrán un descuento del 40 %; a su vez, los y las habitantes de Ingeniero Jacobacci tendrán una tarifa del 50% menos.
Las salidas programadas tendrán lugar los días sábados 23 y 30 de julio, 13 de agosto y 10 de septiembre. Quienes quieran disfrutar de esta experiencia, reservar, consultar sobre variables del servicio pueden contactarse directamente con el sitio https://trenpatagonicosa.com.ar/o al mail: comercial@trenpatagonicosa.com.ar
Gabriel Asenjo combatió en la Guerra de Malvinas sin estar preparado. Con los años, pudo convertir el estrés postraumático en energía para meterse en el mundo de los trenes que lo apasionaba y así llegó a Jacobacci y Esquel para revivir las centenarias locomotoras a vapor que surcan la Patagonia.
En los talleres de La Trochita, ese legendario tren a vapor que surca la Patagonia, no muchos conocen en profundidad la historia de Gabriel Asenjo, ese hombre alto y canoso de sonrisa contagiosa y obsesión por los detalles que ya es abuelo y que anda feliz entre máquinas y herramientas con las que ya revivió junto a los ferroviarios seis locomotoras a vapor fabricadas hace un siglo. Por ejemplo, que es clase 1961 y que el 2 de abril de 1981, después de la prórroga para terminar de estudiar, entró al Servicio Militar Obligatorio. Y que un año después, el mismo día que le tocaba la baja, la dictadura ocupó las Islas Malvinas. Entonces, al técnico mecánico egresado de la Enet N° 2 de San Martín que se disponía a volver a su casa en el Gran Buenos Aires, lo acuartelaron y terminó como marinero en el buque Bahía Buen Suceso.
Gabriel Asenjo en los talleres de La Trochita en Jacobacci, en la Región Sur de Río Negro. Foto: Alejandro Carnevale.
Cuando la nave encalló en Bahía Fox tras ser atacada por aviones Sea Harrier, lo sumaron a las líneas de suministros de alimentos y armas. Pero tras quedar cortadas por los bombardeos británicos, lo trasladaron junto a sus compañeros de Marinería a la estratégica Península Camber frente a Puerto Argentino.
Lo integraron allí con los hombres más preparados de la Armada, esos que debían frenar a los comandos ingleses del SAS, aunque no estuviera formado para eso. Una mañana le preguntó a un superior por dónde creía que iban a venir. Nunca olvidó la respuesta: “Mire, pibe, si lo supiera lo pongo a usted ahí para que me alerte el ruido”.
Al centro, el conscripto Asenjo en la Marina.
Al final se vinieron en gomones y recuerda cada detalle de lo que siguió: la tripulación del rompehielos Almirante Irizar, transformado en un hospital durante la guerra, había encendido todos los reflectores y desde su posición elevada en la Loma 4 observaba a los infantes del BIM 3 en la primera línea de defensa en la costa y a los del Ejército que bajaron las antiaéreas para apuntar hacia el mar.
Era la noche del 13 de junio de 1982 y estaba en un pozo de zorro con techo de chapa, con un fusil FAL que no le había enseñado a usar, dos cargadores y 70 proyectiles en los bolsillos, mientras las bengalas enemigas también iluminaban los combates y delataban posiciones y temía que las balas trazantes que se veían venir lo hirieran al rebotar contra las rocas y trataba de convencerse de que hay un más allá por si el destino marcaba el final. Como pudo, disparó: «Nos cagamos a tiros», dice. Esa madrugada, hace 40 años, se preguntó por primera vez en su vida qué carajo hago acá.
El Viaje a Jacobacci
La segunda vez fue en el 2009, cuando llegó a Jacobacci con el sueño de reparar las locomotoras a vapor de La Trochita, ese entrañable tren que a partir de 1945 unió pueblos, parajes y ciudades de la Región sur de Río Negro con las de El Maitén y Esquel en Chubut en su camino hacia la Cordillera de los Andes con carga y pasajeros: 402 kilómetros para el recorrido de un tren a vapor más largo del mundo con una trocha de 75 centímetros.
