Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
¿Por qué los pasajeros de la Línea Sarmiento deben padecer un menoscabo
en sus derechos sólo para que otros reclamen los suyos?. Cuestión aparte a
analizar seria si le asiste o no razón a este minúsculo grupo de “trabajadores”
de la línea en cuestión.
Existe en nuestro Código Penal una norma
(Articulo 194) cuyo bien jurídico protegido es la eficacia del
transporte o servicio público, su normal cumplimiento o prestación (confr.
ROMERO VILLANUEVA, Horacio - op. cit. - pp. 939).
Al decir de Donna, reconocido doctrinario penalista: “...Se trata este
de un delito doloso, que admite el dolo eventual, ya que el fin inmediato puede
ser otro, como una huelga, una protesta, y hasta una venganza o cualquier fin
que el sujeto tenga en su mente...” (conf. DONNA , Edgardo Alberto - Derecho
Penal- parte especial - 1ª edición - Rubinzal Culzoni Editores - Santa Fe -
2005 - Tomo II-C – pp. 163).
Aunque no profundizaré en las razones que llevan a esta medida de
fuerza, dado que a simple vista es un mero insulto a la inteligencia de
cualquier persona, argumentos que no pesan una bolsa de plumas. Poco serio es
aludir una supuesta solidaridad con un reclamo docente de la Provincia de Salta
(ya resuelto por cierto); un 40% de aumento en una paritaria que aun cuenta con
tiempo para llegar a buen puerto, y que vale decir sobre el punto que ya están
cobrando los trabajadores de los trenes $2.000 a cuenta de futuros aumentos.
El último de los débiles argumentos, es el de una indemnización porque
si!.
Sí, si ni ellos saben por qué exigen un dinero por pasar de las filas de
una empresa privada a las del Estado Nacional que ahora opera en primera
persona el servicio.
Son estos, momentos incomparables en la historia de los ferrocarriles,
con una voluntariosa inyección de recursos de todo tipo, donde la reactivación
de los trenes tanto de pasajeros como de carga ocupa los primeros lugares de la
agenda política nacional, y ni que hablar dentro del Ministerio que conduce
Florencio Randazzo.
Paradójicamente, el día en que comienzan estos “sindicalistas” con su
retención de tares o trabajo a reglamento, como le llaman, llegaban al puerto
de Buenos Aires más de 30 coches eléctricos 0 km. para la Línea Sarmiento que
une diez municipios de la zona oeste del conurbano bonaerense. A propósito de
esto, en aproximadamente 90 días más estarán llegando la totalidad de
formaciones que renovarán por completo la flota de dicha Línea, amén de que se
reemplazo ya la infraestructura de vía por la que correrán dichos trenes, con
más la renovación, en el corto plazo, de las estaciones.
¿Acaso no eran ellos los que reclamaban que el Estado se ocupe del
abandono que desde hace unas largas décadas venía sufriendo el ferrocarril y
lógicamente los trabajadores del sector?.
Allá por los años ’90, lo digo con conocimiento de causa, pues mi padre
tomó un retiro voluntario cuando el ferrocarril en general transitaba la etapa
más oscura de su historia, los ajustes llegaban a los trabajadores y sus
familias, pueblos quedaban aislados, los jóvenes migraban a las ciudades mas
cercanas en busca de oportunidades, entre otras cuestiones de mucha importancia
para la historia de miles de pueblos al interior del país. Esto claro está en
total connivencia entre empresarios, sindicalistas y políticos corruptos, que
por suerte ya es historia aunque algunos resistan a los inminentes cambios.
Si sólo tuvieran estos inescrupulosos y extorsionadores un poquito de
memoria y consideración por el tren, su historia, las víctimas de las tragedias
y de los que todos los días utilizan el servicio para ir a sus trabajos, a
estudiar, a llevar los chicos al colegio, a cuidar enfermos, no dudarían un
solo segundo y harían lo que deben hacer todos los días, “trabajar y trabajar
hasta mejorar la calidad del servicio”. Saluda atte.
Franco
Salazar