En los 90, cuando ramal que para ramal que cierra, detuvo la marcha. Pero los ferroviarios resistieron y al menos lograron que ese sentimiento sobre rieles fuera reconvertido en un tren turístico con sus vagones belgas de madera y sus locomotoras norteamericanas y alemanas fabricadas hace 100 años.
Apasionado por los trenes a vapor desde chico, para Gabriel llegar a esas vías, esos galpones y talleres al sur de Río Negro, era tocar el cielo con las manos.
El hombre que aun conserva el trencito eléctrico que le regalaron a los 4 años, se vino en colectivo hasta Viedma y de ahí siguió en tren hasta Jacobacci y aquella mañana invernal desolada y lluviosa, mientras esperaba al ingeniero Fatori de Tren Patagónico al lado de una casilla de madera, guarecido de la lluvia bajo un techito en el frío de agosto, las manos en los bolsillos y dando saltitos para desentumecerse, se hizo la misma pregunta: qué carajo hago acá. Esta vez, la respuesta tendría otro final.
Busco mi destino
¿Cómo llegó hasta ahí Gabriel Asenjo? Tras regresar de la guerra, intentó tener una vida normal. No pudo: estaba irascible, se vestía con la ropa que le regalaban, no tenía un peso, se casó y se divorció rápido y cuando se animó a probar con un emprendimiento metarlúrgico se fundió.
“Yo no era un tipo respetable”, dice en una mesa del Café de la Estación en Jacobacci, las manos con rastros de grasa pese a que se las lavó, el mameluco azul con las huellas de un día de trabajo con una caldera rebelde, el pelo blanco que el viento patagónico acomoda sobre los lentes de aumento, la sonrisa gigante cuando habla de engranajes y mecanismos de precisión que toman forma de reliquias que echan humo y levantan oleadas de admiración mientras circulan por la trocha angosta y suena ese silbato que evoca tiempos gloriosos y que siempre responden bocinazos de alegría.
Entonces Gabriel cuenta que el hilo que une a la guerra con los trenes es el consejo de una psicóloga, cuando por fin aceptó tratarse de su estrés postraumático. ¿Qué le dijo? “Que pusiera la energía en algo que me apasionara”, dice mientras bebe un sorbo de jugo de naranja y mira un libro sobre la historia de La Trochita que le pasó Fatori, como le dice. Una hermosa foto lo muestra feliz en una de las locomotoras que reparó.
Amor por los trenes
¿De dónde viene esa pasión? De los mejores recuerdos infantiles, de cuando los árboles estaban pintados de blanco y veía entrar las formaciones en la estación Hurlingham del Ferrocarril San Martín con sus vagones de madera y ahí, en el oeste de Gran Buenos Aires, soñaba con ser uno de sus hombres al comando de una locomotora a vapor.
A los 7 años, en Azul, su tío ferroviario lo dejó subirse a una y muestra en el celular la foto que le sacaron, tiene la misma sonrisa que en el libro. “Yo quiero ser maquinista de una de esas”, le dijo entonces a su papá.
Mucho tiempo después, cuando aún buscaba su destino y dejar atrás la guerra, le pareció escuchar desde su casa en Hurlingham el sonido de una locomotora a vapor.
A los 7 años subió por primera vez a una locomotora a vapor en Azul. Su tío era el maquinista. Abajo, hoy en Jacobacci. Foto: Alejandro Carnevale.
Salió disparado con su pequeña hija en el auto y así supo que un grupo de entusiastas aficionados a los trenes las reparaban nucleados en el Ferroclub Argentino. “A mi me gustaría ayudar”, dijo al presentarse a los hombres que revisaban una máquina. “Véngase el sábado”, le respondieron y volvieron a lo suyo.
Aquel primer sábado, tras cruzar la puerta, encontró por fin lo que tanto buscaba. Así se metió en ese mundo y no pasó mucho tiempo para que se convirtiera en el presidente del Ferroclub. Como si estuviera al rescate de una lengua muerta, suele explicarlo así, leyó antiguos manuales y les dedicó horas y días porque estaban escritos con palabras de otros tiempos, investigó, preguntó, fabricó piezas faltantes y se sumergió en las locomotoras a vapor en busca de lo principal: comprender cómo funcionaban. Sin eso, no hay nada, explica a las nuevas generaciones que se preocupa en formar y en las conferencias que ha dado en Japón y Estados Unidos, invitado para exponer sobre sus métodos no tradicionales. Ahora, en Chile lo contrataron para otra resucitación: una potente locomotora a vapor canadiense.
Pero antes de todo eso, a mediados del 2009, cuando entró al correo del Ferroclub un mail del ingeniero Fatori que consultaba si estarían interesados en reparar una máquina de La Trochita. Gabriel preguntó si alguien quería ir. Nadie podía. “Voy yo”, dijo cinco segundos después. Se sumó su amigo Germán.
El Palacio de Buckingham
Así llama con cariño a la antigua construcción con un cuarto, una cocina y un baño donde se hospeda cuando va a Jacobacci, a unos 50 metros de la estación y a unos 20 de la casilla donde esperó a Fatori.
En la casa a metros del taller en Jacobacci. Foto: Alejandro Carnevale
Ahí tiene los libros, la ropa, medio desparramado todo y lo que más valora, puede llegar engrasado de trabajar, algo imposible en un hotel, al que sí se muda cuando lo viene a visitar Cintia, su actual esposa, clave en su recuperación, que incluyó montar una empresa metalúrgica que fabrica piezas de alta precisión a la que sí le va bien. “Vivo de eso. Cuando me llaman del tren, vengo a arreglar locomotoras. Hasta he venido gratis. Yo pago por estar acá”, dice.
Pese a tanto entusiasmo, no le resultó sencillo entrar al mundo ferroviario en la Patagonia: no es fácil ser de otro lado y traer soluciones diferentes. Pasados los recelos iniciales, con paciencia, esfuerzo y resultados, todo está en orden y hay nuevos amigos en Jacobacci y Esquel, pero aún mantiene una polémica con gente de El Maitén, donde funciona el taller más grande, sobre las respuestas más rápidas, económicas y que requieran de menor mano de obra.
“Uno de mis grandes orgullos es haber reparado una locomotora en Esquel en solo 212 días y con un equipo de cuatro personas”, explica y se despide: debe preparar el bolso para volver a Buenos Aires.
Gabriel: «El primer encuentro con mis compañeros de combate de Malvinas, años después».
Es que todos los 20 de junio, el día que volvieron de la guerra en 1982, se junta con sus compañeros de Malvinas en una pizzería sin que sea necesario confirmarlo. Todos saben la fecha, la hora y el lugar de ese compromiso sagrado.
Entonces, en el Palacio de Buckingham del sur de Río Negro, mientras el viento patagónico encuentra como siempre la manera de filtrarse, es tiempo de la última pregunta: ¿qué significan los trenes en la vida de este excombatiente de Malvinas? «Yo rescato a los trenes viejos del olvido, pero en verdad, ellos me rescataron a mí«, responde mientras se escucha el ruido del motor de la locomotora que las nuevas generaciones aprontan para una nueva aventura en la Patagonia.
"Uno vuelve de la guerra y dice ya está, ya fue, pero no es así"
“Fui a Malvinas y volví. Es una experiencia complicada. Uno vuelve y dice acá no pasó nada, ya está, ya fue, pero no fue así. Tuve problemas de conducta, acciones autodestructivas. Cuando acepté tratarlo con una psicóloga supe que tenía la culpa del sobreviviente”, relata.
“Es que cuando perdés compañeros y sobrevivís, no te podés perdonar estar vivo, aunque no sea tu culpa. Y no es que me escondí, simplemente no me tocó. Viví muchas años con la culpa del sobreviviente, pero como no me había pasado nada no quería tratarme. Al final lo acepté y me hizo muy bien”, agrega Gabriel.
El marinero Asenjo antes de la guerra.
Entre las escenas que le quedaron grabadas de la guerra, recuerda dos del el 14 de junio de 1982, el día que terminaron los combates. Con el alto el fuego nadie supo bien qué hacer en los primeros momentos. Estaba con sus compañeros colimbas en la Loma 4 en Península Camber cuando pasó corriendo un oficial. «¿Qué hacemos señor?», le preguntó. «No se vos pibe, yo me rajo», le contestó.
Después junto a sus compañeros quedaron detenidos en el galpón de la carpintería con los efectivos del Batallón de Infantería de Marina N° 5, la elite de la Armada. “Entregamos las armas en la tranquera, ahí sacaron la famosa foto de la pila que salió en la revista Gente. Después, el jefe del BIM 5, hizo una arenga también famosa. “Les dijo que no se mezclaran con nosotros. No me ofendió. Se sentían superiores, diferentes. Y de hecho militarmente lo eran. Yo estuve ahí sin estar entrenado para combatir, sin haber disparado un FAL. La Argentina es así…»
Historias que revivirá mañana cuando se encuentre con sus hermanos de la guerra, se pregunten por los hijos y los nietos y recuerden a los que no volvieron.DiarioRíoNegro.com
Actualidad Redacción Crónica Ferroviaria Cada vez que recibimos información correspondiente a la empresa Tren Patagónico es para, en su mayoría, dar malas noticias. Esta vez se debe a que la formación que partiera el día de ayer a las 17,00 horas de estación San Carlos de Bariloche con destino a Viedma, al llegar a estación Pilcaniyeu (Provincia de Río Negro) el tren se detuvo cuatro horas por problemas en la locomotora, siendo reparada a medias y al llegar a Ing. Jacobacci la misma dijo basta y se plantó dejando varados a cientos de pasajeros. Según el diario Río Negro, la formación de pasajeros de la empresa provincial Tren Patagónico transportaba una treintena de adultos mayores que son integrantes del Centro de Jubilados y Pensionados “Rosa Mosqueta” de Bariloche y que viajaban a El Cóndor a pasar unas mini vacaciones quedando varados en Jacobacci a la espera de que la empresa los traslade por transporte automotor hasta el lugar de destino.
“Acá estamos sin saber cuándo vamos a continuar viaje. El tren se rompió y estamos esperando que nos digan en que vamos a continuar” sostuvo la coordinadora del grupo, Isabel Paz. La mujer detalló que la formación ferroviaria llegó pasada a la una de la madrugada y no pudo continuar. El resto de los pasajeros fueron trasladados hasta sus destinos en combis y micros, pero ellos se quedaron en el tren a la espera de que llegue un micro para continuar viaje. “Somos 35 y nos dijeron que tienen problemas para conseguir un micro. Estamos esperando sin saber que va a pasar. Dormimos muy incómodos y lo que más nos preocupa es que cuando vamos a llegar a El Cóndor” agregó. Los abuelos tenían previsto llegar hoy a las 10,00 horas a estación Viedma y desde allí trasladarse al balneario, donde los esperaban para almorzar. La vuelta a Bariloche será el viernes, también en tren, siempre y cuando pueda la empresa contar con locomotora que pueda correr el servicio de pasajeros. Tren Patagónico dispuso operativo para dar soluciones a pasajeros tras la rotura de una locomotora La empresa Tren Patagónico S.A. a través de un comunicado informa que ante el desperfecto mecánico en una locomotora, que impidió que la formación de Tren Patagónico que salió ayer de Bariloche con destino a Viedma completara su viaje, la empresa dispuso un operativo de emergencia para asegurar la llegada a destino. En la mañana de hoy, la casi totalidad de los pasajeros fue trasladada en minibuses, en tanto que un contingente de adultos mayores que tenía como destino Viedma, completará el trayecto en un micro contratado por la empresa ferroviaria con ese objetivo. Precisamente, los integrantes de este contingente partirán a Viedma desde Ingeniero Jacobacci, siendo su destino final el balneario El Cóndor, hasta donde serán trasladados. En tanto, el resto de los pasajeros del tren ya fueron trasladados por cuenta y orden de la empresa ferroviaria rionegrina. La formación de Tren Patagónico partió ayer pasadas las 17 de San Carlos de Bariloche con destino a Viedma, pero tuvo que detenerse en Pilcaniyeu al detectarse un desperfecto mecánico. Como solución a este inconveniente se trasladó hacia esa localidad una máquina que se encontraba en Ingeniero Jacobacci, retomándose el viaje luego hacia Viedma con esa unidad. No obstante, por precaución ante la detección de un problema en uno de sus ejes, la formación quedó detenida luego en Ingeniero Jacobacci alrededor de las 1,20 del lunes. Ante esta situación se activó un protocolo de emergencia, con la llegada de dos combis y un minibús, con lo que alrededor de las 03,00 horas de hoy se comenzó a trasladar a los pasajeros. No obstante, un grupo de adultos mayores que tenía Viedma como destino, requirió ser trasladados en conjunto, por lo que se debió conseguir un micro.
El
gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, encabezó hoy el acto de
inauguración del Albergue Escuela Ferroviaria de Ingeniero Jacobacci, el
primero de su tipo en el país.
Participaron
de la actividad el secretario General de la Gobernación, Matías Rulli; los
ministros de Desarrollo Social, Fabián Galli; de Agricultura, Ganadería y
Pesca, Marcelo Martín; de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan; el
secretario de Obras e Infraestructura, Alejandro Echarren; el presidente del
Tren Patagónico, Jorge Maljasian y el gerente general de la empresa, Alberto
Llanca; la legisladora Sandra Recalt; el director de Comisiones de Fomento,
Yamel Mohana y el secretario de Administración de la Unión Ferroviaria, Néstor
País.
Este
nuevo edificio fue construido por el Estado provincial en un inmueble cedido
por la Unión Ferroviaria, y permitirá que aquellos aspirantes a formar parte
del tren, que no sean habitantes de Jacobacci, puedan tener una residencia
establece.
En
este marco, el Gobernador dijo estar “orgulloso” de poder inaugurar esta
Escuela Albergue, en forma conjunta con la Unión Ferroviaria.
En
ese sentido, Weretilneck destacó el trabajo que lleva adelante la empresa
ferroviaria rionegrina y sus autoridades, afirmando que “no sólo ha mejorado el
servicio, sino que pocos días atrás hemos tenido récord de pasajeros, lo que
demuestra la importancia que tiene nuestros tren”.
Por
su parte, el gerente general del Tren Patagónico, Alberto Llanca, expresó que
“hoy se está cumpliendo un sueño, que si no hubiese sido por el esfuerzo de
todos no sería posible” y agregó que “la idea de esta escuela es poder ir
formando ferroviarios en las diferentes especialidades”.
La
obra contó con financiamiento provincial y hará posible la formación de
técnicos ferroviarios de todo el país. La Escuela Ferroviaria se reactivó hace
aproximadamente seis años, con cursos para conductores de trenes y hoy capacita
a la mayoría de los trabajadores del Tren Patagónico y de La Trochita de
Chubut.
Los
trabajos incluyeron la refacción del edificio actual para ampliar las
posibilidades de alojamiento a aproximadamente 20 personas, además de la
inclusión de un salón de usos múltiples, cocina, lavadero y sanitarios.
Se
trata de la primera Escuela Ferroviaria del país con características de
albergue, y en donde se brindarán especialidades para soldador y tornero.